10 Cosas Que Los Bancos No Te Dicen Sobre Las Tarjetas De Crédito
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Las tarjetas de crédito son un excelente recurso, si las sabes manejar.
Sin embargo, hoy vamos a ver 10 cosas que los bancos no te dicen sobre las tarjetas de crédito y que puedes usar a tu favor.
#1 Los Bancos Manejan Diferentes Segmentos De Clientes
A través de estos segmentos filtran a las personas según si son empleados, si son independientes, si son rentistas de capital, pensionados y muchas categorías diferentes que cada banco tiene.
¿Esto qué implica? No puedes tener acceso a toda la gama de diferentes tarjetas de crédito que el banco ofrece, según tu perfil o tu segmento.
De hecho, los que somos independientes y tenemos un perfil (o un segmento en el banco) como independientes, en algunos bancos tenemos prácticamente las peores tarjetas, porque ellos saben que las tarjetas se utilizan para gastos del negocio y puede que los gastos sean muy elevados.
Por lo tanto, no dan puntos tan altos como se los dan a un empleado que prácticamente utiliza sus tarjetas para gastar dinero y no para invertir.
Sin embargo, si por ejemplo tienes la posibilidad en tu propia empresa (como es mi caso) de colocarte como empleado legalmente y que gubernamentalmente tengas los soportes para que recibas ese dinero como empleado en vez de como independiente, vas a tener acceso a un portafolio mucho mejor, con mejores puntos, mejores beneficios, mejores bonos y muchas otras cosas más que los que tienen tarjetas para independientes (obviamente hay que investigar en cada banco, sus condiciones y funcionamientos, porque no todos son iguales).
#2 Es Mejor Diferir Las Compras A La Menos Cantidad De Cuotas Posibles
Ahora, prácticamente toda la estrategia que yo personalmente utilizo con las tarjetas de crédito es: nunca hacer compras a más de una cuota (siempre pagarlo casi que a los 3-4 días de haber comprado), para obtener los puntos y no gastar ni un centavo en intereses.
Pero si tuvieras que hacer una compra a más de una cuota, trata de diferir esa compra a la menor cantidad de cuotas posibles.
Los bancos te tienden a decir que difieras esa compra lo máximo, por si acaso: si puedes pagar en 3 meses (en 3 cuotas), que lo dejes a 12 meses por si algo ocurre (por si tienes alguna emergencia, por si no puedes cubrirlas), y que de todas maneras puedes abonar a capital (adelantar a la deuda) en menos de ese tiempo.
Lo que pasa es que si haces una compra a 12 meses, los intereses de los primeros 3 meses son más caros, incluso si en el primer mes saldas la deuda completa, en comparación a si haces la compra en solo 3 cuotas y pagas las 3 cuotas con sus intereses correspondientes.
Si tienes claro cuánto te vas a demorar, no le pongas ni un mes más; si no lo tienes claro, pues posiblemente usar la tarjeta de crédito y pagar en cuotas no sea buena idea, y tienes que reevaluar esa estrategia.
#3 Hay Créditos Con Mejores Tasas Que Una Tarjeta De Crédito
Otra cosa que no te dicen los bancos es que hay medios de crédito que son más económicos y eficientes que una tarjeta de crédito para pagar una deuda en cuotas.
La tarjeta de crédito es la peor, es quizás la tasa más alta que existe en el mercado (aparte de que algunas simplemente te van cobrando cuotas de manejo mientras las vas utilizando, depende de cada banco).
Algunos bancos ofrecen la posibilidad de que con tu tarjeta de crédito compres «cartera» (como se llama, «compra de cartera», o simplemente «adquisición de deudas de otros bancos»).
Si tienes una compra con tarjeta de crédito de otro banco, éste paga la deuda del otro y tú le quedas debiendo es a éste y te bajan la tasa por una tasa preferencial (a veces es la mínima del mercado).
Personalmente, una de las tarjetas que tengo tiene esa opción y yo no los sabía porque no aparece esa información en ninguna parte, me lo dijo un asesor en la sucursal física del banco porque yo le pregunté, pero de resto no lo hubiera sabido.
Esto es una información que podemos tener presente, asumiendo que el banco la ofrezca, preguntar si la tienen o no.
Otros bancos también ofrecen este tipo de crédito, que son como para «libre inversión»(«libre consumo»), con garantías de automóviles y hasta bienes inmuebles.
Las tasas son muy bajitas y los documentos son muy fáciles y rápidos de llenar y sacar, te ahorras una cantidad increíble de intereses, en comparación a las tarjetas de crédito.
#4 Para El Segundo Mes, Te Cobra El Interés Del Primer Y Del Segundo Mes Junto
Algo que vas a ver prácticamente en todo banco como beneficio de una tarjeta de crédito es que la primera cuota no genera interés.
Si pagas todas tus compras a una cuota, incluso si haces una compra por internet, muchos bancos la difieren automáticamente a 24 meses, o a 18 meses si es una compra internacional.
Puedes pagarlo en una cuota y no cancelar ni un centavo de interés; pero lo que no te dicen es que, si vas a hacer una compra en cuotas, la primera cuota no te cobra interés si tú pagas y dices que el pago es solo abono del capital, pero en la segunda cuota te cobran interés de la segunda más interés de la primera.
De hecho, puedes utilizar los simuladores de tarjetas de crédito que hay por allí y verificar que esto es cierto; puede que haya un banco por ahí que no maneje las cosas de esta manera, pero al menos los que yo he visto lo hacen así.
#5 Algunas Tarjetas Ofrecen Mejores Beneficios Que Otras
Por otra parte, hay que saber que no todas las tarjetas de crédito son iguales.
Algunas te ofrecen grandes beneficios para viajar; y muchas personas tienen tarjetas de crédito que son excelentes para viajeros pero no viajan.
Otras personas tienen tarjeta multi-marca de supermercados que utilizan para sus compras aquí y compras en otras partes, que quizá si las van a utilizar en el exterior les cobran una tarifa del 1-3% por compras en otras divisas; hay tarjetas que no te cobran eso, por lo cual sería mejor contar con una para eso.
Hay tarjetas que te dan beneficios, por ejemplo, para comprar en restaurantes o gasolina, o diferentes categorías, y utilizar una que no tenga esos beneficios es prácticamente perder dinero o perder esos beneficios.
Por lo cual, uno debería armar un catálogo de tarjetas para cada cosa que vaya a utilizar, asumiendo que quiera seguir ese tipo de ruta.
#6 Puedes Tratar De Negociar Las Cuotas De Manejo
Otra cosa importante que los bancos nunca te van a decir es que las cuotas de manejo (las tarifas anuales, dependiendo de cómo se maneje en tu país) siempre se pueden negociar.
Casi nunca ocurre que uno, si es un buen cliente (si tiene buen historial, si tiene buen manejo, si paga a tiempo, si es cumplido, incluso si tiene un portafolio de productos diversos con el banco) y que esté insatisfecho con la cuota de manejo, no pueda negociarla para reducirla, o en el peor de los casos decir: «yo quiero utilizar esta tarjeta, pero está muy costosa la cuota de manejo, así que si no me la pueden reducir quiero cancelarla«.
A veces te la reducen, o muchas veces pueden eliminarla por un periodo de tiempo (como 6 meses o 12 meses), luego del cual puedes volver a solicitar una exención según tu manejo.
La verdad es que esto es relativamente sencillo, con una llamada lo puedes hacer y listo.
Así, muchas personas por desconocer eso pagan mucho dinero mensualmente y anualmente por sus tarjetas de crédito, cuando podrían ahorrárselo.
#7 El Banco Maneja Su Propio Perfil De Riesgo
Otra cosa importante es que los bancos manejan un perfil de riesgo por cada cliente interno y diferente al de las centrales de riesgo en general (como el «data crédito»).
La verdad es que a la hora de adquirir un producto nuevo con un banco, los bancos no tienen cómo saber cuál es tú historial o cómo es tu perfil, y por lo tanto contactan tu «Score» (o tu puntaje crediticio) y tu historial (en general, tu nivel de endeudamiento y de más).
Además de que te piden documentos sobre ingresos y todas estas cosas.
Pero una vez eres el cliente de este banco durante un tiempo (6 meses, 1 año, 2 años, 3 años), ya desarrollas un perfil dentro del banco que a veces viene a ser más importante que el perfil general del historial crediticio (que muchas veces no se maneja, ni siquiera, en tiempo real).
Lo que quiere decir esto es que a la hora de solicitar un producto puede que el banco te lo apruebe, teniendo un mal historial crediticio, solo por tu manejo con ellos; o que te lo rechace por tener un mal manejo con ellos incluso si tienes un buen manejo crediticio.
Esto también puede significar que, debido a que los bancos no pueden compartir información entre ellos (un banco no sabe si otro te prestó dinero o si te dio una tarjeta de crédito), podrías pedir múltiples productos en diferentes entidades al mismo tiempo y no se alcanzan a dar cuenta (asumiendo que lo hagas en el mismo día o en la misma semana), ya que las centrales de riesgo se ven informadas mucho después.
Muchas personas hacen esto para adquirir varias tarjetas de crédito y obtener los bonos de bienvenida; luego de un tiempo les baja su puntaje, las manejan bien, las cancelan luego de un tiempo (antes de que les cobren cuota de manejo) y su puntaje vuelve a subir, porque a pesar de que adquirieron deudas las manejaron responsablemente y se quedaron con todos los bonos.
Esto no es necesariamente una estrategia recomendable (abrir tarjetas solo para los bonos), y los bancos están tratando de luchar en contra de eso; pero es algo que es importante saber y que, si se maneja desde el punto de vista de los términos, condiciones y la legalidad de los bancos, puede ser útil en ciertos casos.
#8 Cada Tarjeta De Crédito Está Ligada A Una Línea De Crédito
Algo que aprendí hace muy poquito (y me pareció muy curioso) es que cada tarjeta de crédito está ligada a una línea de crédito que, por lo general, viene con un límite (que es el cupo aprobado para la tarjeta), y podemos solicitar que ese cupo aumente o disminuya en algún momento.
Resulta que cuando uno cancela una tarjeta de crédito, la línea de crédito no se cancela inmediatamente y uno puede posteriormente solicitar que esa línea de crédito que quedó disponible (ya que se canceló tarjeta) se utilice para habilitar una tarjeta diferente (pude ser de otra franquicia, puede ser de otra clase, de otro nivel), pero con el mismo cupo (con el mismo límite).
Esto lo hice hace poco, y curiosamente yo ya había llegado al punto en el que pagaba la cuota de manejo de la tarjeta anterior (la había negociado para que quedara a la mitad), pero decidí cancelarla (por razones personales) y luego de un tiempo fui a pedir otra tarjeta y el asesor de banco me dijo: «no, no necesitas pedir otra, porque tienes esa misma línea que solicitaste de la anterior, ahí está disponible«, y simplemente la tomó y le asignó una franquicia diferente (venía de Visa, pasé a MasterCard).
Automáticamente quedé con una tarjeta de crédito nueva, que por defecto (por sus políticas) no me cobra cuota de manejo el primer año.
Yo no lo hice con la intención de ahorrarme la cuota de manejo durante un año ni nada de esto, simplemente fue un manejo natural; pero parece que esa fuera una estrategia (y obviamente es bueno consultar con un asesor del banco si esto es algo que se puede hacer; pero como mínimo sí te digo que la línea de crédito no se cancela con la tarjeta, al menos no inmediatamente, porque en mi caso, pasaron más de tres meses desde la cancelación hasta la apertura del nuevo producto).
#9 Los Bancos Pre-Aprueban Productos Financieros Cada Mes
Muchos bancos también tienen crédito, productos o tarjetas de crédito pre-aprobadas, de las cuales nunca te das cuenta (no te informan, no te notifican) y a veces es simplemente cuestión de llamar y preguntar «buenos días, ¿tengo algún pre-aprobado?«.
Puede que te digan que sí, que lo tienes listo, que te pueden prestar tal cantidad de dinero, que te pueden dar una tarjeta de crédito de tal cupo.
A mí me parece sorprendente cómo no avisan (si uno puede que esté interesado y aproveche este tipo de cosas), pero así es como funciona.
Así me he dado cuenta de 2 productos en particular que me han interesado, siendo yo quien proactivamente los solicita.
#10 Hay Tarjetas De Crédito Que Manejan Más De 1 Divisa
Por último, algo que me encanta de las tarjetas MasterCard y American Express es que manejan doble divisa, en mi caso los pesos colombianos y los dólares.
Puede que esto no aplique para países como Ecuador o Estados Unidos, donde la moneda simplemente es dólar y ya; pero en nuestro caso, cuando manejamos pesos colombianos (o incluso pesos mexicanos y así) y hacemos compras en dólares, hay una diferencia radical entre Visa y MasterCard o American Express.
Por ejemplo, Visa te hace la tasa de conversión en el momento de la compra y te factura en tu moneda local; quiere decir que, a lo que estaba el dólar ese día, a ese precio lo vas a pagar en el momento en que decidas pagar la factura de esa tarjeta.
Con MasterCard o Amex funciona diferente: compras en dólares y la deuda queda en dólares, no en pesos.
Lo que significa que no es cuando compras que se aplica la tasa de conversión, sino cuando pagas, con lo que podrías esperar a ver cómo se está comportando el dólar, y si el dólar baja por debajo a lo que estaba en el momento en que pagaste te ahorras una cantidad de dinero considerable.
Es más, como yo recibo ingresos en dólares, también puedo elegir en qué momento solicitar la transferencia o hacer la compra de divisas en mi banco, y también espero a que el dólar suba.
Aquí no hay una ciencia exacta de saber cuándo va a subir y cuándo va a bajar, porque nadie sabe eso, uno más o menos ve el comportamiento y también tiene el comportamiento en tiempo real que eventualmente el mercado cierra y aplica la tasa para el día siguiente, en cuyo caso uno podría: o esperar al día siguiente a que aplique esa tasa mejor, o aplicarlo en caso de que esa tasa suba y no nos funcione (tanto para ingresos como para gastos).
Eso es uno de los beneficios de las tarjetas que tienen esta divisa múltiple.