7 Claves Para Manejar Tu Dinero Como El 1% De Los Más Ricos
Haz Click Aquí Y Aprende A Invertir Desde Hoy
La verdad es que manejar el dinero como el 1% de las personas más ricas, no significa necesariamente estar ganando cantidades enormes de dinero.
Tú puedes ganar relativamente poco dinero pero manejarlo muy bien.
Una cosa es ganar mucho, no necesariamente estar creciendo financieramente… Tener un patrimonio neto o una fortuna neta bastante alta.
Hay gente que simplemente gana montones de dinero y gasta montones de dinero, uno nunca se hace rico gastando.
De hecho, las personas que vemos «más exitosas» aparentemente o ricas, son las que gastan más porque compran automóviles que son vistosos, casas gigantescas, mansiones o una cantidad de joyas y lujos presumibles.
No necesariamente son quienes tienen un portafolio de inversión grande o quienes tienen buenos hábitos con el dinero, quienes lo manejan como se debe para poder crecer a ese nivel.
Sin embargo, aquellos que llegan a tener ingresos y una fortuna neta equivalente a lo que es pertenecer al 1% de los ricos, verdaderamente tienen que hacer algo diferente más allá que simplemente ganar buen dinero.
Porque ganar mucho dinero lo puede lograr incluso muchos políticos, y gente que yo no llamo «rica», porque no tienen riqueza mental primeramente y no saben manejar el dinero para que este sea una fuente de cosas buenas para el mundo, no de avaricia y poder sobre otros.
De hecho, pertenecer al 1% puede parecer sumamente difícil, y aunque podría sorprenderte realmente no lo es.
El día de hoy vamos a ver cómo llegar allá, ya que hay ciertas pautas que si llevas a cabo constantemente con disciplina, independientemente del punto en el que te encuentres, lo más seguro es que tus finanzas vayan progresando hacia ese objetivo.
Clave #1: Tener un seguimiento muy estricto de tus gastos
La gente pobre o de clase media, de mentalidad de pobreza, piensa que los ricos gastan sin pensar, sin control, que como tienen tanto dinero no les preocupa comprar esto, no les preocupa comprar lo otro.
Y sí, probablemente hay gente que gaste de esa forma.
Pero la gente que llega por su propia cuenta a la riqueza, quizás empezando desde cero, no naciendo en una cuna de oro, no viniendo de familia rica; tiene que ser muy consciente en cómo maneja su dinero.
El dinero no se le puede escapar de las manos como agua cada mes sin que sepa, y para eso, mantienen un seguimiento estricto de todos y cada uno de sus gastos.
Que porque algo costó muy poco, entonces no la voy a tener en cuenta, porque ahí es donde caemos en los gastos hormiga, y en pasar por encima de nuestros presupuestos personales.
Clave #2: El fondo de emergencias
Es decir, un dinero ahorrado para imprevistos.
El «dónde» guardar este dinero, depende de la situación actual de la economía.
Preferible en fondos de inversión, de poco riesgo, y sin cláusulas de retiro, para que esté siempre disponible pero generando intereses. No guardado debajo de un colchón perdiendo valor cada día por la inflación.
Aproximadamente el 60% de las personas, de acuerdo a diferentes estudios, no podrían cubrir un gasto imprevisto equivalente a un salario mínimo aproximadamente.
Si surge algo de un momento a otro que no estaba planeando pagar, que te cuesta cerca de un salario mínimo, lo más probable es que no tengas el dinero y te tengas que endeudar.
Si ese no es tu caso, excelente. Justo para esto sirve el fondo de emergencia.
Clave #3: No tener deudas de alto interés
No tener préstamos de libre inversión, ni mucho menos en tarjetas de crédito.
De pronto un crédito de vehículo o hipotecario, especialmente los hipotecarios que normalmente cuentan con las menores tasas de interés, sobre todo si tienes buen historial crediticio.
Los bancos te ofrecen incluso subsidios a la tasa de interés por este tipo de créditos, entonces podemos no considerarlo como una deuda y sino simplemente como una inversión a largo plazo.
Quizás es más fácil sacarlo de la ecuación, pero cuando hablamos de deudas de tarjetas de crédito, especialmente cuando las personas pagan unas vacaciones con tarjeta de crédito y las ponen a 36 cuotas, y se pasan años pagando esa espantosa decisión, pues esto no contribuye con el crecimiento financiero.
Y las personas que consolidan su riqueza, incluso con buenos ingresos o con bajos ingresos, no adquieren deudas que realmente no tengan una sólida justificación, y sean deudas buenas y de crecimiento, porque de lo contrario se van comer a través de intereses todo el potencial de crecimiento y rendimiento, e incluso de inversión.
Clave #4: La reinversión
Puede que hablemos de re-invertir en tu propio negocio, sobre todo si estás iniciando, para que no te gastes todas las ganancias sino que ellas mismas se vuelvan a invertir para el crecimiento de ese negocio.
O incluso re-invertir en ti mismo, en educación, en conocimiento, en certificaciones, en estudio, en cosas que luego te brinden resultados a nivel económico.
Sea para lo que sea, la reinversión es una de las claves fundamentales de la riqueza porque te permite multiplicar exponencialmente el potencial de tu dinero.
Si tu negocio empieza a generar utilidades y te las gastas, estás cortándole las alas.
Y si no tienes un negocio y necesitas adquirir los conocimientos, estudiar, aprender o probar, esa inversión va más en ti mismo.
Y si no sabes en qué invertir primero, invierte en tus propios conocimientos.
Clave #5: Generar más ingresos
Si se maneja bien el dinero que se gana, se ahorra, se presupuesta, se lleva un control de gastos, de hace todo lo que he recomendado, pero aún así el dinero no es suficiente para crear fondo de emergencias, o para invertir constantemente todos los meses de manera significativa, eventualmente hay que ganar más dinero.
La gente que pertenece al 1% de las personas más ricas, o a las que ganan más dinero y a las que tienen un patrimonio neto más alto, tienen más de una fuente de ingresos.
No podemos depender solamente de un negocio, incluso si yo tengo un negocio propio, si soy empresario o comerciante, pero si es mi única fuente de ingresos… ¿qué pasa si esa fuente de ingresos se ve afectada por algo en el mercado o la economía global?
Hace unos dos años, cuando mencionaba estas cosas, mucha gente me decía: “Ay eso no pasa, es imposible que todo se venga al piso de la noche a la mañana”…
Pero ahora con la pandemia, con la situación del país, con la crisis que se ha vivido hace meses, ahora sí es claro: “Okey, ciertas fuentes de ingreso se pueden ver afectadas en el corto, mediano o largo plazo”.
Y obviamente no es fácil, uno no crea fuentes de ingresos con chasquear los dedos. Pero por esa misma razón hay que educarse, probar, invertir en uno mismo o en ideas de negocio e ir formando ese futuro financiero más sólido y seguro para fundamentar la riqueza.
Clave #6: Planear tu pensión o tu retiro
Si no confías en la pensión obligatoria del estado, no importa, planéala tú mismo.
Ya sea a través de comprar propiedades que alquiles y tener arrendamientos que te brinden un ingreso mensual con el que puedas vivir, o a través de una inversión en acciones que luego te sostengan con los dividendos, o lo que sea.
A través de cualquier cosa, pero que sepas con certeza cuál es el plan para retirarte, para pensionarte, para tener un ingreso sin tener que trabajar.
Incluso en qué edad vas a empezar a recibir ese ingreso, cuánto exactamente va a ser ese ingreso ajustado a inflación y por lo tanto cuánto debes contribuir y aportar mensualmente a que eso se haga realidad.
A menos que tengas un plan específico para eso, va a ser muy difícil que más adelante puedas pertenecer al 1% de los más ricos, porque prácticamente todos tienen este paso perfectamente estructurado.
Clave #7: Invertir
Pero ojo, sólo después de haber tenido todos los pasos anteriores, solamente después de haber consolidado el tener un seguimiento estricto de todos tus gastos.
Sólo después de tener tu fondo de emergencias ahorrado, para que ningún imprevisto, ningún gasto que surja de la nada, te vaya a desequilibrar.
Únicamente después de haber pagado tus deudas de alto interés, y si acaso tener un crédito hipotecario, no más.
Sólo después de haber invertido en ti y de haber re-invertido tus ganancias a través de tus negocios, o lo que sea para crecer más.
Una cosa es invertir en mecanismos tradicionales como acciones, bonos, fondos de inversión, criptomonedas; la otra es invertir en tu propio negocio, en tus propios emprendimientos o en tus propios conocimientos.
También luego de tener más de una fuente de ingresos y de estar aportando mensualmente lo necesario para pensionarte.
Ahí sí es dónde decimos: “Ahora vamos a invertir.”
Y vamos a armar un portafolio de inversión lo suficientemente bien diversificado para reducir el riesgo, pero para ampliar la posibilidad de crecer tu dinero.
De manera que estemos en camino a consolidar y fortalecer tu patrimonio, de manera que puedas pertenecer al 1% de forma garantizada.
Cuando las personas aprenden esto, por lo general piensan: “Uy, eso me va a tomar mucho tiempo.”
Pero la realidad es que está bien si te toma meses o años en llevar a cabo los pasos anteriores antes de invertir.
Mucha gente cree que invertir es la forma de hacerse rico y realmente no lo es, aunque hay unos poquitos casos excepcionales de mucha suerte en lo que la gente invirtió y se volvió rica con alguna cosa rara.
Pero la realidad es que las inversiones tradicionales, son un mecanismo garantizado a largo plazo para consolidar, establecer, preservar y hacer crecer la fortuna que uno ya creo.
Los grandes millonarios invierten para que esa fortuna que ya crearon a través de sus negocios, de sus emprendimientos, de sus participaciones en empresas, no se vaya al piso y no se desaparezca de un momento a otro, sino que esa riqueza permanezca en el tiempo y preferiblemente crezca poco a poco.
No es que vamos a duplicar en 3 meses, como proponen algunas estafas.
Si así de fácil fuera, las personas más ricas del mundo no serían las dueñas de empresas internacionales que llevan años creciendo y fortaleciéndose, sino esos que dicen «ser sus propios jefes» y ganar dinero de la noche a la mañana.
Sin duda va a tomar tiempo, y probablemente es un camino que no se para de recorrer, pero en el que cada vez eres más fuerte y sólido financieramente, tienes más libertad, más tranquilidad, y logras realmente lo que te propones.