Hábitos Recargados ¿Nuevo Paradigma?
Hábitos Recargados ¿Nuevo Paradigma?
Hace algunos días, escribí en una actualización de estado: «Los hábitos positivos no necesariamente se gozan… Algunos se sufren».
Muchas personas me preguntaron ¿Por qué se tendrían que sufrir los hábitos positivos? y algunas cosas similares. Digamos, que a muchos no les quedó claro a lo que me refería por ese momento, así que hoy, quiero aclarar este valioso concepto.
Estamos hablando, de que algunos hábitos, por más positivos que parezcan (o que realmente lo sean) no siempre logran caer en la clasificación de «agradables» o permitirnos disfrutarlos de alguna manera.
Y antes de continuar, quiero dar un ejemplo bien simple para aterrizar un poco la explicación: Realizar actividad física es un buen hábito… Pero ¿Cuántas personas desisten y se detienen por cansancio, pereza o desmotivación?
Realmente hay unos hábitos más fáciles de llevar a cabo que otros, y sencillamente muchos de los grandes hábitos son simples, pero difíciles de aplicar.
Un ejemplo de hábito fácil es cepillarse los dientes todos los días. Es un buen hábito, y no tenemos dificultad alguna en llevarlo a cabo sin fallar día tras día.
Sin embargo, el hábito del ejercicio es uno de esos que producen montones de beneficios para nuestra salud e incluso para nuestra belleza física, y curiosamente el hecho de que sea tan bueno, no es suficiente para motivar a muchos que sencillamente desisten en la mitad del camino.
Cuando un hábito positivo requiere esfuerzo y no produce resultados inmediatos, usualmente genera desmotivación poco tiempo después de ser aplicado.
Esto, sin contar con que los hábitos son actividades repetitivas y rutinarias que llevamos a cabo, en ocasiones sin un fin específico.
El hábito de escribir a diario (uno que ya he logrado interiorizar) es uno bien difícil de adaptar a la vida cotidiana, principalmente porque nos obliga a sacar tiempo como sea de nuestra agenda y reorganizar nuestras ideas para poder transmitir conceptos de una forma valiosa.
Todo esto, lleva a que las personas —a pesar de que saben que generar buenos hábitos es indispensable para el éxito— desistan en su camino de reprogramación y moldeamiento personal para triunfar.
El hecho de que los hábitos se sufran en ocasiones hacen del éxito un estilo de vida poco deseable.
Así que… ¿Cuál Es La Solución?
La solución es no generar Hábitos, sino Rituales.
Los rituales usualmente se los ve como algo implícito a la religión o a lo místico, pero realmente son algo mucho más profundo e importante que eso.
Un ritual, es una serie de acciones encaminada a producir ciertos resultados con base en ciertas creencias, y con el poder de una buena motivación.
En otras palabras, aplicar un ritual en nuestra vida es mucho más poderoso que generar un hábito, porque conocemos los resultados que obtendremos, y tenemos como apoyo la motivación que los mismos nos pueden brindar.
¿Cómo Crear Rituales?
Bueno, es relativamente sencillo, y todo se basa en un principio de psicología bastante interesante.
Para resumirlo, imaginemos que a mí me encanta el café, y que daría lo que fuera por beber una buena tasa de café al día, especialmente en las mañanas.
Lo que puedo hacer entonces, si yo quiero crear un ritual para escribir diariamente, es enlazar dicha experiencia, a la gratificación que obtengo de tomar café (dado mi gran gusto por el mismo).
Así, todas las mañanas me levanto motivado porque saborearé una buena tasa de un café caliente, mientras la inspiración llega naturalmente para expresarme a través de mi blog.
Si por ejemplo, te gusta mucho la música, puedes utilizar un reproductor de audio o celular para cuando vayas a hacer ejercicio, y motivar tus rutinas de actividad física, y lograr que dichos momentos sean una recompensa, minimizando los momentos en que escuchas música en el día.
Se trata de premiarte de alguna u otra manera, como motivación al hábito que creas, y por supuesto, todo esto sabiendo cuál es el resultado al que quieres llegar.
En mi caso, personalmente algo que me ayuda mucho a escribir en las mañanas, es ver el sol por mi ventana empezar a iluminar una oscura escena, en poco tiempo, pasando de la penumbra total al despertar de la gente. (y sí, también me gusta el café :P)
En tu caso, debes encontrar lo que te guste, lo que te motive y lo que te haga sentir bien, para enlazarlo a aquellos hábitos que pueden hacerte muy exitoso, verás cómo ahora, tendrás hábitos recargados, y podrás considerar esto, un nuevo paradigma (siempre que sea consciente claro) que programará tu mente para triunfar en automático.