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El Desprecio Al Dinero

Autor: Sebas Celis

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Hoy en día, muchos quieren ser ricos.

Muchos sin embargo, quieren seguir siendo pobres, con la excusa de que así serán felices y que estarán cómodos de cierta forma. Y no los culpo, la educación de estas personas respecto al dinero no da para más.

Como ya hemos visto previamente, El Dinero y La Felicidad, son cosas que se pueden lograr simultáneamente, sobre todo cuando se usan aproximaciones, no sólo morales para el enriquecimiento, sino además que contribuyan con el beneficio de otras personas.

Por otra parte, hay quienes no sólo no saben que el dinero es compatible con la alegría, el amor, el gozo, la tranquilidad y la sencillez de la vida, sino que además le cargan cierto desprecio al dinero. Desprecio que por cierto, los mantiene pobres.

Este desprecio, surge muchas veces del hecho de que las personas pobres, o de clase media, no creen posible el enriquecerse de manera legal, ética y moral. O al menos lo creen como algo demasiado complicado o difícil.

Cuando como seres humanos vemos algo que nos es difícil bajo nuestras habilidades y capacidades, tendemos a generalizar y a pensar que así será para todo el mundo. Y lo cierto es que muchas personas han conseguido grandes fortunas desde cero, sin sacrificar su salud, ni el amor de otros y a otros, ni mucho menos su honestidad, sencillez y conocimientos.

Que sea complicado para nosotros concebir tal concepto, no significa que contemos con argumentos para atacar al dinero y a sus resultados en las personas.

Es claro que existen millonarios que se han formado a través de métodos ilegales. Existen otros que han ganado la lotería. Existen también millonarios cuya fortuna es heredada. Y finalmente, están los que la han robado, o los que simplemente tuvieron que pasar por encima de muchas personas para lograrla (muchos políticos, por ejemplo).

Pero esto no significa, que los malos, los herederos y los ganadores de lotería conformen la totalidad de la comunidad de personas millonarias en el mundo.

De hecho es todo lo contrario. Estas personas son la minoría. La mayoría de verdaderos ricos se encuentran en uno de estos dos caminos:

• Tener una empresa propia o varias (negocios propios)
• Ser inversionista

Claramente al ser dueño de una empresa, y al haber pasado todos los procesos que se requieren para llegar a enriquecerse de ella (como pueden ser su creación, posible inversión inicial, sostenimiento, distribución, difusión, generación de portafolio de calidad, incremento de la cantidad/calidad de los colaboradores… etc), no es sólo posible haber llegado a entender el mundo de la economía desde otro punto de vista, sino que además se han tenido que vivir experiencias que tengan mucho que ver con la moralidad.

Ser empresario no es sólo recibir mucho dinero por haber tenido una buena idea. Miles de ideas se quedan en el papel todo el tiempo. Es el desempeño de todo un conjunto de talentos y habilidades que se reúnen para conformar un mecanismo de producción o generación de valor que permita hacer llegar a otras personas o empresas bienes o servicios que de alguna manera u otra contribuyan con ellos positivamente.

Esto indudablemente nos deja saber que estos empresarios como tal, no podrían arriesgar su reputación (y la de su empresa) además de arriesgar sus ingresos y con ello su calidad de vida, realizando movimientos ilegales, o inmorales.

Y claro, pueden hacerlo y de hecho algunos lo hacen. Pero una vez más, estas personas son la excepción… no la regla.

Y por otro lado, al ser inversionista, se cuenta con un capital de riesgo que se inyecta en ciertos proyectos con la esperanza de que este sea retornado con interés. Esta tampoco es una aproximación que busque aprovecharse de nadie, y por el contrario, quienes reciben una inversión para sus emprendimientos se ven beneficiados sobremanera en el sentido en que se facilita su labor en términos de alcance y tiempo, simplemente con el dinero que reciben.

Esto nos deja claro entonces, que las personas verdaderamente ricas, por definición deben hacer las cosas bien.

Entonces ¿De dónde proviene el desprecio al dinero?

Pues es muy sencillo, las personas pobres y de clase media, son las que están más expuestas a los medios de comunicación. Todo el tiempo le prestan atención al televisor y a las noticias (así sea por Internet) y están todo el tiempo reforzando sus creencias, no sólo con lo que se les dice a través de estos medios, sino con las conversaciones que mantienen con sus amigos y familiares.

Es fácil que al estar envuelto en un entorno tan hostil en cuanto a mentalidades, uno termine influenciado por creencias que acepta sin siquiera replantearse o pensar conscienzudamente.

Por otra parte, tienen el ejemplo de los famosos. Los famosos en gran medida son ricos, pero no dejan de tener problemas.

Pero aquí la cuestión es que no todos los verdaderos ricos son famosos, y que no todos los famosos son verdaderos ricos. Las personas entonces relacionan la riqueza directamente con la fama, y pueden sacar conclusiones de lo que ven sobre los famosos en programas y revistas de chismes.

Estos chismes posteriormente se convierten en creencias y posteriormente se generan hábitos al respecto que como habrás adivinado, no es que ayuden mucho a las personas a contar con una mentalidad eficiente, efectiva y eficaz cuando de crear y mantener abundancia y calidad de vida se trata.

El problema sigue siendo que las personas que no son verdaderamente ricas, desprecian a quienes sí lo son. E incluso lo hacen sin conocerlos personalmente, sin saber cómo viven, de qué viven y cómo es que hacen las cosas. Estas personas nunca se han puesto a imaginar cómo piensa un rico. Y si lo han imaginado, lo han hecho desde su propia mentalidad.

Es claro que si una persona pobre recibe de un momento a otro una gran cantidad de dinero, que muchas cosas cambiarán en su vida y posiblemente se desarrollen estas características a las que ellos tanto temen.

Pero, olvidan que la creación de riqueza es algo que se logra con el tiempo y progresivamente, no de la noche a la mañana. En todo este tiempo de generación de riquezas por tanto, se produce una transformación en la persona de manera tal que su mentalidad pase de aceptar cientos de dólares mensuales como lo normal, a decenas de miles, cientos de miles y hasta millones eventualmente.

Esta transformación no puede traer consigo más que ventajas, porque como lo habrás imaginado, hablamos de Desarrollo Personal y Crecimiento Personal. Todo un gran camino de superación de obstáculos y auto-mejoramiento.

Finalmente, quienes sigan pensando cosas como que «el dinero es malo», que «el dinero corrompe», que «el dinero no trae la felicidad», que «el dinero es sucio», que «el dinero no puede ir de la mano de la honestidad y la calidez humana», o cosas como que «los ricos son ladrones, malas personas, aprovechados, estafadores…etc» simplemente seguirán siendo pobres.

Y no por el hecho de que sean mejores personas, sino por el hecho de que desconocen que quienes se equivocan al juzgar sin saber, precisamente son ellos. Primero analicemos concretamente la situación de quienes han logrado una buena holgura económica en sus vidas (y que de paso lo hayan hecho moralmente) y luego ahí si estaremos en posición para determinar si un camino similar es para nosotros, o si queremos seguir estando en problemas económicos fruto de nuestra incapacidad por aceptar que todo podría ser mucho mejor.

No debemos ser conformistas, debemos apuntar siempre a lograr más y mejores cosas. Todo encaminado finalmente, a mejorar el mundo, contribuyendo un poco con nuestras acciones.