El Camino Del Empresario
El Camino Del Empresario
Robert Kiyosaki en sus libros nos enseña que existen básicamente 2 caminos posibles para llegar a ser rico, estos caminos son: Ser Empresario o Ser Inversionista.
Ser inversionista dependerá mucho del país como tal de quien invierte, de las oportunidades que se le presenten y de sus habilidades con el dinero. No necesariamente se necesita contar con un gran capital (ni siquiera en principio es necesario dinero) para ser un inversionista, pero al ser este tema un poco más complejo, creo que lo dejaremos para artículos próximos.
Hoy quiero hablar de la otra alternativa que nos brinda Robert, y de una que quizás no tuvo muy en cuenta, o que quizás se mezcla un poco con la de ser empresario y de ser rico creando una empresa.
Muchas personas cuando escuchan la palabra «Empresa» se imaginan un edificio. Se imaginan unas instalaciones físicas con trabajadores adentro, teléfonos sonando y un vigilante de 2 metros de altura en la puerta.
Gracias a la era de la información, una empresa no necesariamente debe contar con instalaciones físicas, de manera que por ejemplo, incluso un blog puede ser una empresa, o al menos conceptualmente hacer las veces de una.
Cuando yo le recomiendo a las personas que deben crear una empresa, realmente lo hago pensando en el transfondo etimológico de la palabra, proveniente del latín «prehendere» que significa emprender, por lo regular contra todo tipo de adversidades. Una empresa entonces es un emprendimiento.
Por supuesto que existen diferentes tipos de empresas y prácticamente con cualquiera puedes hacerte rico. Claro, si eres tú el propietario 🙂
Creando La Empresa
El camino del empresario nunca es fácil. Todo comienza con una idea. Un mercado que está hambriento ante una solución no disponible o poco explotada. O incluso un mercado con una necesidad satisfecha, que podría mejorarse en calidad y quizás eventualmente en precio.
Motivo a las personas a que piensen que con el Internet y la revolución informática que se ha llevado a cabo, existe toda una oportunidad para ser empresario ahora más fácilmente.
Existe una nueva manera no sólo de distribuir la información, sino de efectivamente crear productos y venderlos a decenas, cientos y miles de personas.
Sin embargo, comprendo también que la tecnología no es para todo el mundo, y no es camisa de fuerza emprender en el área tecnológica. Eso sí, quienes no lo hacen se pierden de una gran oportunidad para crecer y para apalancarse a nuevos niveles en cuanto al alcance de sus objetivos.
Si deseas crear una empresa entonces, piensa en cómo puedes beneficiar a muchas personas. No sólo a tus vecinos, o a las personas de tu ciudad, o a la gente de tu país. Piensa en grande, piensa en que lo que haces puede llegar a personas de todo el mundo, al menos de quienes hablan tu mismo idioma.
Luego de eso estructura la idea de manera que los costos sean mínimos. Muchas veces, crear una empresa es gratis en términos monetarios. Quizás requiera esfuerzo mental, tiempo, energía y dedicación, pero sigue siendo gratis como tal, sin haber grandes inversiones de capital por delante.
Sosteniendo Una Empresa
Alguna vez escuché una analogía simplemente genial.
Una Empresa, Es Como Un Bebé.
—Anónimo
¿Por qué como un bebé?
Porque, básicamente un bebé es el resultado de una estructura inicialmente diseñada (ADN) que se enfrenta al mundo. En principio, sin contar con una adaptación completa a su entorno, ni efectivamente gozar de grandes habilidades para sortear las adversidades que se le presenten.
Entonces, al crear tu empresa, considérala tu bebé. Debes alimentarla, cuidarla, estar muy pendiente de lo que hace y guiarla para que vaya creciendo. Posteriormente a un bebé hay que enseñarle a caminar, y por supuesto que tropezará.
Eventualmente caerá y deberá recuperarse de sus caídas, pero esto le brindará más fortaleza y experiencia para posteriormente convertirse en un grande ante su entorno y dominar fácilmente las situaciones que sea necesarias.
Así como si no estás dispuesto a tener un bebé, no deberías pensar en traerlo al mundo, de igual forma si no estás comprometido con cuidar a tu empresa hasta que crezca lo suficiente como para levantarse sola, no deberías siquiera crearla.
El camino del empresario es toda una aventura, no apto para cobardes y que requiere muchas habilidades, entre ellas, la de no escuchar a otros. ¿Te parece un buen camino?