¿Cómo Ser Un Maestro De Las Emociones?
¿Cómo Ser Un Maestro De Las Emociones?
Las emociones son nuestras respuestas inconscientes a estímulos externos o internos, que se reflejan como modos de adaptación a ciertas situaciones o eventualidades de la vida.
Podría suponer sin equivocarme, que muchos de nosotros hemos deseado en algún momento de nuestras vidas, poder dominar nuestras emociones al máximo, de tal manera que nos convirtamos en un maestro de nuestras emociones, nuestro propio timonel.
Personalmente considero importante tener algo de idea sobre las emociones que sentimos frecuentemente, con el objetivo de que podamos conocer sus orígenes, sus efectos y consecuencias, y quizás un manera de minimizarlas, o amplificarlas dependiendo de su impacto en nuestras vidas.
Las emociones pueden representarse como la amplia gama de colores de la paleta de un pintor, dibujan los colores de nuestra vida, y en ocasiones dichos colores pueden ser fuertes, otras veces suaves, pero siempre significativos.
Es prácticamente imposible sin contar con el entendimiento de nuestras emociones, querer anular o eliminar por completo alguna de ellas. No es posible dejar de sentirse triste o deprimido, sin saber realmente cuáles son las causas inconscientes y las causas conscientes, y de qué manera estas causas se pueden controlar para reducir su impacto.
El hecho de plantearse querer intentar controlarlas y empezar a hacerlo, es un gran que podemos dar para el bienestar propio, de nuestro control de la mente e incluso de nuestra salud.
Las Emociones Son Contagiosas
Las emociones pueden dispersarse como un virus a través de las personas, prácticamente como una epidemia.
Si vives con una persona exageradamente negativa y que mantenga renegando con ira acerca de todo a su alrededor, y si además parte de su negativismo se traduce en el trato que te da de vez en cuando, es muy posible que acabes siendo tú también negativo, y que respondas a ese trato con algo de ira.
También es importante analizar con qué fuerza se transmiten las emociones de cada individuo, pues algunas como la alegría inmensa es fácilmente contagiable, en el sentido de que los seres humanos somos más receptivos ante las cosas positivas y estas generan un mayor impacto deseable.
Ahora bien, esto no quiere decir que los negativistas no nos puedan contagiar de su peste. Claro que pueden, y de hecho lo logran con mucha facilidad. Su forma de hacerlo es muy poderosa y en la mayoría de casos inconsciente.
En tal caso, es muchísimo mejor alejarse de esas personas o de dichas emociones, rodearse de gente optimista y positiva, que vea las cosas buenas de la vida, y si esto llegase a no ser posible, ponerse la armadura anti-negativismo y coger la espada de positivismo para luchar por el bien de las emociones 🙂
¿Es Posible No Tener Emociones?
Ahora bien, muchos se preguntarán si es posible no tener emociones, o poder eliminar algunas de ellas por completo (emociones como la ira, el miedo, la tristeza…), y lo cierto es que no es posible No tener emociones.
Estudios científicos han demostrado que a través del tiempo han habido personas con problemas de salud que les impide sentir algunas emociones, pero esto como tal, no deja de ser un problema mental. Que personas como tu y yo podamos llegar a eliminar alguna emoción por completo, es prácticamente imposible.
Ahora, una buena solución o salida por la tangente a este problema, simplemente es detectar la fuente de dichas emociones, y tratar de alejarnos de dicha fuente, con el objetivo de que dichas emociones no se generen más.
Otra buena idea, es saber de donde provienen nuestras emociones positivas, y acercarnos a ellas más y más.
No es de locos afirmar, que si hacemos esto viviremos una vida mucho más feliz, pues nuestro comportamiento y resultados, se ven afectados en gran medida por nuestras emociones, y ¿Qué mejor que el hecho de que estas emociones se encuentren optimizadas para la felicidad?.
Por otro lado, no solo eliminar la fuente de las emociones negativas es una buena aproximación, sino que también controlar nuestro comportamiento causado por cierta emoción puede darnos una luz ante la maestría de las emociones.
Control de Emociones
A continuación, las que considero son, las emociones más importantes, y como controlarlas efectivamente:
El Amor
El amor es una de las emociones más complejas que existen. Se dice que el amor mueve al mundo. El 99% de las películas, tiene una trama motivada por el amor.
El amor se puede expresar de diversas maneras, y en distintos tamaños, colores y sabores. Así como existe el amor de pareja, existe el amor de hermanos, el amor de madre y el amor de un perro a su amo.
Muchos de nosotros podría no racionalizar el hecho de sentir amor, es decir, no decimos: «Ah, voy a sentir amor 🙂 «, NO… simplemente lo sentimos.
La fuente de esta emoción, puede variar en cada caso, pero principalmente se relaciona con:
- Conexión emocional
- Atracción
- Congeniación
- Comprensión mutua
E incluso en muchas ocasiones, dos personas que no se entienden y que se pelean, pueden terminar amándose.
Esta es una de las más (sino la más) poderosas emociones que existen. Es la única que tiene la capacidad de llenar al ser humano un 100% siempre y cuando exista correspondencia total. Para controlar esta emoción, podemos pensar en que es necesario llegar a acuerdos con la otra persona, y tratar de disminuir el impacto de otras emociones negativas que intentasen canibalizar al amor.
La Alegría
Es una de las emociones principales y que más buscamos los seres humanos, muchos lo consideran un don que tenemos en nuestro interior.
Es una de los atajos emocionales que nos permite llegar a la felicidad. Expresamos alegría en diferentes momentos y por diferentes causas, pero siempre, sabemos que estamos alegres por la manera como nos sentimos, por esa sensación de paz y tranquilidad que nos brinda, y en muchas ocasiones, por un sentimiento de autocontrol y equilibrio.
El amor muchas veces nos brinda alegría, y esta alegría se transmite en felicidad, la alegría tiene en muchas ocasiones la potestad para minimizar otras emociones negativas y amplificar las positivas.
Es una de las emociones más importantes y que deberíamos enfocarnos en cultivar. Si estás alegre, ves la vida con ojos optimistas, y así mismo serán tus resultados.
El Odio
Tan solo leer este título ya me hace sentir un poco mal, normalmente el odio es lo que se expresa como contrario al amor o al cariño. Es una de las emociones más destructivas y que tiene la capacidad de acabar con todo lo que se ha creado por medio de las otras emociones. Ponen en entredicho nuestros sentimientos de armonía y bienestar.
El odio lo podemos tener hacia los demás, hacia una situación u objeto en concreto, hacia un concepto o idea, e incluso en el peor de los casos hacia nosotros mismos.
Siendo esta última una de las que más podemos controlar, es importante que NUNCA nos odiemos a nosotros mismos. De hecho no entiendo como hay personas que lo hacen.
Deberíamos amarnos y respetarnos a nosotros mismos, querernos como somos y comprometernos a mejorar. Detectar nuestros errores aprender de ellos y salir adelante, nada que un tanto de emociones positivas y fuertes no nos ayuden a lograr.
Cuando sentimos ira y resentimiento contra alguna persona, tendemos a odiarla. Lo importante en esos casos es ver si la culpa es de la persona, sino la es, nuestra ira y odio serían emociones infundadas, pero si efectivamente esta persona hizo lo que hizo a propósito, nos queda una alternativa muy importante: El Perdón.
El perdón es aquella tubería por la que se puede empezar a filtrar el odio hasta reducirlo a su mínima expresión.
La Tristeza
Así como dijimos que el odio es lo opuesto al amor, la tristeza es el opuesto de la alegría.
Es una emoción negativa y por tanto muy poderosa e impactante, pero que deberíamos controlar y manejar correctamente en los casos en que aparezca.
La tristeza cuando se amplifica se puede llegar a convertir en depresión. Y en muchas ocasiones dar pie a otras emociones complementarias que puedan salir a flote gracias a su naturaleza negativa.
Una buena manera de controlar la tristeza, como previamente mencionábamos, es la de evitar sus fuentes. Lo que nos hace triste son cosas en concreto. Actitudes de ciertas personas, momentos o situaciones específicos, recuerdos de experiencias negativas pasadas… etc.
El caso es, que en la gran mayoría de las ocasiones, contamos con la posibilidad de alejarnos de aquello que nos hace tristes. Y en caso de esto ser imposible, podemos intentar sobreponer otras emociones como la alegría, ya sea con juegos, distracciones, diversión, pasando tiempo en familia… etc.
La Libertad
Esta es una de mis emociones favoritas, es el reflejo de un máximo autocontrol y armonía interna.
La libertad para cada persona es relativa y se analiza independientemente por cada individuo. No todos tenemos el mismo concepto de libertad. Los presos podrían considerar la libertad, como estar fuera de la cárcel.
Así como en mi caso, una de las cosas que más me generan un gran sentimiento de libertad, es poder vivir con una gran calidad de vida, sin tener que trabajar o depender de otras personas. Controlar mi tiempo y decidir lo que hago día a día (normalmente decantándome por las cosas que más me gusta hacer).
Si hubiese una emoción que yo tuviera que recomendarte buscaras, sería esta. Es una de las emociones que más quiero que logres y es uno de los objetivos básicos y nucleares de este blog.
La Esperanza
Esta es una emoción un tanto compleja. Es un sentimiento emocional que va de la mano con la fe. Normalmente sentimos esperanza por un estado mental con el que contamos, que genera expectativas normalmente positivas.
La esperanza surge como un presentimiento ante cualquier situación que queremos que ocurra de determinada manera, tenemos la esperanza de lograr grandes y buenas cosas en muchas ocasiones.
Cuando las personas pierden la esperanza, muy poco se puede esperar de sus resultados en consecuencia. Esta es una emoción trascendental, por lo que ayuda y sirve como factor potenciador de la motivación.
Muchas veces el camino no es claro, y otras veces ni siquiera vemos que hay camino. La esperanza en esos casos nos permite continuar con persistencia y luchar por el éxito hasta lograrlo.
Si bien, para cada persona todas estas emociones pueden variar en forma y aspecto, es importante tener en cuenta que podemos llegar a controlar dichas emociones, empezando por sus formas más básicas y evolucionando en el camino.
Dependerá de ti, el hecho de sentirte alegre o triste por determinadas situaciones, pero lo más importante, es que logres vivir tu vida al máximo, y que potencies tus emociones positivas y felices, disminuyendo el impacto de las negativas.