Cómo Tener Un Día Productivo – Diseña Paso A Paso Tu Día Ideal
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Yo creo que todos hemos vivido un día productivo, donde estuvimos con full enfoque y motivación…
…y prácticamente terminamos el día acostados, mirando al techo con una sonrisa de satisfacción por todo lo que logramos.
Sin embargo, es difícil lograr que todos los días, sean días productivos.
O al menos aquellos en los que nos planteemos lograr nuestra máxima eficiencia y conseguir grandes resultados en poco tiempo.
Así que, quiero compartirte algunas claves que puedes tener en cuenta, para lograrlo sin que sea casualidad.
Cómo Tener Un Día Productivo
1. La Noche Anterior
Un día totalmente productivo, empieza la noche anterior.
Simplemente pensando, planeando u organizando qué cosas vas a hacer desde el momento en que te levantes.
El problema de muchas personas en cuanto a la productividad, es que se levantan preguntándose qué van a hacer hoy.
Especialmente los emprendedores, que no tienen un jefe que les diga qué hacer todos los días y cómo hacerlo.
Es común entonces verlos diciendo:
«De todas las tareas que tengo, de la lista infinita de cosas que podría estar haciendo, junto con las ideas que tengo en mente… ¿Qué hago hoy?».
Si planeo desde la noche anterior un objetivo en particular, al menos para la mañana, teniendo dos o tres cosas para el día en total…
…va a ser mucho más fácil que yo me levante pensando en ese objetivo, teniendo claridad respecto a lo que voy a hacer.
Y también teniendo idea de cómo organizar el tiempo de otras cosas, para que no me afecten la hora en que planeo iniciar.
Por ejemplo, el tiempo del desayuno, de la ducha, y todo lo demás.
Si no tengo claro un objetivo, lo más seguro es que empiece a procrastinar de diferentes maneras:
- En las redes sociales
- Con la llamada de un amigo
- Con la preparación eterna del desayuno
- En la ducha
- Incluso con cosas imprevistas
2. Concluye Una Tarea En Su Totalidad
Por otra parte, hay una recomendación bastante buena si quieres tener un día productivo.
Se trata de finalizar una tarea en su totalidad, para que luego no interfiera en tus planes.
Por ejemplo, supongamos que tu plan para tener un día productivo, es el siguiente:
- 6:00 am – Levantarte
- 6:10 am – Preparar el desayuno
- 6:25 am – Desayunar
- 6:35 am – Lavar los platos de tu desayuno
- 6:40 am – Bañarte/Cepillarte
- 7:00 am – ¡Empezar a trabajar!
- 8:30 am – Hacer tu primera pausa para comer un snack
Suena genial, ¿no?
Pero ahora, resulta que a las 6:10 am, cuando ya estás listo para empezar a preparar el desayuno, ves todos los platos sucios…
Empiezas a lavar los platos, y ahora todo tu cronograma, se tiene que correr 10 minutos, porque eso te tardas en lavarlos.
Luego, finalmente logras lavar los platos, pero ahora te das cuenta que no tienes huevos para el desayuno…
Ahora entonces tienes que salir a la tienda rápido, poniéndote algo de ropa sin haberte bañado, para comprarlos.
Ahí fueron 15 minutos perdidos, respecto a tu plan inicial…
…Lo cual va sumando 25 minutos gastados en cosas que no planeadas.
Finalmente logras hacer el desayuno y desayunar, y ahora te vas a bañar pero no puedes decidir con qué ropa te vas a vestir.
Eso te quita otros 10 minutos.
Y así sucesivamente, van surgiendo cosas en el camino, que se derivan de tareas que no concluiste el día anterior.
Por ejemplo, los platos debiste dejarlos lavados desde la última comida de ayer.
Al igual que cuando se acabaron los huevos, debiste asignarte la tarea de ir a comprar más, antes de que llegara el momento de preparar.
Otro Ejemplo…
Si trabajas en un computador y tienes que hacer algo mañana en él, no dejes todas las pestañas abiertas con el trabajo del hoy.
Porque en el momento en que te sientes a hacer la nueva tarea, lo más seguro es que te empieces a distraer con las cosas que dejaste abiertas…
…empieces a ver correos, o las redes sociales, o a analizar lo que estuviste haciendo, o cualquier otra cosa.
Habitúate a hacer cada actividad en un bloque de tiempo que tenga un cierre, donde llegues a un punto final.
Porque si ordenas tu espacio de trabajo e incluso tu entorno, será más fácil empezar nuevas tareas y tener un día productivo.
3. Levántate Con El Tiempo Suficiente
Es fundamental levantarse lo suficientemente temprano.
No necesariamente madrugar (aunque podría ser útil en tu caso), sin embargo levantarte con suficiente tiempo…
…de manera que puedas hacer todo lo que tienes que hacer.
La gran mayoría de actividades en las que necesitamos ser productivos, requieren una «fase de preparación».
Si es por ejemplo un trabajo en computador, requieres de ciertos sistemas, programas, o recursos para llevarlo a cabo.
Y es posible que necesites hacer ciertas cosas, antes de empezar a trabajar.
Por ejemplo en mi caso, cuando voy a grabar un video, necesito un tiempo antes de empezar para:
- Organizar la cámara
- Ver si la memoria tiene espacio
- Revisar que las baterías estén cargadas
- Verificar que el micrófono esté encendido
- Alistar la ropa que voy a usar
- Encender las luces
- etc…
Todo esto toma tiempo y no debería consumirme el tiempo en que yo me planteé empezar a grabar.
Porque cuando yo empiezo a grabar, simplemente empiezo a hablar ante la cámara.
Todo lo demás debería estar ya resuelto o preparado con anterioridad.
De esta manera es más fácil que cuando empieces a tomar acción, se den las cosas y puedas entrar en un «flow de productividad».
4. Adquiere Una Rutina De La Mañana
En otras palabras, una especie de ritual que lleves a cabo repetitivamente, en donde realices las mismas cosas, día tras día.
Esto puede sonar un poco aburrido, sin embargo, la verdad es que no tiene que serlo…
Esto te permite convertirte en una persona mucho más ordenada, y sobre todo, mucho más productiva.
Por ejemplo, supongamos que todos los días te levantas y lo primero que haces es el desayuno.
No tienes que hacer obviamente el mismo desayuno todos los días, ahí es donde tu rutina encuentra variación.
O si todos los días escuchas un audiolibro mientras desayunas, obviamente no tiene que ser todos los días el mismo audiolibro.
Incluso si meditas en la mañana, la hora de meditar es la misma en tu rutina, pero cada día puedes hacerlo de forma diferente.
Son técnicamente las mismas actividades, a la misma hora, pero tú las modificas vivir nuevas experiencias cada día.
Lo importante es que cuando tienes una rutina, tienes una estructura. Y esto es muy valioso para tener un día productivo.
Al estar acostumbrado a una rutina que cumples exitosamente a diario, te es más fácil incluir allí actividades de trabajo…
…porque muy seguramente vas a poder cumplirlas, así como todo lo demás.
Y si dudas del poder de una rutina, fíjate en los niños que suelen ser perezosos para madrugar…
…pero que lograr graduarse, habiendo madrugado por aproximadamente 11 años de su vida.
Seguramente, si dependiera de ellos, todos los días preferirían levantarse tarde.
Pero la rutina se vuelve un hábito, e incluso habrá días que se despertarán antes de que suene la alarma.
En nuestro caso no será una rutina impuesta por alguien, sino por nosotros mismos, en beneficio para nuestra productividad.