6 Hábitos Para Superar El Nerviosismo
6 Hábitos Para Superar El Nerviosismo
Inicia con un latir más fuerte de tu corazón… Luego estás temblando un poco.
Una mano o un pie comienza a inquietarse. Las palmas de tus manos empiezan a humedecerse y te vas sintiendo como si no fueras tú mismo. La calma se ha ido por la ventana…
El nerviosismo está de vuelta, como un viejo amigo al que no querías ver 🙂
Justo a tiempo… Cuando se ha llegado la fecha que has estado esperando por más de una semana, o para ver a la persona que te gusta, o para presentar tu tesis, o para entregar ese informe definitivo de tu trabajo.
Y ahora, ¿Qué puedes hacer en ese momento?
¿Acaso sacar una pobre excusa y cancelar la cita?, ¿O tal vez enfrentarte al momento sin dar lo mejor de ti?
Es ciertamente posible… Algunas veces en el pasado yo tomé ambas alternativas.
Lo importante aquí es que de un tiempo para acá empecé a enfocarme en encontrar estrategias y desarrollar hábitos que me ayudaran a combatir este reto de una mejor manera.
Aquí están 7 de mis hábitos favoritos para manejar y superar el nerviosismo:
1. Prepararte Sí Es Posible
Claro, es un poco obvio… Sin embargo, cabe repetirlo. Hacer una preparación de las actividades que debes llevar a cabo en ese momento esperado, y hacerla con tiempo, no en el último momento (y hacerla bien -sin tratar de ser perfecto-), puede representar una gran diferencia en la manera en que te sientas.
La seguridad en ti mismo y la tranquilidad interna, aumentarán increíblemente, brindándote el empuje necesario para afrontar la situación con claridad y sereno.
He aquí algunas ideas para situaciones específicas:
- Si tienes una reunión importante de trabajo: Examina con calma y buen tiempo los puntos que vas a tratar en la junta para que te informes al respecto y tengas el tema fresco en tu mente. Analiza las posibles preguntas que te puedan realizar y ten una respuesta preparada (también prepárate para admitir que no sabes algo si llegara el caso, esto no te hace inferior a los demás). Y finalmente, escoge unas prendas de ropa cómodas para usar ese día, no unos zapatos que te tallen o una camisa que te apriete… Esto será clave para controlar tu estrés.
- Si tienes una cita personal: Sin importar con quién tengas una cita personal, recuerda que ninguno de los dos es perfecto, y que puedes preparar una variedad de temas para conversar con ella para que no hayan espacios de silencio incómodo. Preséntate con ropa cómoda, al igual que en el punto anterior. Asegúrate de escoger la ropa para usar con tiempo y así explorar varias opciones para terminar con la más adecuada para el momento y la más cómoda y satisfactoria para ti mismo.
- Si tienes una exposición en tu clase: Recuerda que al igual que todos los demás estudiantes, tú estás en un proceso de aprendizaje, en el cual es tan normal equivocarse y no hacerlo perfecto para ir progresando a lo largo del camino. Los profesores no se burlarán de ti porque ellos saben que estás aprendiendo, y por el contrario, valoran tu valentía y coraje. Así que, relájate… El ambiente es propicio para que, con una buena presentación del tema, todo se desarrolle de la mejor manera para ti.
2. ¿Qué Es Lo Peor Que Podría Suceder De Forma Realista?
Esta pregunta me ha ayudado muchas veces a calmarme y a dejar de construir una montaña de un grano de arena.
Piensa realmente qué es lo peor que puede pasar en esa situación que te pone nervioso. Piénsalo con la cabeza fría y sin tensiones.
Realmente es posible que ningún mal escenario sea tan grave como para terminar con tus sueños, ni tan malo como para no aprender una lección de vida y valorarte por haberlo intentado.
3. Visualízate De Forma Positiva
No quiero decir que la visualización vaya a atraer la situación ideal, o que con visualizar ya vas a lograr las cosas como las deseas…
Lo que quiero decir es que, si te pasas los días pensando en que las cosas pueden salir mal, preocupado por fallar, mortificado por lo que vas a hacer después si todo sale como no quieres, en fin… Simplemente no vas a sentirte preparado y seguro nunca, y eso no es para nada beneficioso.
Con preparación (que es de lo que trata el punto #1), puedes empezar a imaginarte el escenario de ese momento de forma satisfactoria y tal cual como deseas que resulte.
Esto te brindará confianza, te hará valiente para querer afrontar ese momento, y hasta te dibujará una sonrisa en el rostro.
4. Reduce La Velocidad Del Momento Y Respira Con Tu Diafragma
Unos minutos antes de entrar en la situación que consideres que te puede generar nerviosismo, disminuye el ritmo de las cosas. Camina más lento. Muévete más lento. Incluso para por un momento de caminar o de conducir y quédate quieto.
Respira por la nariz y respira más profundo de lo que lo haces normalmente. Asegúrate de que el aire llegue hasta tu diafragma.
El diafragma es esa parte de tu cuerpo que queda antes de tu vientre, y después de tu pecho. De hecho si te tocas allí, se siente como un hueco 😉
Respirando de esta manera por 1 o 2 minutos, y sosteniendo la respiración en el diafragma antes de exhalar, podrás disminuir tus latidos cardíacos y oxigenar tu cerebro.
5. Apóyate En Tus Amigos
Apalanca tu autoconfianza y la tranquilidad que necesitas para el momento esperado en tus relaciones sociales.
Busca distraerte con tus amigos los días antes del momento esperado, incluso practica con ellos lo que has preparado.
Minutos antes, después de aplicar el hábito de la respiración con el diafragma, puedes también llamar a tu mejor amigo/a para que te cuente algún chiste con el cual puedas liberar la tensión 🙂
6. No Todo Lo Que Piensas Es Necesariamente Cierto…
Es casi natural cuando estamos nerviosos que las personas nos van a rechazar, que se van a burlar, que nos van a lastimar, que no saldrá bien, que ellos son malvados, que es más seguro encerrarte en una burbuja donde nadie se te pueda acercar, etc.
Sé consciente de que todos estos pensamientos pueden ser errados, que tu mente es la que los crea para liberar el miedo y la tensión que siente. Estas ideas son como un mecanismo de defensa de tu mente para evitar que tomes el paso y que enfrentes la situación.
Como dicen algunos, «Tu mente puede ser tu peor enemiga«… No le permitas que te infunda miedo y desconfianza de ti mismo, ni que te llene de ideas sobre los demás que pueden no ser ciertas.
Tú vas preparado y lo más probable es que todo salga bien.