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5 Errores Tontos Con El Dinero Que Todos Hemos Cometido (Y Algunos Siguen Cometiendo)

Autor: Sebas CelisAutor: Sebas Celis
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La verdad es que debido a nuestra propia psicología y cómo nos han educado en la sociedad para comportarnos respecto al dinero, todos hemos cometido (y algunos siguen, y seguimos cometiendo) errores respeto al dinero.

Algunos de estos errores son realmente muy tontos cuando los ponemos en retrospectiva, como lo vamos en este post.

Error #1: El Valor Percibido

Supongamos que estás organizando la casa y te encuentras un reloj que no sabes de quién es, y te das cuenta que era el reloj del abuelo.

Resulta que era un reloj de edición limitada y realmente se puede, incluso, vender hoy en día en eBay por unos $2.000 dólares, pero tú dices «voy a conservarlo por el valor sentimental que tiene«.

Ahora, analizando otro escenario un poco diferente, supongamos que vas caminando por un centro comercial y de repente ves ese mismo reloj por $2.000 dólares, y tú dices «yo nunca gastaría $2.000 dólares por un reloj viejo y usado, así sea edición limitada«.

Aquí puedes, o no, ver la contradicción: por un lado estás diciendo que tú no cambiarías ese reloj de tu abuelo por $2.000 dólares (es decir, que tú prefieres no recibir $2.000 dólares, no tener $2.000 dólares, porque el reloj vale tanto la pena como para no tenerlos); pero por el otro lado, dices que no vale la pena el reloj como para dejar de tener $2.000 dólares.

En un pensamiento racional, tener o no tener el reloj en tus manos no le cambia el valor, es irrelevante respecto a la decisión de si vale, o no, $2.000 dólares.

La verdad es que casi siempre que tenemos algo, le damos mucho más valor percibido de cuando no lo tenemos.

Es decir, cuando vamos a comprar algo, sentimos que la transacción de dar dinero es como dejar de tener dinero para obtener algo; pero cuando ya tenemos el producto en nuestras manos, no pensamos que estamos dejando de tener dinero por no vender ese producto.

En este caso, la transacción es de $2.000 dólares, y el tener o no tener es irrelevante, pero los $2.000 dólares siguen siendo los mismos $2.000 dólares: es un error tonto.

Error #2: La Diferencia De Precio

Imagina que quieres comprar un producto en el centro comercial en el que te encuentras en este momento, y que allí te cuesta $15 dólares; pero resulta que tú ya lo habías visto por $10 dólares en otro centro comercial que está a 10 minutos de distancia caminando.

Es decir que tú te ahorrarías $5 dólares si fueras al otro centro comercial a comprar.

¿Caminarías hacia ese otro lugar para obtener ese 33% de descuento?

Ahora imaginemos un escenario diferente, en el que quieres comprar algo que vale $1.000 dólares en este centro comercial, pero sabes que en el otro centro comercial, a 10 minutos de distancia caminando, cuestas 995 dólares…

¿Harías la caminata hasta allá para obtener los 5 dólares de descuento (o, en otras palabras, el 0.5 % de descuento)?

Muchas personas responden diferentemente a ambas preguntas, la cual es realmente, la misma pregunta: ¿vale $5 dólares caminar esos 10 minutos?, esa es la pregunta.

En un pensamiento racional.

El precio del producto es irrelevante, el monto del descuento es irrelevante, 33% de descuento o 0.5% de descuento, son los mismos $5 dólares, es el mismo ahorro que se obtiene, haciendo el mismo tipo de esfuerzo, pero simplemente estamos condicionados a percibir mayor valor cuando se obtiene un mayor descuento porcentual.

Las tiendas lo saben, por eso siempre colocan los precios más altos, hacen un descuento grande (aparentemente), para que sintamos que estamos obteniendo una gran oferta.

Error #3: El Falso Ahorro

Supongamos que ves algo que está en oferta y normalmente cuesta $1.000 dólares, pero lo están vendiendo por $700 dólares.

Las personas normales piensan que se están ahorrando $300 dólares al comprar; pero las personas racionales, saben que están realmente gastando $700 dólares, no importa cuál es el monto del ahorro.

En un pensamiento racional, que yo me ahorre un 30% de descuento es irrelevante, lo que importa es cuánto estoy gastando y si tiene o no sentido gastar esa cantidad de dinero según las circunstancias dadas, según si en este momento busco o no lo que quiero comprar, según si es, o no, una compra impulsiva.

Realmente este porcentaje de esos descuentos, ese ahorro falso, ese no es un ahorro.

Ahorrar dinero es tener dinero guardado que posteriormente puedo utilizar para algo, hacerlo crecer, invertir, en fin.

O en otras palabras, muchos compran solamente porque algo está en ahorro, y compran cosas que no necesitan, que no pensaban comprar, que no estaba en su presupuesto… Por lo tanto no están aprovechando ningún ahorro, sino que están cayendo en la trampa de gastar sin necesidad.

Error #4: El Dinero Inesperado

Supongamos que tú recibes, por ejemplo, un dinero de algún amigo que te debía hace 1 o 2 años; o que ganaste algún bono o no sé, cualquier cosa, una cantidad de dinero o algo que puedas redimir.

A mí me pasó algo así hace un tiempo, me gané un bono de 1 millón de pesos (que es aproximadamente unos $300 dólares americanos) para comprar en un supermercado, en el supermercado al que más visito y donde normalmente realizo mis compras.

En el momento que me gané el bono y lo publicaron en las redes sociales, me hicieron la entrevista y me preguntaron: «¿en qué te vas a gastar ese bono?«…

Mi respuesta fue: «lo voy a utilizar para compra un mercado común y corriente, no tiene sentido gastármelo en algo en lo que yo no pensaba gastar dinero, simplemente porque gané este bono«.

A pesar de que es un bono, no dinero en efectivo, sí existía la posibilidad de comprar algún celular o algún electrodoméstico; así como también, comida y demás.

En mi caso, en el momento, simplemente no tenía sentido gastarlo en algo en lo que yo no pensaba gastar dinero.

De hecho, en mis seguimientos de cuentas, yo lo agregué como si fuera una cuenta de ahorros adicional, desde la cual iba sacando todo el tiempo, cada vez que utilizaba parte del bono para comprar alguna que otra cosita, anotaba el gasto desde allí.

Analizando las estadísticas, en esos meses, yo gasté prácticamente lo mismo que gastaba todos lo demás meses en el mercado, solo que utilizaba el bono, no el dinero.

En un pensamiento racional, la fuente de dinero, de dónde surgió el dinero disponible, es irrelevante.

$1 dólar es $1 dólar, y $1 dólar vale $1 dólar; no importa si me lo dio un amigo, si es inesperado, si es mi sueldo, si me gané la lotería, ¿por qué yo habría de gastármelo de manera diferente solo porque no esperaba recibirlo?

Muchas personas, cuando reciben este tipo de dinero adicional, se lo gastan en cosas que no necesita (o sea, tienden a hacer indulgencias, por lo menos tienden a ser gustos, simplemente ellos no contaban con eso, qué más da, a gastárselo en cualquier cosa) y eso es un error tonto que comete la gente con el dinero.

Yo en el momento no había estudiado sobre estos temas como tal (y específicamente los estudios que se han publicado al respecto), pero ahora me doy cuenta que a través de la educación financiera uno básicamente se puede ayudar a que cualquier cantidad de dinero que uno maneje, sin importar de donde provenga, la maneje correctamente, dejando de lado el sentimiento o la emoción de que simplemente «esto es inesperado y puedo aprovecharlo, puedo hacer de cuenta que ese dinero realmente nunca pasó por mis manos, y disfrutar«, como de recompensarte por alguna extraña razón.

Error #5: Dinero De Sobra

Resulta que durante la crisis de los Estados Unidos de 2008, los precios de la gasolina bajaron casi a la mitad, y se estaban realizando muchos estudios de economía sobre cuál era el comportamiento de las personas.

Digamos que una persona que se gastaba $80 dólares en gasolina antes, ahora se estaba gastando $40; con lo cual, uno pensaría, que con los $40 dólares que le sobra, puede hacer muchas otras cosas, y se supone que realmente este ahorro podría permitir incluso a alivianar un poco más el asunto de la crisis.

Resulta que, se dieron cuenta que muchas más personas de lo normal, empezaron a comprar gasolina extra o gasolina premium; en otras palabras, a buscar gastar lo mismo que gastaban antes en gasolina, y ahora, con estos nuevos precios es como si mentalmente ya tuvieran presupuestado «voy a gastar 80 dólares en gasolina«, y cuándo llegaban a la gasolinera, y les costaba menos, trataban de todas maneras gastarse los $80 dólares que tenían presupuestados.

Ahora, estos presupuestos mentales son como la idea de cuánto realmente gastamos en comida, cuánto realmente gastamos en servicios públicos, cuánto gastamos en esto, cuánto gastamos en lo otro.

Mensualmente nos sirve mucho para tener un control mental y escrito, en el corto plazo, respecto a cuál es la cantidad de dinero que yo necesito, y también me voy dando cuenta de si este mes me va a faltar o si este mes voy bien.

Apesar de que, de todas maneras, cuando llega a un punto en que el dinero se comporta diferente o me sobra alguna cantidad, allí es donde requiero un análisis más detallado.

Si yo tenía presupuestado gastar $100 dólares y gasté $50, no tengo por qué buscar gastarme los $50.

A muchas personas les pasa, que de pronto van con la idea de gastarse cierta cantidad, por ejemplo al supermercado, y cuando hay un descuento que les permite ahorrar cierta cantidad de dinero, en vez de volver a casa con más dinero de lo que esperaban, vuelven exactamente habiendo gastado lo mismo que deberían gastar, pero con más productos que no pensaban comprar. Este es un error tonto con el dinero.

En un pensamiento racional.

Tener presupuestado un objetivo en particular, no significa que yo me voy a gastar todo ese dinero sí o sí para conseguir ese objetivo.

Que no me lo tenga que gastar todo es irrelevante, lo relevante es conseguir el objetivo en sí, no la cantidad de dinero.

Si yo obtengo un ahorro, lo racional es simplemente no gastarme el excedente, a diferencia de como la gran mayoría de personas según lo demuestran estudios, casi siempre lo hacen.

Así que, en conclusión, básicamente se trata de ser consciente del verdadero valor del dinero, de saber que realmente $1 dólar ahorrado es un dólar ganado, y de que yo puedo detenerme, analizar y pensar conscientemente cada situación y cada decisión.

La gran mayoría de las personas funcionan en automático cuando se trata de decidir respecto al dinero, y no piensan muy conscientemente porque sienten internamente que ellos tienen muy buen manejo financiero.

Ahora, un muy buen manejo financiero interiorizado y automático es posible de lograr, sin embargo, requiere de educación financiera, de llevar a la práctica estos conceptos y de verdaderamente tener el seguimiento mensualizado de todos lo que son los ingresos, los gastos, las categorías, y cómo estoy distribuyendo mis presupuestos.

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