Comportamientos Financieros Hereditarios
Autor: Sebas Celis
Comportamientos Financieros Hereditarios
Uno de los factores importantes a tener en cuenta en nuestra reprogramación mental para la abundancia, es el hecho de que contamos con ciertos hábitos o costumbres programados a través del tiempo por nuestros padres (o las personas con las que hayamos crecido).
Estas personas, de alguna manera u otra nos han enseñado a ver el mundo y a concebir las finanzas de cierta manera. E incluso cuando no ha sido su intención, nos han impreso un poco esa mentalidad de desprecio al dinero que tanto nos aleja de la riqueza que queremos conseguir.
Es como si la sociedad programara a los padres, para educar a sus hijos para el fracaso. Desafortunadamente muchas personas viven hoy dificultades financieras gracias a que sus padres les enseñaron cosas negativas sobre el dinero, y ellos no se han dado cuenta de que quizás podrían realizar pequeños cambios y adaptaciones con el objetivo de mejorar su propia situación empezando desde casa (mente subconsciente).
Ahora bien, no soy nadie para culpar a a tus padres, ni mucho menos digo que si en este momento estás pasando por momentos difíciles económicamente hablando, deberías culparlos, pues realmente quien tiene la responsabilidad por tu vida, tu pasado, presente y futuro no es nadie más que tú mismo.
Sin embargo, esto no implica que no podamos tomar control sobre nuestras vidas de manera consciente y que lleguemos a analizar cómo es que nuestra mentalidad ha sido moldeada con el paso del tiempo. Efectivamente más que analizar nuestro desempeño en el entorno fruto de lo que hemos aprendido, es buscar la manera de optimizar dicho desempeño y para esto es una gran idea empezar por analizar a quienes nos educaron.
Muchas personas cuando empiezan a realizar un autoanálisis sobre su mentalidad, se dan cuenta de que incluso sus profesores fueron de gran influencia en temas de dinero. Ellos luego se ponen a pensar y recuerdan tanto negativismo con el que afrontaban las situaciones y hablaban mal del dinero, en muchas ocasiones denominándolo: vil metal.
Si quieres reprogramar tu mente entonces, piensa en cómo lo que te enseñaron tus padres, amigos y familiares ha tenido que ver con tu desempeño financiero.
He aquí un buen ejercicio que puedes practicar: Descubre cuál es el patrón monetario de tus padres. ¿Cómo descubrirlo? Simple, existen básicamente 3 tipos de patrones de dinero en las personas:
- Patrón de altibajos
- Patrón escalar alcista
- Patrón escalar bajista
El más común de todos es el patrón de altibajos. Por ejemplo: Tu padre recibe su pago mensual, usualmente un poco alto (relativamente hablando) y tiene buen dinero los primeros días del mes. Posteriormente, empieza a pagar sus deudas y a comprar cosas en ocasiones innecesarias. Finalmente a los pocos días no tiene nada de dinero y luego se le ve pidiendo prestado o de alguna manera «apretándose el cinturón» para llegar a fin de mes.
Todo porque no consideró en principio que podría estar en dicha situación cuando tenía dinero, y no guardó absolutamente nada para ese momento. Así que, por momentos está muy bien económicamente, pero también por momentos está teóricamente en la quiebra, con la esperanza de un pago más.
Los patrones escalares son simplemente aquellos que tienen las personas cuando –o están en su camino a la riqueza–, –o van directo a la bancarrota–.
Luego de detectar sus patrones financieros, analiza si de alguna manera tú cuentas con ellos, así sea en cuestiones específicas, pues es muy posible que subconscientemente trates de replicar las estrategias que ellos utilizaban en el pasado.
Todo esto, gracias a nuestro modelo evolutivo biológico que busca aprender de la experiencia y tomar «lo mejor» que pueda de lo vivido. En ocasiones obviamente, considerando «lo mejor» desde un punto de vista sesgado y poco objetivo.
Enfócate luego entonces, en crear hábitos con tendencia escalar alcista, para que siempre tus finanzas estén en el camino a la mejora, dedícate un poco más a estudiar estos temas y a crear un estilo de vida en torno a la abundancia 😉
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