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7 Características Que Diferencian A Los Verdaderos Líderes

Autor: Sebas Celis

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Las personas que suben de rango en su trabajo, luego de ciertos años de trayectoria, no necesariamente son líderes. Los que tienen una idea innovadora que se convierte en exitosa, tampoco.

Hoy más que nunca, con la emergencia casi diaria de nuevas figuras en la palestra pública, gracias al bombardeo de las redes sociales, se hace necesario distinguir quiénes son los verdaderos líderes.

Para ello, un grupo de características facilitan el trabajo. Estas señales hacen posible poder discernir cuándo se trata de una persona con una fama pasajera, y cuándo se está frente a un líder visionario y transformador.

El rol de los líderes, como todo, también ha evolucionado. Dentro de ese grupo de características que los identifican ahora se suman nuevos elementos, relacionados con el manejo de las nuevas tecnologías, y su desenvolvimiento en la sociedad, más allá del que pueda lograr en la oficina de determinada empresa.

Generalmente se llama líder a la persona que cuenta con la capacidad de inspirar, incentivar, dirigir, desde un hospital hasta un equipo deportivo. El origen de esta palabra es inglés, “leader” significa dirigente, además se asocia al verbo “to lead”, que se traduce como conducir.

No todos los jefes son líderes, al igual que no todos los líderes son jefes, todo dependerá del desenvolvimiento del grupo, y de las condiciones que rodeen a la situación.

En algunas empresas ascienden a trabajadores que no cumplen con esta cualidad, y las consecuencias de ello son perceptibles en poco tiempo.

El modo en el que ejercen su poder frente a la masa también nos lleva a determinar cuáles son los buenos y los malos líderes. Esto vendrá determinado por el entendimiento del grupo, de sus necesidades, y de qué forma son satisfechas.

Características Que Diferencian A Los Verdaderos Líderes

Enumeramos 7 características que hacen que los líderes se destaquen de un grupo determinado:

1) Visionarios

Al ser personas que inspiran, llevan de la mano a sus seguidores a tener una visión, más que a alcanzar una meta. Con esto, los líderes logran que los demás se sientan como parte de un todo, de algo que es más grande que ellos, lo que los estimula a trabajar en equipo, conscientes de que esto los ayuda a conseguir más.

Para lograrlo, el objetivo a conquistar debe estar claro, además de ser preciso y real, puesto que trazarse como meta algo irreal tendrá detractores en el mismo instante del planteamiento.

Además, la proyección de lo que se anhele conseguir debe estar de la mano con las capacidades que ese grupo posee, en consonancia con las expectativas y necesidades del mismo.

2) Son únicos

Además de únicos, en muchos casos son reconocibles a simple vista, puesto que son conscientes de sus defectos y cualidades y no las disimulan, sino que trabajan de la mano de ambas.

Estas cualidades se unen a la autenticidad y la transparencia. Un buen líder no imita a nadie, y se siente bien consigo mismo, pero sabe balancear su ego, por lo que se mantiene en los márgenes de la modestia.

Los malos jefes se muestran inaccesibles, preocupándose más por su importancia. En cambio, el que posee liderazgo se preocupa por las demandas y solicitudes de los demás.

De igual manera, los líderes son curiosos por naturaleza. Se inclinan por saber cómo se manejan muchas áreas diferentes a las de operación, al saberse parte de un todo.

Por eso se reconoce su necesidad de aprender constantemente cosas nuevas, adquirir técnicas, para mantener una ventaja a nivel competitivo que lo ayuda a liderar.

3) Son arriesgados

Los jefes comunes minimizan los riesgos, por temor a fracasar. Los líderes se arriesgan, porque reconocen el fracaso como parte del camino a lograr el éxito.

La audacia y la valentía los lleva a probar o a experimentar nuevos enfoques, no obstante, aunque muchos piensen que no son cautelosos, sí lo son, cada movimiento es estudiado para poder luego analizar la acción.

En parte el riesgo que asumen lo ven como una enseñanza. Tomar decisiones riesgosas, con la necesaria cautela, también inspira tranquilidad en el equipo, porque demuestra prudencia y sensatez.

En situaciones difíciles, se convierten en estrategas, para salir adelante acompañado de su equipo.

4) Se entrenan constantemente

Los líderes le dan el valor justo al crecimiento personal. El perfil que manejan hace imposible que se queden atrás en las dinámicas más novedosas, para siempre estar informado.

Buscan información, se entrenan, aprenden, consultan con otros líderes, estudian, leen, todo sea por ampliar sus conocimientos acerca de su trabajo, y la realidad que le rodea.

Esta característica es de gran motivación para el resto de sus compañeros, puesto que así como el líder crece, su equipo querrá estar a la par, valorando cada oportunidad para aprender y conocer nuevos escenarios, planteamientos y tendencias.

5) Son empáticos

Esta es una de las características que la gente más valora en los líderes, la empatía. Se trata de esa capacidad con la que cuentan para conectar con los demás y de ponerse en el lugar del otro ante determinada circunstancia.

Entender a su grupo es vital para un líder. Parte de que desempeñe ese rol se basa en eso, en traducir las inquietudes que tengan, en escucharlos, y en entender el porqué de su comportamiento, al tiempo que debe ocuparse de disipar sus preocupaciones y tenderles la mano.

No se trata de ser un psicólogo del grupo, se trata de entender al otro en pro del desarrollo de su mejor potencial en el equipo de trabajo. Así se genera un clima de trabajo ameno, y hasta divertido, en el que también se organizan eventos para liberar estrés y estrechar los lazos.

6) Fortalecimiento de relaciones

Confianza mutua, lealtad y compromiso, se generan por la empatía. El líder debe identificar los actores claves de sus grupos y acercarse aún más a ellos, y estrechar estas relaciones.

Ayudarlo a crecer y delegar funciones sobre esta persona hará que el grupo se sienta identificado con el y deseen también convertirse en actores, para evolucionar dentro de la institución.

Establecer esos lazos de confianza también ayudan al líder a hacerse más accesible ante el resto, por lo que genera una oleada de identificación entre los que lo perciben, que se traduce en un mayor esfuerzo y compromiso con el núcleo.

7) Creación de “aficionados”

Para muchas marcas, que un líder en las redes sociales (con muchos seguidores) tenga su producto en la mano, representa una gran conquista. Sin embargo, para que esta acción logre su cometido, el líder debe inspirar al resto a seguir a dicha marca y a hacerse multiplicadores del mensaje.

Representa un gran reto, pero es parte de ejercer el liderazgo en tiempo de redes sociales. No es suficiente con tener seguidores, se debe inspirar a ser también un promotor de lo que se desee vender, (desde su estilo de vida hasta una firma de bolsos) y aumentar la visibilidad, la confianza y la credibilidad de la persona, y por ende, del producto.

En una empresa, el líder, más que la cabeza del equipo, es el que ayuda a los demás a crecer y trabajar con coherencia para conseguir los objetivos trazados que todos comparten, y que redunda en beneficios para el conjunto.