La Forma Más Sencilla De Construir Autodisciplina
La Forma Más Sencilla De Construir Autodisciplina
Hoy quiero compartir contigo una estrategia para generar autodisciplina en tu vida, que funciona de maravilla.
Pero no te voy a hacer esperar para decirte cuál es esa estrategia, aquí va: Adoptar el hábito de leer material sobre Desarrollo Personal una hora diaria.
Puedes hacerlo 5, 6 ó 7 días a la semana, dependiendo de tu nivel de compromiso, pero como MÍNIMO 5 días por semana.
«Material sobre Desarrollo Personal«, puede ser cualquier cosa que te ayude a crecer. Como regla de oro, antes de leer cualquier libro o blog, pregúntate: ¿Si leo esto, cómo será mi vida de diferente de aquí a 5 años? ¿Cuáles son mis expectativas a largo plazo con la lectura de este material?
Si no estás seguro o no logras identificar los beneficios a largo plazo de tu lectura, entonces probablemente no sea el material adecuado. Debes escoger algo que te ayude sinceramente a mejorar tu vida por completo.
Esta hora de lectura puede incluir libros que te ayuden a desarrollar habilidades y conocimientos, avanzar en tu carrera, cultivar hábitos positivos duraderos, mejorar tu salud y ejercitarte, alcanzar la prosperidad financiera, mejorar tus relaciones sociales, explorar tu propósito de vida, incrementar tus conocimientos científicos, aprender a criar mejor a tus hijos, etc.
Puedes leer libros por puro placer, tales como novelas, pero no incluyas esos libros como parte de tu «hora de Desarrollo Personal», a menos que estés seguro que conocer dichas historias podrá tener un efecto transformacional para tu vida.
Dedica tu tiempo a leer temas que verdaderamente te ayuden a crecer.
Los mejores momentos del día para leer, son la primera hora luego de levantarte, y la última hora antes de acostarte. La primera hora, te ayuda a crear una mentalidad y actitud adecuada para el resto del día (verás cómo tus actividades se sentirán mejor). Y la última hora del día, te ayuda a programar tu mente con estímulos positivos antes de dormir; tu mente subconsciente absorberá la información y en ocasiones te levantarás con nuevas ideas y pensamientos empoderadores.
Si deseas, incluso puedes dividir tu hora de lectura, en dos bloques de media hora… Uno por la mañana y otro por la noche. También, si quieres leer más tiempo, mejor. Pero lo importante es lograr crear un hábito de largo plazo. No es que vas a leer 4 horas diarias durante la primera semana, y luego a abandonar el hábito por falta de tiempo.
Si te parece difícil leer una hora diaria, entonces empieza a practicar con 30 minutos o incluso 15. Deja que pasen unas 3 a 4 semanas de esta forma (para que establezcas el patrón de comportamiento diario) y luego extiende a 60 minutos gradualmente, poco a poco por día. Una vez obtengas el hábito, extender el tiempo será muy fácil.
¿Por Qué Esto Ayuda A Crear Autodisciplina?
¿Cómo es que el hábito positivo de la lectura diaria te ayuda a ser más disciplinado?
Primero, las personas que han terminado de escribir un libro y lo han publicado, así como los blogueros asiduos, tienden a ser mucho más disciplinados que la gente promedio. Escribir un libro, terminarlo y publicarlo es trabajo duro, así que estarás obteniendo ideas, conceptos y estrategias de gente que puede servirte como influencia positiva en términos de disciplina.
Esto te ayudará a contrarrestar las influencias de mentes perezosas que existen en la sociedad, comúnmente encontradas en la televisión, redes sociales, algunos tipos de publicidad… etc.
Segundo, si seleccionas libros específicamente de autores que percibes como altamente disciplinados en comparación a ti, estarás agregando incluso más estímulos positivos a tu vida. Observando cómo esos autores piensan y contrastando sus ideas y conceptos con las de tus amigos o familiares poco disciplinados, lograrás tener un panorama más claro y un entendimiento más completo sobre lo que es la autodisciplina en sí misma.
Esto hará que puedas tomar mejores y más sabias decisiones.
Existe una expresión común en el ámbito del Desarrollo Personal: «Te conviertes en lo que piensas». En el pasado, dicha frase era tomada con cierto aire de misticismo. Sin embargo, la neurociencia moderna revela que esta noción es mucho más real y física que cualquier otra cosa.
De hecho, se creía que el cerebro de un niño tenía más cambios que el cerebro de un adulto, y esto también se descubrió que es incorrecto. Durante toda nuestra vida se producen cambios en nuestra materia gris.
Y lo mejor de todo, es que esos cambios son producidos por nada menos que por los pensamientos dominantes que tienen las personas. Al igual que los músculos de quienes se ejercitan, van cambiando con el entrenamiento y las actividades predominantes.
Cuando expones tu mente a influencias positivas diariamente, tu subconsciente invierte más tiempo procesando pensamientos positivos y de disciplina. Esto, promueve cambios físicos en la estructura de tu cerebro, así como la reorganización de tus neuronas, y como resultado, la efectividad en el procesamiento de ciertos tipos de información.
No hay que ir muy lejos para ver cómo tu cuerpo se adapta a los estímulos. Cuando comes mucho, tu cuerpo engorda para tener capacidad (de almacenamiento y distribución) para tanta comida. Cuando vives mucho estrés, tu cuerpo se enferma, para liberar las tensiones, y como consecuencia de frecuencias cerebrales desfasadas. Cuando realizas ejercicio cardiovascular, tu corazón incrementa su ritmo, y su capacidad, para poder continuar con las actividades.
Todos estos cambios son físicos y medibles.
Tu cerebro se adapta de maneras similares. Tus pensamientos, sentimientos y comportamientos, cuando se repiten durante cierto tiempo, promueven cambios físicos en ti. Más neuronas estarán dedicadas a procesar cierto patrón de pensamiento, comportamiento, o estado emcoional, acelerando y facilitando dichos procesos en el futuro.
Y por supuesto, no todo es tan genial como parece, si tus pensamientos son negativos, los cambios físicos en tu cuerpo y en tu cerebro, serán negativos.
Si repetidamente das excusas, tu cerebro se adaptará a ser bastante eficiente en el procesamiento de pensamientos orientado a dar excusas. Si adoptas el hábito de llegar tarde, tu cerebro encontrará ideas y pensamientos que disparar, para distraerte y así hacerte llegar tarde. Si pasas mucho tiempo preocupado, tu cerebro será un experto en alcanzar un estado de preocupación.
Es por esto, que cultivar hábitos positivos y alimentar a nuestro cerebro con lo mejor, es fundamental para mejorar nuestra vida. Mientras más estudies, más probable es que aprendas de forma eficiente.
Todo Estímulo Es Entrenamiento
Dada la manera como tu cerebro se adapta a los estímulos con el tiempo, es sabio tomar responsabilidad por dichos estímulos que permites en tu vida.
Muchas personas no toman el control de sus estímulos cuidadosamente. Ellos permiten que otros –O la sociedad en general– determinen cuáles son justamente esas influencias. Pero como dichas fuentes no son por lo regular congruentes y con sentido verdadero, su influencia tiende a generar efectos caóticos y peligrosos, lo que no sólo hage que tengas una mente desorganizada, sino también un cerebro desorganizado.
TODOS los estímulos entrenan tu cerebro. Escuchar a otras personas hablar negativamente, es un entrenamiento. Navegar por Internet, es un entrenamiento. Socializar es un entrenamiento. El sexo es un entrenamiento. Quedarse en la cama luego de que suene la alarma, es un entrenamiento. Quejarse es un entrenamiento. Visualizar y crear planes, es un entrenamiento… TODO es un entrenamiento.
La pregunta es, ¿Cómo quieres entrenar tu cerebro? ¿En qué cosas prefieres que tu cerebro se vuelva más eficiente? ¿En lo negativo y degradante? ¿O en lo positivo y empoderante?
Leer Es Un Entrenamiento También
Una manera simple de enfocar a tu cerebro a mejorar las cosas buenas, es la lectura, justo como te comentaba al principio. Leer crea nuevos patrones y caminos neuronales, lo cual a su vez tiene un efecto estimulador en la corteza cerebral.
Aparte de leer, también podrías escuchar audiolibros. Puedes escucharlos mientras cocinas, comes, conduces, te vistes, aseas, haces ejercicio… etc. O simplemente, relajarte y escuchar atentamente.
La lección es clara: Escoge consciente y responsablemente los estímulos que quieres que existan en tu mente, y entrena tu cerebro para el éxito y la plenitud. Se producirán cambios en tu ser físico si lo haces.
Y recuerda también escoger cuidadosamente a quién leer. Trata de verificar si el autor tiene un «rastro» de autodisciplina. Esto normalmente se nota por la cantidad (y calidad) de artículos escritos, o por el hecho de tener uno o más libros publicados.