¿Cómo Ser Un Madrugador?
¿Cómo Ser Un Madrugador?
Cuando queremos aumentar nuestra productividad, tenemos varias opciones.
La gran mayoría de ellas consisten en gestionar mejor nuestro tiempo, y por tanto, lo que hacemos día a día con el.
Madrugar, es una buena opción para muchos de nosotros, cuando queremos contar con unas horas adicionales al día, tiempo en el cual podemos sentirnos frescos y llenos de energía para llevar a cabo las actividades más complejas o importantes del día.
Cuando madrugamos, y aprovechamos el tiempo en la mañana, es posible que para la tarde hayamos terminado todo lo que tenemos que hacer, permitiéndonos este detalle, disfrutar en parte de la tarde y la noche, actividades que normalmente invertiríamos en cosas que no se hicieron en la mañana porque nos levantamos tarde.
Es importante saber para qué queremos madrugar.
Si estás leyendo este artículo, es porque probablemente te interese la idea de aprender a ser un madrugador. Pero la pregunta interesante es: ¿con que objetivo?.
Si actualmente sabes cuales serían tus objetivos al madrugar, sabes con que actividades llenarías tus espacios de tiempo, y sabes cuales serían los beneficios de este cambio, entonces continúa leyendo y aprende un método muy efectivo para hacerlo. De lo contrario, te recomiendo que pienses por un rato en cómo podrías beneficiarte de ello, porque de lo contrario, lo podrías considerar inútil, y posteriormente procrastinar o renunciar a mitad de camino por falta de motivación.
En mi caso, madrugar me puede servir para muchas cosas. Cuando estudiaba en la universidad, tuve que adaptarme al hecho de tener que levantarme temprano muchas veces, incluyendo días en los que no tenía que ir a estudiar, fines de semana y días festivos (feriados).
Levantarme temprano me permitía en esos casos verificar mis tareas o trabajos pendientes, adelantar lo máximo posible, cocinar cuando era necesario, estar listo para la clase habiendo preparado algo de los temas que se van a ver o de los que me iban a evaluar (muchas veces no sabía cuando iban a haber evaluaciones, o simplemente lo olvidaba, por lo que siempre permanecía listo para un examen en cualquier momento) y eventualmente, tener tiempo libre para dedicarle a proyectos personales, ocio, diversión, algún hobby, o simplemente descansar.
Madrugar no es fácil. Convertirse en un Madrugador, si.
La cuestión con madrugar, y que quizás te preguntes porqué escribo un artículo como este en mi blog sobre Desarrollo Personal, es que requiere algo de adaptación, tanto física, como psicológica, por lo cual se implica en ello un crecimiento personal, requerido para lograr modificar nuestros hábitos suficientemente para lograrlo con éxito.
Lograr dominar nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestros pensamientos, sentimientos e ideas, es uno de los objetivos de aprendizaje que tengo con este blog. Y madrugar, creo que es un buen elemento de crecimiento y superación personal, que lleva a tu cuerpo y a tu mente un poco hacia el límite, te saca de tu zona de confort, y te permite por si fuera poco aprovechar mejor tu tiempo aumentando tu productividad.
Así que … ¿lo intentamos?
¿Cómo Ser Un Madrugador?
Básicamente con respecto a madrugar existen algunas teorías interesantes que mencionaré en algunos instantes, pero primero, quiero destacar que es importante, que la decisión de adoptar una paradójica actitud con respecto a cambios en el cuerpo/mente, puede ser complicado.
¿Porque paradójica? Porque por un lado, querrás forzar a tu cuerpo a cambiar un hábito al cual se encuentra perfectamente adaptado. Y por otro, como veremos en un momento, la idea será que el cuerpo decida cuando es necesario dormir, esta vez sin forzarnos.
Las teorías o sugerencias básicas más comentadas son las siguientes:
- Obedece a tu Cuerpo: Esta sugerencia dice que deberías acostarte a dormir cuando tu cuerpo te lo pida, y no antes o después. Cuando estés haciendo algo y sientas que ya no puedes más, es hora de acostarte. Es importante esto porque muchas veces nos pasa que nos acostamos más temprano queriendo dormir, pero en realidad perdemos tiempo en la cama un buen rato sin hacer nada productivo hasta que llega verdaderamente el sueño.
- Establece horarios: Esta estrategia sin embargo, dice que no deberías seguir las órdenes de tu cuerpo, debido a que puede que termines acostándote muy tarde, y que luego no puedas controlar la cantidad de tiempo que vas a dormir. Esto solo puede resultar en el hecho de que te levantes más tarde cada mañana, perdiendo tiempo valioso, que podrías aprovechar en cosas como proyectos personales, ideas para ganar más dinero, conseguir un trabajo (si es que piensas que es una buena idea)… etc
Sin embargo mi posición (paradójica como lo comentaba anteriormente) es realmente un híbrido de estas dos. Es decir, es el aprovechamiento de lo mejor de cada una de esas estrategias.
Este es el truco para Convertirse en un Madrugador:
En las noches, acuéstate a la hora que tu cuerpo te lo indique que es necesario. No importa que hagas en la noche, ya sea si lees, escribes, ves televisión, películas, sales… etc, cuando tu cuerpo te lo pida, y sólo entonces, acuéstate a dormir.
Para aprovechar el tiempo que pasa mientras aún no tienes sueño, puedes aprovechar para leer un libro, o hacer cualquier cosa que consideres interesante, y con la cual se te pase el tiempo.
Con esto, no vas a pasar largos minutos en tu cama mirando al techo esperando a conciliar el sueño, sino que por el contrario, estarás listo para dormir, cuando este llegue.
No importa si al principio no puedes dormir sino hasta las 4 de la mañana, de hecho no importa, si no puedes dormir por un día, romper un hábito no es cosa fácil.
Recuerdo en mis tiempos de universidad, cuando durante un tiempo empecé a trasnochar lo suficiente como para luego tener que pasar aproximadamente 36 horas despierto con el fin de volver a nivelar mis horarios de sueño.
Volviendo al tema, lo primero entonces es que esta noche, te acuestes a dormir cuando estés verdaderamente cansado, cuando tengas sueño, cuando sepas, que si te acuestas no pasarán más de 10 minutos antes de que te duermas.
Y por otro lado, la segunda parte de esta estrategia consiste en fijar una hora diaria (diaria significa en este caso de Lunes a Domingo) en la cual te levantes, sin pasar un tiempo más en la cama.
Por ejemplo, supongamos que decides levantarte a las 6 de la mañana.
Esto tendrá que ser válido tanto de lunes a viernes, como los fines de semana, y es por eso que se hace importante el tener claros los objetivos y beneficios de tener que madrugar. La cuestión es que si dejas de madrugar los fines de semana, pierdes el hábito fácilmente, y es por eso que muchos simplemente no logran adaptarse a madrugar fácilmente.
Entonces, fija una hora, y coloca todas las alarmas que tengas disponibles a esa hora. En mi caso, utilizo 3. O a veces 2.
Al principio, lo más normal es que te acuestes tarde, y te levantes muy temprano habiendo dormido muy poco, para luego sentirte cansado y un poco zombie en el día, y eso esta bien.
Es el primer paso para empezar a ser un madrugador.
Luego de algunos días, tu cuerpo empezará a sentirse cansado mucho más temprano que antes, y lo importante es que no tomes siestas en el día con el objetivo de que se empiece a nivelar tu reloj interno.
Eventualmente te estarás acostando a la hora que tu metabolismo considere más pertinente, y te levantarás temprano tal y como tu lo decidas, dependiendo de tu horario, de tus actividades y de tus objetivos.
Ser un madrugador no es muy difícil después de todo, este método se lo he escuchado a muchas personas, y yo mismo lo he probado por años.
Lo que si es fácil, es dejar de ser un madrugador, en cuestión de 4 a 5 días uno puede dejar el hábito de madrugar simplemente dejándose de enfocar en dicho objetivo. Así que este parece ser un hábito bastante retador, y como muchos saben, los retos son una de las mejores formas de crecer.
Finalmente, existe una técnica de sueño que se llama «Sueño Bifásico» que personalmente he probado. Si quieres aprender sobre esta técnica, haz click aquí 🙂