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Cómo Usar Las Tarjetas De Crédito Correctamente Para Crear Riqueza

Autor: Sebas CelisAutor: Sebas Celis
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Muchas personas cuando piensan en las tarjetas de crédito piensan en deudas, en pagar a cuotas, en pagar intereses, en costos bancarios.

De todas maneras hay muchas personas (sobre todo en Latinoamérica, en donde la tasa de utilización de tarjetas de crédito es mucho menor al resto del mundo) que la verdad tratan de evitar este tipo de cosas, o cuando piensan en obtener alguna especie de préstamo (porque no tienen el dinero necesario para pagar algo que quieren o necesitan) acuden a este tipo de medio de pago.

Y resulta que esa es la peor manera de utilizar tan excelente recurso.

Te voy a contar cuál es mi estrategia de utilización de tarjetas de crédito que me ha permitido lograr algunos beneficios:

Un puntaje crediticio o un historial crediticio, que me brinda acceso a mejores herramientas de financiación y mucho más.

Empecemos por lo básico: Nunca deberíamos pagar con una tarjeta de crédito algo para lo cual no tenemos el dinero (quizás en efectivo o en nuestra cuenta bancaria).

En otras palabras: Vamos a utilizar una tarjeta de crédito como un medio de pago, no como una fuente de dinero.

Hay gente que simplemente cree que tener tarjeta de crédito es tener una disponibilidad de dinero en cualquier momento, y no es así; es un préstamo por el cual tienes que pagar en algún momento, devolver la totalidad de ese dinero y, aparte (si te demoras cierta cantidad de tiempo, un plazo) un interés.

Resulta que las tasas de interés de las tarjetas de crédito son de las más altas que existen en el mercado para cualquier tipo de producto financiero; además, es considerada por los bancos el producto de más alto riesgo que existe.

Así que si en algún momento realmente necesitas pagar algo en cuotas (no tienes el dinero, tienes la proyección financiera que vas a recibir más adelante unos ingresos), pero debes adquirir ese bien o servicio ya mismo (y para lo cual, entonces, necesitas un préstamo) es mejor buscar, por ejemplo, un crédito de libre inversión o algún otro tipo de medio que te permita comprarlo, porque utilizar una tarjeta de crédito te va a salir súper costoso.

¿Qué Sentido Tiene Entonces Usar Una Tarjeta De Crédito Si No Es Para Comprar A Cuotas?

Incluso cuando estamos en el establecimiento de comercio y nos preguntan a cuántas cuotas queremos diferir esa compra, simplemente decimos que a una.

La razón es porque cuando pagamos a una sola cuota no pagamos nada de interés, solo que al final del mes (o en el momento en que llegue la fecha de corte de nuestra tarjeta) nos llega la factura por la totalidad que se debe pagar.

Lo bueno de esto es que sabes que estás utilizando la tarjeta de crédito para comprar algo, pero que esa compra la puedes respaldar con tu cuenta bancaria.

Quiere decir que si, por ejemplo, en este momento tú no tienes tarjeta de crédito porque no has considerado la necesidad de financiación, de cuotas y demás, tú podrías pedir una tarjeta de crédito en un banco (asumiendo que te la den) y empezar a poner en esa tarjeta de crédito los gastos que de todas manera ya tienes mensualmente (como por ejemplo la comida del mes, la gasolina, el internet, en fin); pero que no sean gastos nuevos sino que sean de por sí los gastos que ya tenías y los vas poniendo allí.

¿Para Qué Usar La Tarjeta De Crédito Así?

Para ganar puntos, esto es una de las cosas que las tarjetas de crédito permiten: puntos que se pueden redimir en ciertos beneficios como viajes, tiquetes de avión, hoteles, premios y cantidad de cosas.

O millas, dependiendo del tipo de franquicia, del banco con la que tengas tu tarjeta de crédito.

Algunas otras tarjetas incluso ofrecen el beneficio del «Cash Back», que es cuando te devuelve 1-2% directamente en efectivo, por todas las compras.

La verdad es que cada tarjeta de crédito es diferente, tiene diferentes condiciones, algunas tienen cuotas de manejo y tarifas, seguros obligatorios, otras no.

Otras tienen beneficios grandes y buenos, bonos de apertura; otras no tienen prácticamente nada.

Así que va a requerir una investigación de tu parte de realmente cuáles son las que tienen más beneficios en tu caso.

Te cuento qué pasa cuando uno aprovecha esos beneficios.

Digamos en mi caso, yo tengo gastos elevados en mi negocio, costos de publicidad y muchos otros costos operativos de los diferentes negocios que manejo; en donde simplemente yo utilizo estas tarjetas de crédito y aumento mis puntos increíblemente.

Esto me permite cada año tener múltiples viajes simplemente con puntos, sin pagar o pagando muy poquito en dinero real; me permite saldar 5-7 días de un hotel dentro o fuera del país, porque estoy utilizando y aprovechando los beneficios de estas tarjetas de crédito.

En otras palabras, las tarjetas de crédito prácticamente me generan dinero a mí.

¿Por qué? porque yo no pago un centavo en interés (en la gran mayoría de las tarjetas que tengo no pago cuota en manejo) y porque los beneficios que recibo de ellas superan los gastos o los costos que me significan.

Esta es una estrategia, una forma de aprovechar esto como un recurso excelente, que además nos ayuda a aumentar (o incrementar) nuestro puntaje crediticio y nuestro estatus ante las entidades bancarias, para cuando llegue el momento en que efectivamente necesitemos como tal una financiación o un crédito significativo.

En este sentido, recientemente estoy experimentando con una nueva forma de financiación, que es básicamente utilizar mi automóvil como garantía para un crédito de libre inversión, y obtengo la tasa más baja del mercado (es casi que un tercio de lo que es la tasa de la tarjeta de crédito más económica que hay en el mercado).

Entonces, digamos que lo que yo hago (en este sentido) es, por ejemplo, pagar con la tarjeta de crédito (ya sea un equipo de oficina, un computador, alguna cosa que necesite) y luego, con el crédito de garantía del automóvil, comprar la cartera, comprar esa deuda de la tarjeta con esa tasa de interés más baja.

Allí empiezo a pagar lo más pronto posible (o en el menor plazo y número de cuotas posible) la deuda, de manera que el interés sea el mínimo; pero con esto me ahorro cantidades de cosas y además estoy ganando los puntos y los beneficios.

Las tarjetas de crédito no tienen por qué convertiste en un dolor de cabeza, no tienen por qué ser una fuente de estrés. No son deudas, no significan deudas.

Yo nunca he pagado intereses en tarjetas de crédito desde que tuve mi primera tarjeta de crédito, ya que me eduqué al respecto y algunos familiares me advirtieron de los riesgos. Nunca he hecho ninguna compra en cuotas con tarjetas de crédito, sino que he manejado estrategias alternas para ello.

Digamos que otra ventaja que uno tiene también con las tarjetas es que si uno hace una compra estratégicamente el día adecuado uno puede tener más de un mes de tiempo para pagar sin intereses.

Si, por ejemplo, la fecha de corte de una tarjeta de crédito es el 15 de cada mes, y tú haces una compra el primero, tienes hasta el 15 del mes siguiente (en otras palabras, 45 días) para pagar con cero interés.

Si tú sabes con certeza que te va a llegar un dinero, tú puedes utilizar la tarjeta para tener ya mismo el bien o servicio.

Ahora, obviamente todo esto es asumiendo que tú, en este momento, no estés endeudado con tarjetas de crédito, en cuyo caso (obviamente) la idea es simplemente ir pagando y utilizar diferentes estrategias para salir de las deudas, como primer paso, ya que cualquier cantidad que pague uno en interés obviamente elimina todos los demás beneficios.

Segundo, se asume que tú tienes al menos cierta experiencia crediticia como para pedir una tarjeta de crédito (si no la tienes); que tienes, de pronto, la capacidad de evaluar diferentes tipos de tarjetas que existen y escoger la adecuada para ti; y también que tienes cierto volumen de gastos que puedes colocar en la tarjeta, pero que no son nuevos y que no vas a empezar a adquirir sólo porque ahora dispones de una fuente adicional de pago.

Eso es simplemente un medio para utilizar el dinero que ya tienes en este momento, y beneficiarte de los bonos que ofrecen, de los puntos que puedes reclamar para viajar y demás.

Bueno, simplemente sobra decir que si, por ejemplo, una tarjeta de crédito te da puntos para reclamar en hoteles o en vuelos, pero no es suficiente para cubrir un viaje que tú tengas, y por tener esos puntos de hotel ahora vas a pagar un vuelo o vas a completar para una estadía que no tenías planeada, de todas maneras no sería buena idea.

Tienes que tener en cuenta que también los bancos, obviamente, te van a incentivar a que utilices esos puntos lo más pronto posible (haciéndolos caducar y, bueno, cada banco tiene sus estrategias y sus cosas).

La clave es evaluar cuánto te cuesta lo que tú estás obteniendo y cuánto te genera.

Como todo, tenemos simplemente un modelo de inversión: yo estoy poniendo esto, estoy ganando esto, cuál es mi balance y si es positivo o no.

En mi caso, las tarjetas de crédito simplemente me han sido un recurso demasiado útil (además de que es el único medio que se puede utilizar para hacer compras internacionales, a través de internet y demás; lo cual es la base de mis negocios); pero realmente ha sido una experiencia muy interesante el aprovechar este recurso para el cual muchas personas simplemente están estresados y están endeudados por ello.

Es prácticamente usarlo «como no se debería», utilizarlo de una manera para la cual no estuvo diseñada en principio, sino que los bancos prácticamente te dan esos beneficios con la esperanza de que tú te endeudes y les pagues intereses en algún momento; pero curiosamente nunca es problema que tú no pagues un centavo de interés.

De hecho, a los bancos les gusta cuando uno no paga interés y paga siempre a una cuota, porque es una garantía de que todo el dinero que ellos te presten va a volver, porque además por cada transacción ellos ganan una tasa que el comercio está pagando (cada vez que tú utilizas la tarjeta de crédito en un supermercado, el supermercado les paga un 1-2%) y por eso es que ellos se pueden permitir darte ciertos beneficios, si ellos ganan incluso cuando tú no pagas.

¿Y Debo Tener Una Sola Tarjeta De Crédito Para Esto?

Algo muy curioso e interesante es que no hay límite en cuanto a la cantidad de tarjetas de crédito que se puedan tener. Incluso si uno tiene más de una tarjeta de crédito puede ser positivo para las entidades financieras.

Muchas veces es negativo tener menos productos financieros (o menos tarjetas de crédito), porque si tú tienes (por decir algo) una tarjeta de $1.000 dólares y tienes gastados 800 dólares, técnicamente tu nivel de endeudamiento (o tu utilización) es de 80%; pero si tú tienes los mismos 800 dólares en deuda con la tarjeta de crédito y tu tarjeta es de $1.000 dólares, pero también tienes otra de $4.000 mil, otra de $3.000 mil, otra de $2.000 mil, y tu cupo total entre todas esas líneas de crédito es de $10.000 mil, pues tu tasa de utilización ahora es del 8%.

Entonces, la verdad es que cuando uno tiene un buen manejo (no se encloquece con este tipo de productos financieros, no asume que tener tarjeta es tener dinero o poder permitirse cosas que antes no se permitía -no es que tú pases por una tienda, veas algo que te gusta e inmediatamente lo compres porque tienes ahí la tarjeta, pero no tienes el dinero-), que la sabe utilizar como un recurso que te puede servir; la verdad es que no hay un límite de cantidad de productos.

Por el contrario: mientras más productos tengas y más responsable seas con esos productos, es mejor (asumiendo que las cuotas de manejo no existan o compensen de pronto el gasto que se tenga, digamos, en el año).

Por ejemplo, en mi país es muy común que las tarjetas de crédito manejen costos trimestrales anticipados o mensuales. En otros países se manejan costos anuales. Cuando uno hace las cuentas de cuáles son los beneficios, en dinero, si uno convierte esos puntos (a cuántos dólares o pesos) y resta eso a la cantidad que está gastando en las tarifas (o en las cuotas de manejo), y se da cuenta que es positivo, ahí hay un beneficio.

También muchos bancos aceptan cierta negociación dependiendo de tu historial, dependiendo del tiempo, de tu comportamiento respecto a darte un tiempo sin cuota de manejo.

Y siempre, en cualquier momento tú puedes (también, teniendo una tarjeta de crédito que te cobre cuota de manejo) degradarla a otra de menor categoría que no te la cobre (aunque, posiblemente, con menos beneficios).

El caso es que este es un excelente recurso a utilizar, si se sabe manejar bien y si no se considera como una tarjeta de deuda (como dicen muchas personas por allí).

Sabiéndolo usar puede ser excelente y te puede abrir las puertas a una verdadera financiación que yo utilicé para estrategias de inversión en negocio, crecimiento y mucho más.

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