4 Estrategias Claves Para Superar La Procrastinación
4 Estrategias Claves Para Superar La Procrastinación
Casi todo el mundo se deja llevar por lo que algunos llaman «el asesino silencioso».
La dilación o procrastinación golpea en todas partes. Todos queremos evitar el dolor o las molestias de hacer algo que sentimos que es aburrido, tonto, inútil, difícil, complicado, arriesgado o algo por el estilo.
Sin embargo, a pesar de que sabemos que vamos a tener que hacerlo con el tiempo y que nos estamos engañando a nosotros mismos con la idea de «Luego me sentiré bien para hacerlo», nos quedamos atrapados en un círculo vicioso de hacer muy poco de ambas cosas: Lo que queremos y lo que no queremos. Nos quedamos atascados.
Mi propósito en este artículo es ayudarte a que seas más productivo, y por eso te presento 4 maneras de superar la dilación y avanzar.
1. Reconocer Que La Dilatación No Te Libra De Tus Responsabilidades
Normalmente la procrastinación se da en cosas que tenemos que hacer, de alguna manera u otra, gústenos o no.
Ir al médico, terminar la tarea o el trabajo pendiente, salir a realizar las diligencias que debemos realizar, comprar algo que necesitamos hace tiempo, etc.
Si de esas cosas nos podemos librar en el futuro, y por lo tanto vale la pena «Tirarlo al olvido», entonces creo que no habría ningún problema en procrastinar… Pero si finalmente tienes que llevar a cabo la acción que has estado procrastinando, y que seguro en el futuro te parecerá aburrido o complejo al igual que hoy, ¿De qué vale postergar si vas a tener que hacerlo de todas maneras?
2. Busca La Manera De Hacer Las Cosas Antes De Que Sea Absolutamente Necesario Hacerlo
Esto es algo muy común en la gente… Dejar las cosas para última hora.
Como dice el anterior punto: Si igualmente hay que hacerlo, ¿Qué diferencia tiene hacerlo hoy o mañana? Se podría decir que ninguna, así que mejor hacerlo hoy en vez de mañana… ¿Por qué?
Porque cuando sea absolutamente necesario hacerlo, por ejemplo pagar las facturas, puedes correr con la posibilidad de enfermarte, de que te hospitalicen, de que ocurra un accidente, etc., y en ese caso, como ya TIENES que hacerlo, será mucho más difícil y es posible que falles.
3. Crea Un Flujo
En lugar de no hacer nada, empieza por hacer algo. Un pequeño paso puede ser la motivación para dar el siguiente.
Limpia tu escritorio, saca la basura, lava los platos, etc.
Lo que se busca es apilar un par de acciones simples para crear un flujo, un impulso de acción.
Cuando estás en el flujo, en el movimiento hacia adelante, empezar con lo que tienes que hacer será mucho más fácil.
Además, destacando un poco los ejemplos que cité de «acciones simples», la limpieza puede provocar que te sientas más motivado. Querer hacer algo en un ambiente desordenado normalmente es reforzar la procrastinación.
4. Haz Un Balance Objetivo Y Emocional De Lo Que Puede Pasar
La procrastinación no sólo se presenta en cosas simples de nuestro diario vivir, como limpiar el cuarto, hacer la tarea, etc… sino que a veces también juega su papel en medio de las decisiones más importantes de nuestra vida.
Por ejemplo, piensas cambiar de trabajo o de carrera universitaria, o a lo mejor piensas terminar con tu relación de pareja o buscar una nueva vivienda, pero todo esto lo postergas en algún momento.
Normalmente en estos casos, una de las razones más comunes por las cuales se procrastina, es por el miedo o la incertidumbre de lo que pueda pasar al hacerlo. Siempre tendemos a pensar en lo negativo, o «en lo que puede salir mal» al realizar un cambio.
En este punto la idea es que hagas un balance de las consecuencias que te puede traer aquello que quieres o que debes en algún momento llevar a cabo. Un balance tanto emocional, como objetivo.
Al final, la idea es que los beneficios que resulten en tu balance te ayuden como motivación para empezar a tomar acción.
¿Cómo lo haces? Empieza por tomar lápiz y papel y divídelo en dos sesiones. Una sesión la vas a titular «Cosas Positivas«, y la otra «Cosas Negativas«.
Ahora, empieza a escribir categóricamente todo lo que se te venga a la cabeza al pensar qué pasaría si haces aquello que has postergado.
De hecho, si tienes alguien en quien puedas confiar y que pueda realmente ayudarte en esto, pídele que te acompañe y que te expreses sus ideas de lo que podría pasar en tu vida si haces lo que estás pensando. Esto es bueno ya que te brinda una visión diferente de las cosas,y sobretodo que no esté viciada por tu propia incertidumbre.
Y bueno, si también pensaras en procrastinar con la realización de este balance (¡¡Te conozco!! Jeje :D), entonces plantéatelo como un reto. Establece un premio para ti mismo que consigas al terminar el balance. Organiza tu entorno con buena música, a lo mejor con imágenes alusivas a esa decisión importante que has postergado. Procura estar solo, o como mínimo, acompañado únicamente de esa persona que te ayudará a cumplir con este balance.
Finalmente… Si nos referimos a algo importante, por favor, empieza con esto. Es un buen primer paso. Te aseguro que te sentirás mucho mejor al ponerte «manos a la obra».