AutoPercepción Disminuida
Autor: Sebas Celis
AutoPercepción Disminuida
Luego de haber hablado un poco sobre el Dialogo Interno, queda claro que una de las cosas más importantes que podemos hacer por nuestro éxito, es mejorar la manera como nos tratamos a nosotros mismos.
Es increíble que para la mayoría de nosotros, siempre y cuando no contemos con un control consciente de nuestros pensamientos, el 80% del dialogo interno será predominantemente negativo.
Y más increíble aún, es que muchas personas al descubrir esto, sencillamente no hacen nada al respecto. Es importante modificar la manera como nos vemos y nos tratamos a nosotros mismos con el objetivo de estructurar y solidificar un gran Autoconcepto.
Y justamente, hoy quiero compartir una buena visión al respecto, que me ha permitido identificar aquellos momentos en los que simplemente estoy siendo más duro conmigo mismo de lo que debería.
Lo ideal es que podamos adquirir cierta armonía y paz con nuestro ser, en otras palabras llegar a un gran equilibrio entre la mente Consciente y la mente Subconsciente.
De lo que hablo hoy, es de la AutoPercepción Disminuida. ¿A qué me refiero con esto?
Bien, lo entiendo de esta manera: ¿Alguna vez te ha pasado que alguien te halaga o destaca alguna habilidad o logro tuyo, que tú mismo ni siquiera habías notado? ¿Te ha pasado que cuando te felicitan por algo dices: «No fue nada» o «Estuvo muy fácil» en vez de saber que tuviste méritos?.
En muchas ocasiones, cuando realmente merecemos reconocimiento y cuando somos nosotros mismos los acreedores del triunfo o gran logro que hayamos logrado, lo dejamos de lado y disminuimos la percepción que tenemos de nosotros mismos como exitosos.
Con esto, lo que logramos es bajar nuestros niveles de Autoestima de la manera más inconsciente posible, y lo peor de todo, de manera indetectable. Cuando detectamos que estamos fallando, es fácil volver atrás un paso y corregir el error para luego continuar bien.
Pero cuando no lo hacemos, es sumamente complejo reivindicarnos, y este efecto se prolonga en el tiempo, por lo que acabamos empobreciéndonos a nosotros mismos mentalmente.
Otro posible ejemplo de la AutoPercepción Disminuida, se da cuando adquirimos algo con total éxito y no decidimos contarle a nadie, por temor a parecer egocentristas, orgullosos o exhibicionistas. Nada más alejado de la realidad. Lo que ocurre es que, no nos sentimos tan merecedores del triunfo como tal, y por tanto buscamos esconderlo.
Mi recomendación para ti Hoy es: Dedícate por algunos instantes a descubrir cuáles son aquellas cosas de las que te sientes orgulloso, qué es aquello que has logrado y es notable con respecto a los demás, cuántos logros has llevado a cabo que sean dignos de felicitación.
Una vez hayas identificado estas cosas, pregúntate: ¿Le halagarías a otra persona el haber logrado esto? Si fuera tu hermano o tu primo, ¿Lo felicitarías? ¿Le darías ánimos para continuar?
Si las respuestas son afirmativas entonces ahora pregúntate: ¿Lo estás haciendo contigo mismo? ¿Te crees merecedor de las felicitaciones y de los ánimos? ¿Sientes que tú mismo mereces lo que has logrado y mereces reconocimiento?
Realmente lo mereces. Lo mereces mucho más de lo que crees.
En todo mi tiempo de estudio en temas de Desarrollo Personal, me he dado cuenta que nosotros los seres humanos por defecto, estamos en un estado de AutoPercepción Disminuida.
Esto significa que lo normal, es que nos veamos a nosotros mismos, siendo menos de lo que en realidad somos, pudiendo menos de lo que en realidad podemos y logrando menos de lo que en realidad logramos.
Todo esto, debido a nuestra programación subconsciente creada por la sociedad, en la que se nos enseña a no ser egocéntricos e incluso a valorar más a los demás y a sus logros, que a nosotros y a los nuestros.
Creo que es hora de que esta situación cambie y para efectivamente lograrlo debemos empezar a recibir con los brazos abiertos todo aquello por lo que hayamos luchado y que haya requerido de nuestro esfuerzo en algún sentido.
Lo mejor de todo es que mientras aceptemos, aprobemos y agradezcamos por lo que tenemos, somos y hemos logrado, mucho más de eso tendremos en el futuro, justamente por nuestra programación mental y nuestra receptividad ante las oportunidades.
No disminuyas tu autopercepción, si es posible ¡Auméntala!. Como decía John Alexander: «Hazte el fuerte, hasta que lo seas. Pero trabaja duro por fortalecerte.»
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