7 Errores Financieros Tontos Que Muchos Cometen Hacia Sus 30 Años
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Todos cometemos errores en esta vida, simplemente somos humanos, pero algunos errores financieros verdaderamente tienen el potencial de impactarnos y afectar nuestra vida más delante de manera un poco más profunda.
El día de hoy precisamente quiero comentarte alguno de los errores que cometemos cuando tenemos entre 20 y 30 años, y que pueden tener grandes repercusiones más adelante.
Error #1: Endeudarse Innecesariamente
Básicamente las deudas están allí para cuando las necesitemos.
Pero a veces estamos más jóvenes, no es tanto que esas deudas las adquirimos por necesidad, sino por gusto.
Por ejemplo queremos el último celular que salió, el último Samsung o el último iPhone, y no tenemos la posibilidad de obtenerlo y terminamos pagándolo en un plan de 12 o 24 cuotas o algo…
Lo mismo cuando queremos un televisor enorme o darnos ciertos lujos que, por alguna u otra razón, sencillamente no están dentro de nuestro presupuesto.
Y aquí el peor enemigo pues son las tarjetas de crédito.
Y no necesariamente las tarjetas de crédito, sino la mentalidad de endeudarse, de sentir que merezco disfrutar esas cosas, de querer tenerlo ya aún si no tengo el dinero.
Y claro, si la tarjeta te permite tener eso, pues no te pones a calcular verdaderamente a largo plazo cuánto te está costando, y te puede terminar costando el doble o incluso el triple de lo que hubieras pagado.
En esta situación lo que hay que hacer no es endeudarse, se debe ahorrar para conseguir los objetivos.
Error #2: Casarse Con Una Sola Fuente De Ingresos
Es como si al ganar dinero lo tratáramos como a un matrimonio.
Como que única y exclusivamente tenemos que serle fiel a una manera de ganar dinero, y posiblemente tenga sentido si esta manera de ganar dinero es un empleo que nos ocupa gran parte del día…
Pero son personas jóvenes precisamente las que dejan de lado el explorar diferentes alternativas, opciones, dedicarle una hora diaria a estudiar, a adquirir habilidades o conocimientos para generar ingresos extra.
Generar ingresos adicionales a los que ya tienes no es cuestión de suerte, ni de tener títulos universitarios o de tener grandes estudios, es cuestión de habituarse a buscar fuentes de ingresos adicionales.
Es decir, para ganar por más de una fuente, hay que buscar tener ingresos por más de una fuente, lo cual no es para nada sorprendente.
Pero cuando analizas el comportamiento de la vasta mayoría de jóvenes, ellos sinceramente no les están dedicando el tiempo necesario a estas actividades que podrían mejorar sus ingresos.
Error #3: No Tener Un Plan Financiero Cuando Se Van A Vivir Con Una Pareja
Entre los 20 y los 30 años, la vasta mayoría de las personas terminan yéndose a vivir con su pareja, casándose o teniendo hijos, lo cual impacta sus finanzas considerablemente.
Y uno nunca escucha que digan: “Ah, me voy a juntar con mi pareja y este es el plan financiero que tenemos, esta es la manera en la que vamos a presupuestar los gastos para conseguir los objetivos individuales y en común, así es cómo vamos a manejar las cuentas.”
La verdad es que cuando dos personas se juntan, sea que tengan ingresos similares, sea que uno tenga ingresos y el otro no, o sea que la diferencia de ingresos sea alta; pues definitivamente hay que tener en cuenta el tema financiero, porque posiblemente más adelante se convierta en una fuente de discusiones, de peleas, de problemas e incluso de divorcio, y un divorcio sí que sale caro.
Error #4: Posponer El Pensar En Nuestra Jubilación
Claro, como tenemos 20 años, o 25 años, no nos importa eso, ni siquiera lo vemos viable.
Seguramente nos hemos comido el cuento de que ya uno no se puede jubilar a estas alturas. De que en Colombia ya no hay pensión, de que en México ya uno no se pensiona o cualquier otra cosa.
Y la verdad es que independientemente de si hablamos de las pensiones obligatorias del gobierno, de la estructura tradicional de la jubilación, o si hablamos de eventualmente llegara 3 propiedades raíces que nos generen ingresos y con esos ingresos podamos vivir sin tener que trabajar…
Cualquiera que sea el mecanismo para eventualmente no tener que trabajar por el dinero, es clave que lo empieces a pensar, a planear y a ejecutar estando joven.
Porque de lo contrario, ¿Adivina quién lo va a hacer por ti? Exacto, nadie.
Y si tú no lo haces, llegas a tus 30, 35 o 40 años y dices: “Uy, qué voy a hacer en unos años para descansar de tanto trabajo si no tengo nada que me sostenga”.
Error #5: No Planear Para Días Lluviosos
Como yo le llamo, «no tener el paraguas listo».
Es que la mayoría de las personas eventualmente porque sí o porque no tenemos que vivir momentos difíciles financieramente.
Yo he vivido montones y ocasionalmente surge uno que otro gasto imprevisto que me saca de casillas y digo: “Esto no me lo esperaba.”
Por lo que uno, no debe confiarse en su capacidad para prever exactamente qué cosas pueden salir mal o no, sino más bien, tener un dinero disponible, ahorrado en caso de que una de esas cosas ocurra.
Y aplicar también la regla de los seguros, del gasto grande para proteger los activos.
Si yo por ejemplo tengo un automóvil y no le pago una póliza todo riesgo, y eventualmente me estrello o estoy inmerso en un accidente…
Incluso si no es mi culpa, y yo no tengo el dinero para cubrir el gasto de la reparación del automóvil, pues yo sí debería tener un seguro que aunque pueda ser costoso, va a cubrirme en este caso, y no me va a tocar evolucionar un imprevisto de un día para el otro.
Y en general, para pensar sobre las pólizas o seguros y decidir si son viables o no para ti (de auto, casa o lo que sea), pregúntate primero: Si ocurre un accidente, o un siniestro, ¿tienes la plata para cubrirlo en cualquier momento y que no te desequilibre tus finanzas?
Y en un accidente incluye daños a terceros y todo lo demás…
Si te sobra el dinero para cubrir cualquiera de estas cosas, en cualquier momento; entonces listo, no necesitas un seguro. De lo contrario, es la decisión más inteligente financieramente, estar bien asegurado.
Error #6: No Provisionar Gastos
¿Y a qué me refiero con provisionar?
Es un término muy sencillo que significa que si tienes un gasto por ejemplo anual de $12.000 dólares, lo que haces es dividir ese valor en la cantidad de meses para saber cuánto debes guardar al mes como provisión de ese gasto futuro que algún día va a llegar.
A muchas personas les toma «por sorpresa» ciertos gastos que todos los años tienen, como por ejemplo el impuesto predial de la casa, que lo cobran de forma anual.
Llega el momento de pagar ese impuesto y se están quejando, están hablando mal del gobierno, están quedando en mora… Cuando perfectamente saben que ese gasto llegaría, y al comprar la casa sabía que se atenían a pagarlo.
Y como ese, muchos otros gastos que eventualmente llegarán y deberíamos provisionar con cada pago que recibamos, ir separando parte del dinero hasta que cuando llegue lo tengamos completo.
Error #7: Vivir Por Encima De Las Posibilidades
Cuando estamos jóvenes pensamos que nos vamos a morir en cualquier momento y no vamos a disfrutar…
Y lo peor que le puede pasar a una persona que tenga todo el tiempo la mentalidad de que se va a morir mañana y que si no disfruta hoy definitivamente va a ser perdido el tiempo, es que viva hasta los 90 años, pero tenga que vivir una vejez muy mala financieramente por no haber planeado precisamente llegar a ese punto.
Y no se trata de pensar en guardarlo todo, ser tacaño y ahorrar cada centavo sin realmente disfrutar. Eso sería absolutamente estúpido. No tiene sentido.
Se trata de equilibrar, la vida es un balance y estando jóvenes debemos pensar en el futuro.
Podemos pensar si tenemos 20 años, cuando tengamos 30 o 40. Si tenemos 30, cuando tengamos 50 o 60, o cualquier otra edad.
En todo caso, no se trata de gastar más de lo que ganamos, porque el resultado no va a ser de riqueza y abundancia.
Hay gente que incluso hace gastos con los sueldos que no han recibido y resulta que se queda sin empleo… Y, ¿adivina qué pasa en esa situación? Se vuelve muy complicado.
Y precisamente cuando vivimos fuera de nuestras posibilidades, cuando no presupuestamos, cuando los gastos hormiga se nos llevan el dinero sin que siquiera nos demos cuenta y cuando no tenemos el control, pues nuestra vida financiera se ve impactada, no sólo a corto plazo sino también a largo plazo.
Evitar estos errores parece difícil pero en realidad no lo es, se trata de ser consciente, de educarse financieramente, de tener muy claro cuáles son los objetivos y qué es lo que yo realmente quiero en mi vida a nivel financiero, porque puede que a muchas personas simplemente no les interese este tema y digan: “No, yo como estoy, estoy bien; y no quiero manejar mis finanzas de otra manera porque así estoy disfrutando.”
Estas personas normalmente cuando ya están viejos se arrepienten de sus decisiones; por lo que si estamos jóvenes, realmente estamos a tiempo de tomar el control, de tomar las riendas de nuestra vida.