5 Hábitos Que Personalmente Me Han Hecho Más Exitoso
Autor: Sebas Celis
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En otro artículo hablé sobre 5 hábitos para el éxito que son muy recomendables, pero que nunca me habían funcionado.
En esta oportunidad, quiero contarte sobre 5 hábitos para el éxito, que también son muy recomendables, pero que sí han producido resultados en mi vida. Y quiero contarte exactamente por qué.
Hábito #1: Estudiar Constantemente
No me refiero tanto a estudiar de manera formal, en la universidad, obtener títulos y diplomados, ni estas cosas.
No es que no tengan valor, sino que en mi caso trato de tener una aproximación un poco más pragmática hacia el estudio: aprender las cosas puntuales que necesito, las estrategias que puede que me funcionen, las ideas que necesito implementar en mis negocios o en mi vida personal, o cualquier otra cosa.
Puede que estudiar, para mí, signifique ver un video de YouTube; leer un artículo en Google; descargar un artículo científico y comprender, a través de los estudios y de las muestras de laboratorio, cuáles fueron los resultados; o puede que signifique hablar con una persona, hacer unas preguntas respecto a cómo hace las cosas, qué haría en mi situación que realmente no tengo claro cómo resolver; o cualquier otra cosa.
Educarme en todo momento, aprender todos los días algo nuevo, para mí ha sido clave para realmente progresar constantemente, estar hoy en una situación mucho mejor que los años anteriores.
Hace dos años estaba mejor que hace cuatro años, hace cuatro años estaba mejor que hace seis años, y así sucesivamente.
Realmente, esto aplica para aprender de todo, no solamente finanzas, trabajo y dinero.
Sino también cosas que puede que no tengan sentido o aplicación práctica, pero que mantienen mi mente ágil y que realmente estimulan lo que es mi memoria, mi capacidad de pensamiento racional, lateral y muchas otras cosas.
Hábito #2: Contrarrestar Mis Debilidades Y Tratar De Ser Muy Organizado
¿A qué me refiero con contrarrestar mis debilidades?
Yo me conozco, soy un ser humano, cometo errores como todos y tengo ciertos rasgos de carácter que no son los ideales.
Tiendo a ser perezoso, tiendo a ser desordenado.
Sé donde están las cosas, pero no tengo como tal una estructura de organización muy específica.
Se me olvida todo, soy súper despistado. Si me dices 5 cosas para la lista de compras, me acuerdo de 3 y traigo 2 que no son.
Entonces, yo sé esto, me conozco a mí mismo y trato siempre de ir a favor de mis debilidades, y no en contra.
Si las cosas se me olvidan, coloco recordatorios.
Si tengo que colocar el recordatorio para llamar a una persona, pues lo hago. Sé que si no lo hago, se me va a olvidar y se me va a pasar.
Si es algo que es importante para esa persona o para mí, definitivamente no voy a permitir que mi mente olvidadiza simplemente me haga quedar mal.
Así mismo, mi mente, que se olvida de ciertas cosas, es muy buena para otras. Entonces, también aprovecho esas fortalezas. Simplemente las debilidades trabajo con ellas, de manera que no me afecten.
El tema de la organización y de la eficiencia, para mí es muy fácil y muy natural trabajar como un computador, como una mente súper cuadriculada, como de ingeniero.
Simplemente estructurar el proceso, los trabajos que hago, concentrarme, no detenerme hasta que lleve a cabo ciertas cosas.
Esto es algo que verdaderamente considero que, en lo personal, me ha permitido lograr mucho más que antes, porque antes no era así. Lo he ido implementado poco a poco.
Y mucho más que otras personas que de pronto tienen una estrategia un poco más abierta; no sé cómo mencionarlo, pero de pronto no tan ordenada, estructurada y cuadriculada… Sé que no a todo el mundo le gusta.
Por ejemplo, en cuanto a la eficiencia, con mi estudio de grabación para videos, la idea es que esté armado y listo en todo momento; de manera que, si yo quiero grabar un video, no sea sino entrar, encender al aire acondicionado, encender las luces, conectar la cámara y arrancar.
Porque si yo cada que tengo que grabar, tuviera que volver a armar todas las cosas, volver a organizar el escritorio, las luces, los cables, la decoración y todo lo demás, me demoraría media hora.
Y normalmente, durante esa media hora pueden pasan ciertas cosas, hay ruidos o alguna cosa… Eso va a ser muy desmotivante para empezar a trabajar y ser eficiente.
Por lo tanto, yo destiné un cuarto de mi casa para grabar, y así mismo hago con muchas otras cosas.
De manera que, pasar de no estar haciendo algo a estar haciendo lo que quiero hacer, no incluya tantas barreras, no haya limitación del tiempo y no haya impedimentos.
Hábito #3: Reunión Mensual Conmigo Mismo
Eso lo aprendí hace mucho tiempo de una persona cercana, que me dijo: «tú cada mes, aproximadamente, deberías hacer una reunión contigo mismo. Sentarte y analizar, de todo lo que estás haciendo (porque haces mil cosas), qué está funcionando, qué no está funcionando«.
De aquello que te ocupa el día, la semana, los meses y los años, ¿cuáles cosas son más importantes?, ¿Cuáles te están produciendo resultados?
Hablamos de la Ley de Pareto, de analizar cuál es ese 80-20.
El 20% de tus esfuerzos, produce el 80% de tus resultados. ¿Qué tal si al 80% de tus esfuerzos no le prestaras tanta atención y le dedicaras más a eso que verdaderamente funciona?
Esto, para mí, ha sido clave y ha sido totalmente transformador.
Lo aprendí hace mucho tiempo, pero solo lo he venido implementando de forma muy seria hace poco.
El enfoque de láser: literalmente, tratar de dedicarme a una cosa hasta que la domine de manera óptima y la pueda automatizar. De ahí ya enfocarme en algo diferente. Eso para mí ha sido fundamental.
Para eso yo hago la reunión conmigo mismo, en donde analizo lo que estoy haciendo, trato de ser muy consciente de a qué dediqué mi tiempo, qué me hizo productivo, qué cosas están funcionando en el negocio, qué cosas están trayendo resultados, qué cosas fui pagando y no me están dando un retorno.
Así mismo, tratar de identificar no solo qué es lo que funciona, sino qué es lo que no funciona y empezar a cortar recursos, tiempo, atención, dinero en lo que no sirve.
Hábito #4: Planear
Con planear, me refiero no solamente a quedarme en planes y en soñar, en visualización.
Claramente también a tomar acción, pero sobre todo planear, incluso cuando no tengo ni idea de si el plan va a funcionar. Planear cuando no sé si el plan es el mejor, planear cuando no sé planear. Esto, cuando yo lo aprendí, me cambió la vida.
Yo pensaba antes que para tener un plan, uno tenía que ser una persona experta en lo que hacía.
Plan de negocios, ¿cómo es un plan de negocios?
Un plan de negocios lo hace una persona experta en hacer planes de negocios.
Prácticamente hay gente que se dedica única y exclusivamente a eso, que saben todos los mecanismo de contingencia, que saben cómo funcionan las cosas a nivel empresarial, de acuerdo al capital, de acuerdo al mercado, a la industria y demás.
En mi caso, yo simplemente he dicho «quiero lograr eso, y esto es lo que voy a hacer para conseguirlo«.
A veces funciona, a veces no funciona; pero el solo planearlo, cambia toda la ecuación.
Hace que todo sea tan diferente simplemente por el hecho de que yo tengo un camino que nadie más estableció por mí, que yo establecí para mí mismo.
Lo que termina pasando es que hago cosas que no sirven, que luego las analizo en la reunión conmigo mismo y me doy cuenta de ellas, y las cambio por cosas que sí sirven.
Y me voy mejorando a mí mismo en la capacidad de planear para conseguir lo que quiero, hasta que llega un punto en el que cada plan que yo estructuro, lo más probable es que tenga una posibilidad muy alta de conseguirse a cabalidad y de lograrse con un éxito total.
Hábito #5: Seguimiento Detallado De Mis Ingresos Y Gastos
Lo hago todos los días, lo hago todo el tiempo.
Hay personas que me preguntan «¿cómo debería hacerlo?, ¿Lo haría en Excel, lo haría en esto?«.
Yo siempre respondo: Tú deberías hacerlo de la forma en que más conveniente, fácil, sencillo, ameno y práctico sea para ti.
Por mi parte, siempre prefiero una forma de seguimiento que me permita que, cuando estoy comprando en el supermercado, pueda anotar allá, estando en el supermercado, tenga mi recurso de seguimiento para que ese gasto se anote al instante en que ocurre.
Ya sea desde el reloj inteligente, desde el celular o en una agenda o libreta con el método Kakebo, no importa (no creo que vayas a sacar un computador en el supermercado para abrir Excel).
¿Por qué lo pienso así?
Porque hay muchas personas que usan una hojita de Excel en donde anotan sus gastos en general, sus promedios y ciertas cosas, sabiendo de pronto cuánto les cuesta el internet, los servicios públicos, el arriendo, lo que sea.
Pero el problema es que se te pasan gastos hormiga, o se te pasan gastos que puede que no sean tan hormigas (puede que sean gastos más grandes y que simplemente no anotaste).
Yo tengo la estrategia de que cada que hago un gasto (cada que sale dinero de mi bolsillo, de mi billetera o de mi tarjeta de crédito, lo que sea), lo apunto inmediatamente. No importa si salen $1.000 dólares de mi tarjeta, o 2 centavos en la tienda. No importa la cantidad, siempre lo apunto de inmediato. Por eso uso una aplicación móvil.
Pero la clave es que yo no solo anoto esto (los ingresos y gastos), sino que hago un análisis (es parte también de la reunión conmigo mismo) de cómo son mis ingresos, cómo son mis gastos, cuál es la proporción, cómo me fue este mes, qué tenía previsto, cuáles son las provisiones de gastos que tengo, todo eso.
Es decir, qué cosas sé que voy a tener que pagar el otro mes, para lo cual desde ya debería tener el dinero listo; o qué debo pagar el otro año, los impuestos de cada año (que no son una sorpresa, y que a muchas personas les coge por sorpresa), para irlos presupuestando y provisionando.
Todo esto simplemente para decir que, si yo tengo ese análisis estadístico, si yo sé en qué me gasto el dinero, si yo tengo categorizado cada centavo y tengo el control sobre mi dinero, lo más probable es que no haya sorpresas.
Sé cómo lo estoy manejando, entienda cuáles son mis falencias y mis debilidades, y pueda trabajar en mejorar mi manera de administrar el dinero.
Esto, aunque yo en algún momento sentí que sabia suficiente (y dejé de anotar, y dejé de realizar este seguimiento de ingresos y gastos), en ese tiempo me empezó a ir mal financieramente. Disminuyeron mis ingresos (no sé si estaba correlacionado o no), pero también mi manejo financiero estuvo muy mal. Mis gastos no fueron tan controlados.
Por lo tanto, volví a adquirir el hábito y en este momento estoy mejor que nunca, gracias a eso.
Así como estos hábitos me han funcionado a mí, puede que no te funcionen o que te funcionen muy bien.
Sería genial que los lleves a cabo, los pruebes, y evalúes si te ayudan a progresar o no, si aplican o no para ti.
Conocer estas cosas, identificar cuáles son aquellas actividades, conductas o hábitos que te pueden funcionar día a día para acercarte cada vez más a la vida que deseas, me parece que es clave para estar trabajando conscientemente en algo que realmente deseas conseguir.
No esperando a que las condiciones y las circunstancias se den de un momento a otro, a que las oportunidades caigan del cielo, a que otras personas, entidades, empresas o el gobierno resuelvan todo por ti.
Cuando tú tomas el control de tus finanzas, tienes el poder de hacer que tu vida financiera sea exactamente como tú lo deseas.
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