Cómo Garantizar El Progreso En Tus Metas Y Propósitos De Este Año
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No importa si estás leyendo esto a mitad de año, o si apenas estamos empezando año… De hecho, es un texto hecho principalmente para después de Enero.
Y la razón por la cual este artículo sirve para meses después de año nuevo, es porque a estas alturas la gran mayoría de las personas ya se han olvidado de las metas de año nuevo, de los propósitos para este año.
No es una sorpresa, sencillamente han vuelto a la rutina.
De pronto los primeros días algunas personas están en vacaciones, otros están visitando a sus familiares, o cualquier otra cosa diferente a lo normal.
Tienen tiempo de pensar, de reflexionar, de analizar cómo les fue el año pasado, qué quisieran para este año, y empiezan a plantearse metas, objetivos, empiezan a soñar, a imaginarse nuevos resultados.
Y empezamos siempre con la ilusión de que este año realmente tengamos una vida nueva.
Sin embargo, cuando volvemos al trabajo, al estudio o a las actividades cotidianas, nos encontramos con que el día a día es difícil de sobrellevar por sí solo…
Ahora mucho más duro añadiendo nuevas actividades, nuevas tareas, nuevas ocupaciones, nuevos proyectos.
Y recordamos que tenemos ciertas obligaciones y responsabilidades.
Así que, tendemos a pensar que el enfoque, la concentración, la productividad y la organización, son la clave.
Pero no siempre es así.
El Olvido
De hecho, la gran mayoría de personas no logran las metas que se propone o los propósitos de año nuevo, simplemente por olvido.
Pareciera que no es así, que a uno no se le van a olvidar sus objetivos.
Pero en el día a día, uno no está pensando en esos objetivos, uno no está consciente de que en algún momento se planteó conseguir determinados resultados.
Ya sea resultados financieros, de crear un negocio propio y llevarlo a cierto nivel de ventas, o resultados personales, en cuanto a salud, respecto a lo que es el ejercicio o la alimentación.
Llega un punto en que ni pensamos en esas cosas, no porque no estemos concentrados todo el tiempo, sino porque no tenemos un recordatorio de todos los días.
La Falta De Conexión Con Los Objetivos
También es posible que algunos de estos objetivos no se logren simplemente porque no tienen un verdadero porqué en nuestra vida, porque son los de siempre: Mejor salud, más ejercicio, alimentarse mejor, ganar más dinero, bla, bla bla.
¿Y qué significa eso en tu vida?
¿Por qué lo quieres lograr?, ¿Cuáles son los resultados que te van a traer?, ¿Cómo va a ser diferente tu día a día y qué vas a ganar con ello?
Muchas veces esos propósitos de año nuevo, o esas metas que tenemos incluso en cualquier otro momento, son metas que otras personas se proponen y nosotros consideramos que también deberíamos proponernos.
Así que, obviamente es cuestión de preguntarse si estos objetivos son verdaderamente tuyos, si te van a llevar a ti a una mejor vida, a una mayor felicidad.
Muchas veces también sobreestimamos lo que podemos hacer en una semana, y subestimamos lo que podemos lograr en un año.
A veces nos dicen «¿y cuánto te demoras aproximadamente haciendo este trabajo, o llevando a cabo tal actividad?», y decimos «eso nos demora dos o tres días, o una semana», y realmente nos toma mucho más tiempo del que pensamos.
Entonces, estamos acostumbrados a que cada que nos fijamos un plazo para lograr algo, por lo general no lo logramos.
Esto es algo negativo para nuestra mente subconsciente porque está acostumbrada a fracasar, incluso en cosas sencillas.
Por lo tanto pensamos que en un año es difícil que vayamos a lograr verdaderamente los propósitos y subestimamos todo el potencial que tenemos para lograr cosas en un año que son 52 semanas.
En 52 semanas es mucho lo que se puede conseguir incluso sin tanto esfuerzo, si lográramos mantenernos siempre al tanto de nuestro progreso en las metas, midiendo el resultado.
Hay Que Medir El Camino
Sabiendo que si yo por ejemplo deseo obtener un ingreso de $3.000 dólares al mes, tengo que estar logrando $100 dólares al día, y por lo tanto el día que no logre $100, tengo que compensarlo con otro día que logre más de $100.
Y si no estoy logrando $100 sino $50, o $30, ¿de qué manera puedo ampliar mis ingresos, o conseguir más clientes, o diversificar mis productos, o llevar a cabo cualquier otra estrategia?
Lo mismo si hablamos de una cuestión de salud, de alimentarse mejor, de comer 5 veces al día, de hacer más ejercicio, de llevar a cabo una meta de actividad física diariamente.
Cualquier cosa se puede medir, casi todo lo que es éxito personal se puede medir.
Y por supuesto cuando yo me imagino esas metas en un año, las puedo traducir a qué significan en un mes, qué implican en una semana y qué representan en un día.
Hay otras metas que aparentemente son más difíciles de dividir en el tiempo, algunas cosas como «quiero ser feliz».
La forma de hacerlo, es preguntándose: ¿Qué significa para mí «ser feliz»?
De pronto puede significar un conjunto de varias cosas: Pasar tiempo libre con mi familia, viajar, hacer lo que me gusta, en fin.
Diferentes actividades con las que yo puedo decir «eso qué implica hoy, qué implica mañana, qué implica la próxima semana».
Y ese rendimiento diario e incluso por horas, se me traduce en progreso semanal y mensual, y en últimas se convierta en el logro de mis metas en todo un año.
Lógicamente va a ser muy difícil que logremos nuevas cosas, nuevos resultados, una vida diferente, si seguimos haciendo las mismas cosas una y otra vez.
Hay personas que cada año se ponen las mismas metas, y cada año llevan a cabo las mismas actividades y por lo tanto no las logran.
Cada año por ejemplo muchas personas se plantean el objetivo de adelgazar, o de tonificar músculo, o de cualquier cosa.
Algunos van al gimnasio los primeros 15 días, y dejan de ir.
A veces pagan la membresía de más tiempo y los gimnasios ganan dinero de gente que no va, ese es uno de los beneficios de ser dueño de un gimnasio, que la gente incumple con sus propias metas.
Entonces ahí la cuestión es saber que para poder lograr algo que yo nunca he logrado, es probable que necesite hacer algo que yo nunca he hecho.
Salir de mi zona de confort, probar nuevas metas, diferentes estrategias, diferentes elementos que pueda incluir en mi vida que no he considerado antes y que de pronto incluso en ocasiones he estado en contra de ellos pero que podrían funcionar.
La verdad es que no nos vamos a dar cuenta si algo funciona o no para nosotros, a menos de que lo probemos.
La Motivación Y El Ánimo
Y también es importante tener en cuenta lo que es la motivación y el estado de ánimo.
Una cosa es yo tener clara una meta que me definí, que sé que es importante y que tiene un gran por qué, como por ejemplo una meta financiera, una meta de salud, una meta personal, una meta familiar o social, o de lo que sea…
Pero, otra cosa es que yo me levante una mañana sin ganas de trabajar en esa meta, sin deseos de tomar acción, de tener actividades que me lleven hacia el logro de ese objetivo.
Y aquí es donde es importante alinear también tu nivel de energía personal, eso la verdad es que tiene que ver con muchas cosas a nivel físico como el sueño, la alimentación y demás.
Pero también con cómo manejas tu bienestar diariamente, tu nivel de autoestima, tu nivel de estado de ánimo en general, de motivación pero a nivel de tomar acción en las cosas.
Una cosa es la motivación que tenemos para llevar a cabo algo, como por ejemplo, la motivación de ir todos los días a trabajar, o a abrir las puertas de mi local, porque eso es lo me da el sustento, es lo que me permite progresar, adquirir experiencia, pagar mis responsabilidades financieras, comer, en fin.
Otra cosa es qué me motiva hoy a hacer esta actividad en específico.
Es muy diferente el largo plazo y pensar en resultados, al corto plazo y pensar en actividades.
En actividades es donde yo puedo sufrir un poco de baja de estado de ánimo, falta de motivación.
Y si esto se lleva a cabo durante varios días seguidos, eventualmente llega lo que llaman el «burnout«, que es simplemente cuando ya me quemé, ya estoy totalmente cansado y agotado de hacer estas actividades.
Algunas personas concluyen que lo que están haciendo «no es lo suyo», que simplemente no nacieron para eso…
Otros simplemente se dan cuenta que se están rindiendo demasiado rápido y demasiado fácil.
Y otros, de pronto encuentran la fortaleza de volverlo a intentar y quizás modificar algo esta vez, a veces un cambio de horario es suficiente, a veces hacer las cosas con un compañero o con la pareja es suficiente, otras veces hay que hacer cambios completamente radicales de 180º grados para poder ver más progreso y más facilidad.
En cualquier caso, siempre el logro de las metas y el progreso consistente de los propósitos, sea los del año nuevo, sea los de cada mes (dependiendo del nivel de organización que tengas), por lo general va a implicar un desarrollo personal, un crecimiento personal.
Y para obtener ese crecimiento personal que nos ayude a progresar en nuestras metas, claramente se requiere un compromiso, y se requiere tenerlo claro.
Yo te puedo preguntar ahora: ¿Cómo van tus metas de año nuevo?
Muchas personas me van a responder que muy bien, y en ese caso los felicito, y espero que continúen de esa manera.
Otras personas me van a decir «pues la verdad es que no muy bien», o «la verdad es que no he hecho nada de lo que planeaba o de lo que pensaba lograr el mes pasado desde que me planteé este objetivo».
Entonces, ahí es donde te digo que si te comprometes con ese desarrollo personal constante y consistente, y si te comprometes con recordarte todos los días el porqué, quizás con analizar esas metas de donde vienen, tener en cuenta tu estado de ánimo, y todas las otras ideas que te compartí el día de hoy, la verdad es que creo y confío plenamente en que tú puedes lograr ese progreso consistente en tus metas.