5 Mentiras Que La Gente Cree Sobre Las Personas Exitosas
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Desde pequeños, todos hemos escuchado todo tipo de historias de personas que han logrado el éxito, que han cambiado el mundo y que han alcanzado verdaderos resultados positivos.
Algunos quizás a niveles mucho más elevados que otros.
Siempre que tenemos una meta personal, una industria en la cual trabajamos, un negocio o algún objetivo en sí, conocemos cuáles son los principales exponentes (personas exitosas en este campo) que están logrando sus resultados.
Muchas veces tendemos a pensar cómo será su vida diaria, cómo será el día a día de esas personas.
Aquí es donde podríamos hacernos ideas equivocadas respecto a cómo son esas personas a nivel humano.
Todos somos seres humanos, pero a veces creemos que otros son superiores a nosotros en cierto sentido.
Entonces, aquí quiero revelarte cinco mentiras que muchas personas creen sobre las personas exitosas.
Mentira #1: Las Personas Exitosas No Fracasan
Mucha gente cree que las personas exitosas no fracasan, que justo por ser exitosas no son fracasadas.
La verdad es que tendemos a tener una mentalidad muy negativa alrededor del fracaso: ser fracasado es malo, un fracaso es una decepción, un hijo fracasado es un hijo que vemos mal (en comparación a un hijo exitoso).
Sin embargo, las personas exitosas saben y siempre han tenido claro que el fracaso es necesario para el éxito.
Es más, muchas de las personas que han logrado éxitos grandes en su vida a temprana edad es porque han logrado fracasos grandes en su vida (más temprano aún).
Es necesario equivocarse para aprender.
La práctica, por lo general, requiere errores para poder llegar a la perfección (o al perfeccionamiento, quizás no a la perfección en sí); pero muchas veces simplemente pensamos que esta gente (que estas personas exitosas) no se equivocan, no han cometido errores o que ya incluso en el punto en que se encuentra ahora (porque de pronto sí es posible pensar que se equivocaron y fracasaron antes) hoy en día son expertos.
Por ejemplo, quizás los inversionistas multimillonarios pensamos que hoy en día no hacen inversiones que resultan en pérdida, cuando quizás es así.
O pensamos que las personas que tienen una vida súper saludable nunca tienen un gustico, una comida (lo que hablamos de comida chatarra o comen algo alto en grasa, alto en azúcar, alto en calorías), de vez en cuando lo hacen.
No se trata de nunca fracasar o de nunca cometer errores, se trata de cuál es, en promedio, el resultado y cuál es esa consistencia y esa tendencia.
Mentira #2: Los Exitosos Son Supremamente Organizados
Suele verse a las personas exitosas como súper productivas, súper organizadas, súper estrictas con todo lo que hacen.
Yo no sé si en algún momento tú has visto realmente el escritorio de una persona exitosa, la gran mayoría de las veces (no siempre, pero la gran mayoría de las veces) puede ser un desorden total a la vista.
Ahora, hay una diferencia grande entre desorden y desorganización.
Puede que, quizás, la persona tenga las cosas aparentemente desordenadas, pero sabe dónde está todo y quizás tiene un mecanismo para ser más rápido y más eficiente, y eso implique que tenga muchos papeles encima (en fin, que no se vea limpio, que no se vea pulcro)…
Pero a veces incluso hay personas que no tienen un sistema de organización como tal, hay personas que no se levantan ni siquiera todos los días a la misma hora (sin son independientes), y que de pronto hay días en los que simplemente no sienten el ánimo de trabajar y no trabajan.
Muchas veces uno piensa que esa gente más productiva y que esa gente que trabaja por sí mismos lleva a cabo todo lo que se proponen, y no es así todo el tiempo. Tendemos a hacernos imágenes incorrectas de las personas exitosas simplemente por sus resultados.
Mentira #3: Todos Llegaron Al Éxito Por Suerte O Contactos Poderosos
Bueno, yo no voy a decir que es mentira que una persona exitosa tiene contactos, probablemente sí; que tenga recursos, claro, quizás los tiene; pero ¿por suerte?, probablemente no.
Los contactos no le cayeron del cielo, no se los consiguió el papá o la mamá; los recursos probablemente los obtuvo (al menos no en todos los casos fue una herencia).
Es lógico que haya casos que son excepciones a esta regla, pero la gran mayoría de las personas que han logrado éxito por cuenta propia lo han logrado desde cero.
Cuando uno conoce a una persona verdaderamente exitosa (que todo lo que se propone lo va llevando a cabo y que toma acción en todo momento), uno se da cuenta que esa persona no necesita contactos…
…puede perder todos sus contactos, puede que todo el mundo le deje de hablar y que se vaya a otro país y empiece desde cero, y esa persona empieza inmediatamente a crear esas relaciones, a solidificar esas relaciones y a establecer contactos (prácticamente armar sociedades con gente estratégica, que le permita lograr sus metas), y también sabe que esa persona tiene que ayudar a que esas otras personas (o esos «contactos») a que logren sus metas.
Así es como se consiguen, finalmente, los recursos.
¿Por qué?
Porque los recursos (hablemos, por ejemplo, de recursos financieros; de recursos de trabajo, recursos humanos; hablemos de creatividad, y de quién sabe cuántas cosas) provienen es de las demás personas.
Si yo quiero vender, tengo que venderle a una persona; si yo quiero establecer una sociedad y armar una empresa, tengo que hacerlo con un conjunto de personas; si yo quiero liderar, tengo que liderar a un grupo de personas.
Entonces todo esto vuelve y se junta con la habilidad en sí de relacionarme con esas personas.
Esa habilidad tampoco cae del cielo, la voy desarrollando poco a poco y también lanzándome un poco al mundo, de manera que pueda ir perfeccionando un poco cada vez esas habilidades y capacidades personales.
Mentira #4: Los Exitosos Tienen Un Súper Enfoque Y Nunca Se Distraen
La verdad es que esta es, quizás, la mentira más grande de todas.
De hecho, un emprendedor exitoso, por lo general, ya cuando algo apenas está empezando a funcionar, tiene claros 4-5 proyectos nuevos que quisiera empezar para el mismo proyecto que está llevando a cabo, o 2-3 actividades para el mismo negocio para el cual tiene 2-3 productos exitosos, probablemente tiene la idea de cómo sacar cinco más y cómo mejorar el doble de los que tiene actualmente.
Esto claramente es una distracción, porque sencillamente no te permite enfocarte en que continúes siendo exitoso en lo que eres y desarrolles aún más lo que tienes, sino que te hace pensar en diferentes caminos, te hace pensar en cómo podrías hacer las cosas de otra manera.
Eso puede ser bueno, pero también puede ser malo.
El enfoque, así como lo pensamos, no siempre hace parte de la vida de estas personas; pero, como puedes ver, no siempre es necesario.
Yo no necesito ser una persona perfecta en cuanto a ese enfoque, sino tener sistemas establecidos.
A veces a mí se me olvidan las cosas y tengo que poner un recordatorio en mi celular que me avise lo que tengo que hacer; pero ese sistema me facilita un poco que yo pueda vivir una vida un poco más relajada (quizás más desordenada) sin que me afecte a nivel personal.
Allí es donde yo puedo (sin tanto enfoque, sin tanta concentración y relativamente lleno de distracciones día a día, como prácticamente todos lo estamos) aun así conseguir los resultados que me propongo.
Mentira #5: Las Personas Exitosas Se Sienten 100% Confiados De Lograr Más
A veces es lo contrario.
A veces uno logra algo y le va bien en algo, pero cuando se enfrenta a un nuevo reto de pronto tiene dudas…
«¿Será que esta vez sí va a funcionar?, ¿será que lo anterior fue suerte?, ¿será que esta vez voy a ser capaz de lidiar con cualquier imprevisto que me vaya a encontrar?».
Esto, personas de muy alto nivel en éxito, en resultados y quienes apenas están empezando, ambos, tienen que batallar con este sentimiento de falta de confianza en sí mismos.
Lo que pasa es que muchas veces uno simplemente aprende a falsificar un poco esa sensación de autoconfianza, a saber que objetivamente no hay mucho que perder, a intentarlo de todas maneras, o sencillamente a tomar acción aún sabiendo que hay una alta probabilidad de fracaso.
Esto se puede confundir con autoconfianza, con yo sentirme seguro de que voy a lograr el éxito, porque definitivamente no tiene sentido pensar «yo voy a ser exitoso, yo lo voy a lograr», porque puede que fracase; pero entonces yo tampoco puedo pensar «voy a fracasar», porque sencillamente tengo una actitud negativa.
Es como un equilibrio entre ambas cosas y un poco un optimismo inteligente, de saber que yo puedo dar mi máximo esfuerzo, de que yo puedo tomar acciones, educarme y hacer lo que mejor pueda para lograr ese resultado; pero no necesariamente controlar aquellos factores que están fuera de mi alcance.
Entonces, básicamente, esto es lo que compone lo que notamos y percibimos como autoconfianza de parte de alguien exitoso.