3 Cosas Que Las Personas Más Productivas Hacen Cada Noche
Haz Click Aquí Y Aprende A Invertir Desde Hoy
Gran parte de lo que compone un día verdaderamente productivo, es la noche anterior.
Muchas personas quieren ser productivas buscando técnicas, estrategias, formas de organizarse y de distribuir sus actividades en el día de manera que les funcionen mejor.
O incluso la manera de modificar su toma de decisiones.
Pero de pronto no le prestan mucha atención a sus noches.
Y es que, de alguna u otra manera tiene sentido, porque siempre después de un largo día de trabajo, después de haber sido incluso productivos…
Quedamos agotados y no queremos pensar en nada.
Es por eso que es bueno adquirir ciertas rutinas, o hábitos que todas las noches hagamos.
Independientemente de si es la noche antes de un domingo o que vayamos a trabajar al día siguiente.
Y en este artículo quiero contarte 3 cosas que las personas más productivas hacen cada noche.
#1 Planear El Día Siguiente
Es simplemente cuestión de tomarse un tiempo para preguntarse:
- ¿Qué van a hacer?
- ¿Cuáles son los objetivos que hay que cumplir?
- ¿Qué actividades hay que tener en cuenta?
Muchas veces nos pasa que tenemos proyectado: «Esto lo voy a lograr de aquí al jueves».
Y resulta que el miércoles no nos acordábamos que teníamos todo el día ocupado en otra actividad.
Entonces en vez de lograrlo el jueves, vamos hasta el viernes o incluso hasta el lunes.
Por eso es mejor planear cada noche y pensar con cabeza fría las cosas que tenemos pendientes y a las que debemos dedicarnos el día siguiente.
Incluso realizar un bosquejo de un plan bastante sencillo en papel, en el celular, en recordatorios, en agenda… En lo que sea que te pueda ayudar.
Pero estructurarlo y planearlo todos los días.
Si esto no se convierte en un hábito, si no lo hacemos a diario, no lograremos un acondicionamiento comportamental.
Y entonces la productividad no va a formar parte de nuestra vida todos los días.
#2 Leer
La verdad es que por alguna u otra razón preferimos las redes sociales en la noche, chatear, ver televisión, incluso a veces ver películas justo antes de dormirnos.
Hay personas que incluso se quedan dormidas con el celular en las manos.
Y no es una sorpresa que su descanso en la noche no sea reparador, no sea profundo.
Sino que se levanten varias veces en la noche, que sueñen cosas raras y que al día siguiente no estén en su punto más óptimo.
Por eso es siempre recomendable leer cualquier cantidad de tiempo.
¿Por qué? Porque leer nos ayuda a relajarnos, a liberarnos del estrés, a pensar en otra cosa diferente a problemas o asuntos pendientes.
Aparte del beneficio clarísimo en términos de conocimiento (a menos que leas sobre ficción), es algo que te ejercita mentalmente.
Puede ser cualquier cosa, lo importante es que se vuelva un hábito y te aleje por un rato de la locura del internet y las redes sociales.
Y aquí es donde hay que ser verdaderamente racional, porque la lectura de un libro puede hacerse en el celular o en una tableta, no necesariamente en papel.
Teniendo en cuenta cosas como el «night shift» de Apple, que es colocar la pantalla en tonos cálidos (naranjas), para no tener la luz azul que nos afecta según estudios el sueño.
Pero que en el celular no tengas distracciones, ni chats o redes abiertas.
Sino habilitada la opción de «no molestar», o «modo avión», para que te concentres y enfoques en la lectura.
Y con esto, viene la tercera recomendación…
#3 Desconectarnos
Ya sea que integres la lectura con un dispositivo móvil, teniendo en cuenta la manera de hacerlo bien, o que prefieras leer en papel, lo ideal es que en algún momento te desconectes.
Y que ese momento de desconexión no sea 5, 10, 15 o 20 minutos antes de acostarte a dormir, sino un tiempo más relevante.
Es más, muchas personas que se encargan de estudiar el tema de la productividad recomiendan que uno no esté en la cama, sino hasta el momento en que se vaya a dormir.
Porque muchas personas pasan hasta 3 horas en la cama antes de dormirse.
Y cuando ya quieren realmente dormir, están cansados de estar allí en la cama, a veces incluso acostados.
Entonces, incluso si vas a leer, procura que sea en la sala, o en un espacio personal distinto a la cama.
Todas estas cosas son formas de ayudar a que una vez te acuestes, te duermas casi que inmediatamente.
El no poder dormir bien, implica agotamiento al día siguiente, y levantarse agotado es la peor forma para empezar un día con 100% de energía.
Recapitulando, lo que logras la noche es un impulso para descansar y recargar energías.
Por un lado, al organizar el día siguiente, tienes más tranquilidad, te relajas de saber que todo está planeado y no hay motivos de estrés.
Si haces una lectura, estás contribuyendo positivamente con tu estado de ánimo y con tu conocimiento.
Y si además le sumamos el desconectarte a tiempo, en el mejor de los casos 1 hora, créeme que vas a estar mucho mejor, no sólo en esa noche, sino al día siguiente.
Te levantarás con una mejor actitud, con mayor claridad mental, te vas a sentir realmente diferente.
Y la clave para que esto funcione así de bien, es que lo lleves a cabo a diario: Sábados, domingos, días festivos o feriados, todo el tiempo.
No importa si al día siguiente tienes día libre, entonces planeas tu descanso, estructuras tus horas de relajación o diversión.
Puede sonar un poco incómodo el ser así de estructurado en la vida, pero pregúntate: ¿Cómo te ha funcionado lo que has hecho hasta ahora?
Si no te ha funcionado muy bien, de pronto es hora de probar un nuevo cambio.