Cómo DISTRIBUIR Tus Gastos Para Que Te RINDA El Dinero
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Normalmente, cuando analizamos la mejor manera de distribuir nuestros gastos (o en otras palabras, cómo manejar el dinero que recibimos de forma que nos alcance para todo, de manera que podamos ir cumpliendo objetivos financieros), lo ideal es tener en cuenta ciertas reglas.
Como por ejemplo, la regla 50-30-20, o la regla 60-10-10-20.
Sin embargo, el día de hoy vamos a hablar de lo que deberías tener en cuenta, un ejercicio práctico, incluso antes de aplicar cualquier regla.
De manera que nos demos cuenta cuál es tu posición o tu situación actual, a qué situación financiera realmente quieres llegar y cómo empezar a tomar las acciones necesarias para dirigirte a esa vida en la que tienes tus finanzas bajo control.
Así que, vamos a hacer un ejercicio práctico.
Toma lápiz y papel, y vamos a anotar todos y cada uno de tus gastos.
Mentalmente, sin mirar facturas, sin analizar extractos bancarios, ni tarjetas de créditos. Sin ver nada, solamente de lo que se te ocurra en tu mente.
Anotas el tipo de gasto y anotas el monto, cuánto dinero gastaste.
Piensa, por ejemplo, en el mes que ya terminó. Puedes anotar todo lo que gastaste en ese mes. Todo lo que se te ocurra y todo lo que recuerdes.
¿Listo?
Ahora, escribe cuánto dinero recibes al mes. Ya sea del trabajo, o de subsidios, o de regalos, de arriendos, de pensión, de la fuente que sea pero coloca la cifra de la cantidad que recibes en todo el mes.
Luego, vamos a hacer una suma exactamente de cuánto dan todos esos gastos.
Es decir, cuál es el total que, de acuerdo a lo que tú recuerdas, estás gastando mensualmente.
Posteriormente, vamos a comparar esa cantidad con lo que son tus ingresos mensuales, con el dinero que te entra.
Aquí tendrás una proporción porcentual de cuánto realmente de lo que ganas te estás gastando.
Puede que incluso sea más del 100% y que estés gastando tus ahorros.
Puede que sea menos del 100%, o puede que sea el 100%.
Ahora, sabiendo cuál es ese porcentaje de lo que se supone que gastas vs. lo que ganas, analiza si esa es la realidad respecto al dinero que te quedó o te faltó el mes pasado, y si verdaderamente fuiste capaz o no de sacar la cifra real.
¿Será que hubo algo que no anotaste?, ¿Algún gasto inesperado el mes pasado, de esos que no se producen todos los meses pero que hizo que el mes pasado te salieras de tu presupuesto?, ¿O será que no tienes claridad respecto a en qué se te fue el dinero el último mes, el mes antepasado o incluso el año pasado y muchos de los meses que tuviste?
Probablemente te estés preguntando «bueno, ¿y para qué analizar los gastos?, ¿Cuál es el punto?, si lo que yo quiero es empezar a mejorar como tal desde ahora, no quedarme en el pasado, sino proyectarme hacia el futuro«.
La verdad es que todos manejamos el dinero de manera diferente. Todos tenemos diferentes gastos. Hay unos que yo tengo que tú no tienes, hay otros que tú tienes que yo no tengo.
Cuando realmente analizamos y contrastamos lo que tenemos aquí en nuestra mente, nosotros creemos que siempre tenemos un marco mental completo de nuestras finanzas, y prácticamente nunca es cierto.
Es más, algunas personas ni siquiera tienen claridad respecto a cuánto ganan cada mes, lo cual sería muy simple decir para la basta mayoría de personas.
Entonces, cuando lo que hacemos es escribir y poner en papel, contrastamos de manera muy eficaz.
Porque a veces es una cuestión de identificar 1 o 2 gastos innecesarios que puedes eliminar o reducir, y con eso tu situación financiera mejora drásticamente de la noche a la mañana.
Otras veces nos damos cuenta que no es tan fácil, y que los gastos hormiga se están comiendo tu dinero todos los meses, sin que te des cuenta ni siquiera cuáles son esos gastos hormiga.
En cualquier caso, la clave está en primero identificar tu situación actual con conciencia, con honestidad hacia ti mismo.
Luego, decidir cómo quieres que sea esa situación financiera, y de ahí va a ser mucho más simple decir «bueno, el primer paso que voy a tomar es este, voy a organizar esto, voy a mejorar esto; esto está bien, esto no está bien y quiero cambiarlo«.
Y que seas consciente, en vez de evitar y tratar de eludir esa realidad, incluso si no es tan bonita ante tus ojos.
Por lo tanto, varias cosas pueden pasar con este análisis.
La primera es que puede que tengas tus gastos bajo control.
Que tu análisis realmente te diga, incluso mentalmente, todo lo que gastas.
Que sepas exactamente cuánto dinero estás gastando en el mes, pero que de todas maneras no te alcance y no sea suficiente tus ingresos para cubrir tus gastos.
Que, incluso a pesar de que tienes un buen manejo, de todas maneras ese dinero no sea suficiente.
En este caso hay que ir ítem por ítem, analizando qué podemos optimizar, eliminar o reducir en cuanto a gastos innecesarios.
Podemos analizar el llevar a cabo un reto, como por ejemplo el reto de «no gastar». Y, por supuesto, podemos también pensar en cómo aumentar nuestros ingresos.
Yo sé que no es tan fácil decir «listo, si no te alcanza el dinero, pues necesitas ganar más«…
Lo importante es entender que si tú difícilmente controlas tus gastos con ingresos bajitos, con ingresos altos va a ser mucho más complicado.
Pero puede que ya tengas tus gastos bajo control. Puede que ya estés llevando un presupuesto. Puede que ya sepas exactamente tus porcentajes. Y que aún así no sean suficientes tus ingresos.
En este caso, lo recomendable es dedicar por lo menos una hora diaria, incluso sábados, domingos y festivos, a analizar qué otras maneras podrías implementar para ganar más dinero.
Que estudies, te eduques, lleves a cabo una lluvia de ideas, una lista, cualquier cosa.
Incluso que otras personas te den ideas, que analices cuáles son tus capacidades actuales monetizables y que hagas todo lo necesario para intentar, incluso fracasar y volver a intentar, para generar más ingresos en tu tiempo libre.
Sea como sea, que te enfoques en generar ingresos extra te va a ayudar muchísimo.
No solo por el dinero que te va a permitir cumplir con tus objetivos, sino por la habilidad de generar esos ingresos, que te va a servir en cualquier instante.
Sin embargo, lo más probable (y la opción número dos) es que después del análisis, te des cuenta de que no eres consciente de todo el dinero que gastas.
Y que más fácil busques excusas y pienses que tus gastos son de única vez y no van a volver a ocurrir…
«Ah, es que este mes tuve que comprar ropa, y no lo compro todos los meses«, «ah, es que este mes había que pagar el impuesto de la moto, y eso no es todos los meses«, «ah, es que este mes hubo tal cosa«.
Y parece que todos los meses hay algo diferente, nuevo e inesperado, y no es así.
Esos gastos no son inesperados.
Por lo tanto, lo recomendable es un análisis completo, una lista completa, de todas las cosas posibles en las que podrías gastar dinero.
Esa lista podría ser tan grande que realmente no tengo cómo decirte todos los ítems. Sin embargo, te voy a decir los más importantes. Y aún así vas a ver que es una lista muy larga.
- Mercado. Pero hablando de alimentación básica, necesaria para tu subsistencia.
- Comidas esporádicas. Por ejemplo en restaurantes, cafés o bares. O los «gusticos en el supermercado», aquellas cosas que no son tu alimentación esencial.
- Entretenimiento. Puede ser suscripciones, tipo Netflix.
- Diversión. Salidas a rumbear, a cine, a piscina, o a cualquier tipo de actividad que sea para diversión y entretenimiento.
- Gastos de vivienda. Arriendo, administración, crédito hipotecario, cuota para los padres (en caso de que vivas con ellos), jardinería, reparaciones o mejoras en la casa, etc.
- Servicios públicos. Agua, gas, energía, internet, plan de celula. Para la basta mayoría de las personas el tener internet y un plan de celular no es un lujo, sino que es prácticamente necesario para estudiar o trabajar. Pero en tu caso debes ser consciente incluso de eso, de si ese gasto es necesario o es opcional, en caso de que debas tener un mejor control de tus gastos.
- Educación. Cursos, libros, fotocopias, el costo del semestre en la universidad, etc.
- Gastos ocasionales. Aquí es donde incluimos por ejemplo compra de electrodomésticos una que otra vez, muebles, gastos imprevistos y cosas que podrías analizar, que se dan solamente algunas veces en el año; o incluso una vez cada 3, 4 o 5 años, pero hay que tenerlas en cuenta.
- Transporte. Hablamos de gasolina, bus, taxi. O incluso, si tienes vehículo, impuestos, mantenimiento, repuestos, seguro obligatorio, técnico mecánica, lavadas, peajes, comparendos, multas, etc.
- Regalos. Si eres dadivoso y no faltan los regalos hacia otras personas, así sea de vez en cuando.
- Gastos personales. Tipo peluquería, spa, arreglo de uñas, toallas higiénicas, máquinas de afeitar, en fin.
Bueno, y de ahí para abajo una cantidad enorme de categorías que podrías definir de gastos, de acuerdo a tu estilo de vida.
Si tienes hijos, esa es otra categoría importante.
La idea es que saques la lista más exhaustiva posible, y para esto ayuda mucho el anotar cada gasto que uno tiene.
Sino lo has hecho nunca, probablemente no tengas una lista tan grande. Pero, como puedes ver, uno puede gastar dinero en cantidades de cosas distintas.
Luego, tomas esa lista y analizar: «ok, ¿será que estoy gastando mucho en esto?, ¿Será que este gasto lo podría eliminar por completo? ¿Lo podría reducir? ¿Lo podría compartir» (como por ejemplo el Netflix).
Empiezas a pensar en alternativas y a buscar optimizar esos gastos.
También hay que aprender a decir «no» ante la presión social.
Si tienes un presupuesto definido al mes para salidas, o licor, o diversión; ese presupuesto se debe respetar incluso ante la presión de otros, y ese es un control y un compromiso que debes tener contigo mismo, porque nadie más se va a preocupar por el dinero que gastas o por tu futuro financiero, solamente tú.
Finalmente, hay que darse cuenta que, definitivamente, por más que yo me esfuerce por reducir mis gastos, hay un límite de cuántos gastos puedo optimizar y cuántos son mis gastos mínimos básicos todos los meses.
Pero nunca hay un límite de cuánto dinero yo puedo ganar.
El límite solamente está en mi mente, en mi creatividad, en mis habilidades, en mi educación, en la forma en que distribuyo mi tiempo, en cómo me organizo, en qué tantas cosas aprendo y muchos otros elementos que pueden ayudarme a incrementar esos ingresos.
Reducir gastos es solamente una parte del componente clave para crear riqueza.
Aumentar los ingresos, invertirlos y hacerlos crecer, claramente es la otra.
Finalmente, se podría dar el caso número tres, es el más inusual de todos. Pero la idea es que te vayas dirigiendo hacia allá.
Y es que tú, tanto tienes tus gastos bajo control, los entiendes, los conoces, los identificas y ya están optimizados; como estos son menores a tus ingresos y tienes un porcentaje de dinero que te sobra todos los meses, el cual puedes ahorrar o invertir.
Aquí las recomendaciones son muy sencillas.
Primero que todo, échale un vistazo al video sobre 10 cosas para las cuales deberías ahorrar, ya que si no tienes claro en qué utilizar tus ahorros, probablemente no te sientas tan motivado para ahorrar, o por lo menos no tengas la claridad de para qué lo haces, incluso, si lo estás haciendo.
Entonces, así le das un poco más de dirección a tu dinero.
Asegúrate también de estar invirtiendo. Y si no sabes por dónde empezar, échale un vistazo también a mi video sobre cómo invertir para principiantes.
Definitivamente, no caigas en la trampa de la inflación al estilo de vida, que es que cuando tus ingresos son más altos que tus gastos, y tus gastos suben para adaptarse como si fueran agua en un recipiente. Esa no es la idea.
Y si recibes ingresos más grandes, o si recibes un aumento (si tu negocio mejora o cualquier otra cosa), pues naturalmente vas a querer darte más gustos, darte más lujos y de repente permitirte ciertas cosas.
Has que eso solamente ocurra a nivel porcentual, pero que los porcentajes se mantengan fijos.
Pero que nunca aumenten tus gastos solo porque aumentan tus ingresos.
Porque así claramente siempre le vas a cortar las alas a tu dinero y nunca vas a poder generar más abundancia para llegar al punto en el que puedas disfrutar como quieras todo tu dinero.
Recuerda que se trata precisamente de hoy controlar un poco la forma en que gestionas ese dinero, para mañana poder hacer lo que quieras con toda tu vida de abundancia.
Es algo solamente temporal, y que de todas maneras te permita disfrutar hoy en día.
No se trata de limitarte, y no se trata tampoco de ser tacaño.
También hay que continuar enfocado en generar más ingresos, incluso si tus ingresos son mayores a tus gastos, estás ahorrando, invirtiendo y creciendo financieramente.
No debes dejar de lado el hecho de que puedes ganar más dinero, solamente con que pongas parte de tu empeño.
Y preferiblemente que lo hagas sin pensar que siempre para ganar más hay que trabajar más tiempo, esforzarse más y trabajar más duro, porque no siempre es así.
A veces es trabajo inteligente, no trabajo duro, lo que se necesita para crecer financieramente.
Por último, no dejes nunca de ser consciente de tus gastos, incluso si estás ganando ya demasiado dinero, tanto que para lo que gastas mensualmente esos gastos son un porcentaje muy chiquito e irrelevante.
Porque eso que aparentemente es irrelevante, se puede convertir en un problema.
Los gastos hormiga realmente tienen el potencial de arruinarte financieramente, y el valor de una pequeña cantidad de dinero hoy, no se compara en nada al valor de esa cantidad de dinero invertida en el futuro.
Por lo que realmente, incluso mientras empiezas desde cero (sin ingresos, sin dinero), hasta que llegas a los niveles más alto; debes siempre, en todo momento y en todo el punto de este trayecto, ser consciente de cómo manejas tu dinero.
Y siempre tener del lado tuyo la educación financiera. Ya que si esto es algo que implementas en tu vida diaria y haces que tu estilo de vida refleje la abundancia que quieres crear, lo más seguro es que te encuentres realmente en el camino hacia la libertad financiera.