Ahorrar Vs. Invertir
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Si en algún momento tienes la idea de hacer crecer tu dinero, de realmente alcanzar tus metas financieras, el ahorro puede ser una buena opción; pero probablemente has escuchado sobre la inversión, sobre cómo puedes convertir $10 mil dólares en $15 mil dólares, o cómo puedes duplicar o triplicar el dinero que tienes, empezando con cualquier cantidad de capital.
Piensa que, para invertir realmente, lo primero que hay que hacer es ahorrar.
Así que estamos hablando de que el ahorro debe ser un hábito financiero elemental, un comportamiento que debemos tener implantado; mientras que la inversión es una decisión como tal, un rumbo o una ruta financiera que podemos, o no podemos, tomar o decidir.
Es decir, para ser una persona que maneja muy bien sus finanzas, yo debo tener casi que obligatoriamente el hábito de ahorrar dinero, no necesariamente el hábito de invertirlo.
Esto es, sencillamente, porque para ahorrar no se necesita conocimiento: Yo simplemente me gano X cantidad de dinero, separo una porción de esa cantidad, la guardo y ya, con eso ahorré.
Pero para invertir, por el contrario, necesito entender diferentes conceptos, el perfil de riesgos, la rentabilidad (muchas personas me preguntan si la rentabilidad de una inversión es mensual, anual o cuánto es el periodo de tiempo; casi siempre la manejamos efectiva anual), cuál es la diferencia entre efectiva y nominal (y muchas otras cosas que vienen involucradas en entender si el riesgo es sensibilidad al mercado), cuáles factores de riesgo hay y cuántos hay involucrados.
Y realmente qué significa «riesgo«; porque cuando las personas piensan en «riesgo», piensan en que van a perder todo su dinero.
Es como que un amigo venga y te diga: «Tengo un negocio para que inviertas y te aseguro que vas a ganar mucho dinero«, y tú le preguntes «bueno, y ¿cuál es el riesgo?«, y te dice «puede que simplemente nos vayamos a la quiebra y lo perdamos todo, ese es el riesgo, pero el probabilidad es muy bajita«.
Aquí es donde analizamos «bueno, es muy poca la probabilidad de perderlo todo; pero ¿podemos perderlo todo?«, y ese en realidad no es un riesgo bajito, es un riesgo muy alto.
Con una inversión no ocurre lo mismo, hablamos de «riesgo» en el sentido de que en el corto plazo, o en el mediano plazo, ese dinero puede disminuir (quizás en el largo plazo corrigiéndose y volviendo a aumentar).
Cualquier objetivo que tú tengas en la vida (como estudiar, abrir un negocio, comprar un automóvil o irte de vacaciones), va a requerir que ahorres algo de dinero, no que inviertas ese dinero, porque probablemente al invertirlo vas a tener cierto tiempo o un plazo con ese dinero allí sin poder tocarlo.
Entonces, obviamente hay diferentes plazos y quizás en este sentido uno pueda colocar ese dinero en un fondo de inversión de bajo riesgo, donde puedes disponer de ese dinero cualquier día; pero probablemente, si es un perfil de riesgo medio o alto, no tenga mucho sentido tenerlo invertido si vas a disponer de él en el corto plazo.
Por lo que la inversión, realmente, es un mecanismo para alcanzar tus objetivos, no de corto plazo, no de mediano plazo, sino de largo plazo.
Tampoco significa que vas a tener tu dinero invertido 30 años o 20 años antes de poder ver los frutos, no.
Puede que incluso hablemos de 3 años, 2 años o incluso 1 año, dependiendo de la inversión; pero realmente hay que empezar a considerar más a largo plazo y dejar de pensar en que yo tengo mil dólares, y en cómo puedo convertirlos en dos mil dólares de aquí a la otra semana (porque hay personas que creen que simplemente invertir tu dinero, es poder duplicarlo en 6 meses y ya, y la verdad es que eso no es cierto).
De hecho, cuando uno habla de los fondos de inversión de más alto riesgo y más alta rentabilidad, esos fondos están entre el 10% y el 20% de retorno anual.
Lo que significa que si tú invirtieras, por ejemplo, unos $10 mil dólares, ganarías unos $12 mil dólares (es decir, $2 mil dólares de ganancia neta en un año).
Entonces, aquí es donde hablamos de que en realidad el poder de la inversión está en el interés compuesto.
Pero mantener ahorrado un dinero, guardado en efectivo debajo del colchón no va a hacer que crezca, no van a resultar billetes adicionales; por el contrario, no solo se va a mantener estable, sino que va a estar perdiendo dinero respecto a la inflación.
En un año, si la inflación fue del 3% (o del 5%, o cualquier cantidad de porcentaje de inflación que haya en tu país), pues ese dinero guardado en efectivo va a valer menos.
Quiere decir que tu capacidad adquisitiva no se mantiene igual, va disminuyendo.
Por lo que, por lo menos, hay que pensar en cómo hacer que ese dinero mantenga su valor (como mínimo), y hay instrumentos financieros para esto (como los CDTs, o las inversiones de bajo riesgo); pero, realmente, para más que superar la inflación y no solo mantener la capacidad adquisitiva, hay que pensar en invertir.
La diferencia principal entre ahorrar e invertir, claramente, es solamente el riesgo, porque cuanto tú ahorras no tienes riesgo de perder ni un solo centavo (fuera del de la devaluación de la moneda por inflación).
Pero cuando inviertes, en el corto plazo o en el mediano plazo, puedes ver que tu capital disminuyó y de pronto, si no eres una persona tolerante a esta disminución temporal (a la cual el mercado, probablemente, se va a corregir en el largo plazo, si sabes lo que haces), pues probablemente vas a sacar tu dinero en un momento de perdida en donde vas a absorber toda esa pérdida y realmente no vas a ganar nada, a comparación de si lo dejaras en el tiempo y ese dinero vuelve y se recupera.
Por todas estas razones, las personas llegan a pensar que la inversión es una fuente de estrés, de incertidumbre, de dudas y de dificultades, por no tener la certeza de cuánto es lo que va a recibir y cuándo lo puede retirar.
Pero si me preguntas a mí, realmente no se necesita ser un experto o un genio para empezar e invertir, por un lado; y eventualmente, llegar a entender cómo funciona el mecanismo de la inversión, saber cuál es tu perfil de riesgo y dejar de lado un poco eso de guardar dinero ahí, dejándolo perder valor en una cuenta de ahorros o en efectivo, y empezar justamente a aprovechar y a apalancarte del valor que tiene tu dinero, incluso de tus excedentes (si no es que te queda dinero sobrando mes a mes, pues del dinero que de todas manera recibes y vas gastando en el mes, o en la quincena, ya que ese dinero inicialmente no se gasta todo en un día).
Ese dinero puede ir trabajando por ti, puedes empezar a utilizarlo para que te dé liquidez.
Incluso, fondos de inversión de riesgo 1 o de 5, te permite tener allí tus ahorros, retirarlos en cualquier día hábil y eso va generando todos los días de a poquitos.
Yo estaba analizando, durante el último año, cuáles han sido los días en que el capital total ha disminuido vs. cuáles son los días en que ha aumentado o se ha mantenido igual, y creo que he visto 4-5 días en el año en que disminuye, y el resto del tiempo todo el tiempo está creciendo (muy poquito, pero está creciendo ese dinero).
Entonces, lo que yo hago (personalmente) es lo siguiente.
Primero que todo, tengo lo que es el dinero de mi liquidez, de mis excedentes, en un fondo de bajo riesgo y de alta disponibilidad: a la vista; y tengo también un dinero de inversión en mediano plazo, que prácticamente el día de hoy no necesito y del cual puedo olvidarme, y que no quiero comprometer a tasas de alto riesgo por si en algún momento necesito disponer de ese capital.
Así como aparte, tengo otra porción de dinero (de esa sí me olvido permanentemente, prácticamente hago de cuenta que es un gasto definitivo y que nunca más lo volveré a ver), para invertir en largo plazo (muy largo plazo) y es de más alto riesgo.
Obviamente en inversiones que hayan mantenido un crecimiento acorde al crecimiento del mercado (para justamente no ir a invertir en una sola empresa que se fue a la quiebra y lo perdí todo, como te mencionaba anteriormente).
El experimentar en los 3 niveles de riesgo (bajo, moderado y alto) me permite entender, en el día a día, cómo se comportan, cómo funcionan, cuándo suben, cuándo bajan y más o menos ir cogiendo esa experiencia y esa capacidad de saber si tiene sentido o no ciertas cosas para los objetivos que yo tengo.
Puedo empezar con capitales muy bajitos y, con esos capitales, proyectarme en el futuro y decir «si yo tuviera X cantidad de dinero, esto más o menos podría ser lo que yo haría«, pero empezar lo más pronto posible a invertir.
Ahora, si en este momento tienes deudas, y estás pensando si pagarlas primero, antes de invertir, o qué hacer, te recomiendo leer este artículo: ¿Ahorrar, Pagar Deudas O Invertir?.
Así que, en últimas, la respuesta a la pregunta de «¿yo debería ahorrar o invertir?«, es la siguiente:
Si tienes muy poco dinero y prácticamente ese dinero solo te alcanza para lo del mes, claramente invertir no es una opción viable para ti en este momento.
Probablemente tengas que empezar primero con el hábito de ahorrar, juicioso, 1%, 2%, 5%, o 10% del dinero que recibes.
Ya cuando llegues a ahorrar entre el 5% y el 10% de tu dinero, cada mes, sin problemas, es donde puedes decir «bueno, ese dinero que estoy ahorrando, ¿lo voy a seguir dejando perder valor todos los días ante la inflación o voy a hacer algo al respecto para que crezca, me ayude, se apalanque y trabaje por mí de forma pasiva, mientras yo simplemente me encargo de seguir ganando más dinero?«.
Y es aquí donde tú puedes empezar a tener ese ahorro invertido, en su mayor parte para que te dé rendimientos casi todos los días, y empiezas a divergir por porciones en otros tipos de riesgos:
Un 10% 0 20% a inversión de riesgo más alto, y de largo plazo.
Un 30% o 20% a inversión de riesgo más moderado, no tan bajo ni tal alto, y a un plazo medio también.
O como sea que quieras dividirlo, según tus preferencias.
Empiezas a probar, a verificar cómo funciona, a analizar cuáles son las alternativas que más se conectan con tus ideales y tus objetivos.
En últimas, si tú tienes algo de capital ahorrado, si tienes un flujo de ingresos un poco más alto y si ya llevas ahorrando (tienes el hábito durante varios meses o años, y prácticamente eso lo tienes dominado), es aquí donde la recomendación sería que, obviamente, investigues muy bien cómo hacer una inversión; pero que empieces a analizar cuáles son las opciones de inversión adecuadas para ti.
Y que analices diferentes opciones de riesgo, con capitales bien bajitos, de manera que empieces a aprender y entender cómo se comportan, y a definir «ok, a esta le voy a invertir más, ésta la voy a cancelar, esto lo voy a pasar para acá«, y así vayas moviéndote en todo este proceso.
Recordando siempre que, sin importar las caídas temporales que hay en la rentabilidad en el mercado (de acuerdo al comportamiento y los diferentes factores, que a veces son tan impredecibles), por lo general siempre la economía tiende a corregirse ella misma, y vuelve a recuperar no solo esas bajadas y a estabilizar, sino a crecer incluso mucho más.
Ese, junto con el interés compuesto, es el verdadero poder de la inversión que, en mi opinión, aún si no es una opción para ti el día de hoy, debería serlo para el día de mañana (en donde ya tengas el control de tus finanzas y puedas ser mucho más exitoso financieramente).