El Aspecto Físico Y La AutoImagen
El Aspecto Físico Y La AutoImagen
Sobre la autoimagen hemos hablado previamente en este blog.
Se trata básicamente la forma como nos percibimos a nosotros mismos, tanto como individuos, como seres que formamos parte de una sociedad.
Esta percepción que nos creamos sobre nosotros está dada con base en múltiples matices, pero considero que uno de los que más afecta a las personas hoy en día, y con base en el cual se forma la gran mayoría de los elementos que componen nuestra autoimagen, es la opinión de los demás.
A esta opinión le damos demasiada importancia, muchísima más de la que realmente merece, con lo que no sólo sobrevaloramos lo que digan otros de nosotros, sino que perdemos poder y autoridad con nuestra propia persona, disminuyendo la calidad de nuestro autoconcepto y degradando nuestra autoestima considerablemente.
Independientemente de cómo nos consideremos a nosotros mismos, lo que dicen las personas que nos rodean (y sobre todo, aquellas que más queremos o apreciamos de alguna manera) tiene un peso increíble para nuestro autoconcepto.
Realmente, eso no debería ser así, pues la autoimagen es como tal nuestra autopercepción, la cual al estar contaminada con la opinión de otros puede eventualmente contar con distorsiones y ser subjetivamente buena cuando objetivamente es mala, o ser subjetivamente mala cuando objetivamente es buena.
En otras palabras, si formas tu autoimagen con base en lo que dicen los demás, lo más posible es que te encuentres equivocado y por tanto, estarías no sólo perdiendo poder ante ti mismo, sino desgastándote con negativismo de forma innecesaria.
Es bueno entonces que consideres realizar un análisis de ti mismo, y siguiendo el formato del título del artículo, que consideres tu aspecto físico por completo, para que la evaluación sea bastante neutral.
No se vale comparar tu cuerpo al de un modelo, o al de algún personaje famoso, sino evalularlo de manera que puedas discernir efectivamente si cumple alguna o todas las siguientes características:
- Te encuentras sano
- Tienes energía para todo un día
- Te encuentras motivado y actúas
- No tienes pereza ni letargo
- Puedes desenvolverte en tu entorno
- Eres agradable o atractivo ante los demás
- …y lo más importante: Te amas.
Nota que en ningún momento menciono que tienes que evaluar si eres gordo o delgado, alto o bajito, negro o blanco, liso o crespo (rizado)… etc.
Lo que menciono es que tu cuerpo debería cumplir con las características básicas que te permitan estar sano y alegre contigo mismo, además de ser agradable a los demás. Y las demás personas pueden aceptarte por lo que eres siempre y cuando ninguna de las características mencionadas se encuentre violada, para lo cual sería bueno que emprendieras acciones específicas con el objetivo de mejorar.
Fíjate además, que si no te encuentras en tu estado ideal ahora, en vez de lastimarte a ti mismo y sentirte mal, lo que debes hacer es comprometerte con el cambio, es decir, si no te gustan esos kilos de más, en vez de castigarte por eso, empieza a investigar la manera como puedes superarlo e incrementar tu fitness.
Todo esto, independientemente de lo que digan las demás personas, pues contando con los elementos básicos de la autoimagen, puedes llegar a crear tu propio concepto de ti mismo y conocerte lo suficiente como para que cuando alguien te diga algo al respecto tuyo, sepas si objetivamente tiene razón, o si lo dice sólo por molestar.
Muchas personas ni siquiera saben que cuando dicen ciertas cosas te están lastimando, así que no te tomes todo lo que te dicen tan en serio, finalmente ellos no saben lo que es ser tú, y no se encuentran en tu lugar, tú vales suficiente como para que andes dependiendo de los demás 🙂