La Verdadera Razón Por La Cual La Gran Mayoría De Las Personas Nunca Consigue Riqueza Financiera
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Quiero empezar por aclarar que existe un mito principal alrededor del tema de la «creación de riqueza».
La gran mayoría de las personas creen que para poder ser rico hay que ganar mucho dinero o al menos empezar ganando mucho dinero…
Peor aún, otros creen que hay que ganarse la lotería, hay que apostar, hay que recibir una herencia, hay que tener suerte, o cualquier otra cantidad de cosas que no tienen nada que ver.
La verdad es que generar muchos ingresos al iniciar (por ejemplo en tu carrera, si empezaste como estudiante o como desempleado y no tienes ni un peso en tu bolsillo) no tiene nada que ver con eventualmente ser rico, como lo demuestran incontables historias de personas que han creado su propia riqueza.
De hecho, estadísticamente se ha comprobado que una de cada diez personas va a llegar a ganar más dinero que el 99% de las demás personas en su país, en un año.
En un año, una de cada diez personas va a vivir como el 1%; pero una de cada diez personas es el 10% y claramente ese 10% no es el 1%, ¿qué pasa con el 9% restante?
Ese 9% restante se gasta su dinero, toma malas decisiones al respecto, lo pierde, cae en fraudes y, en general, se ve en diferentes situaciones y circunstancias que no le permiten seguir creciendo, progresando y multiplicando ese dinero.
Solamente de ese uno de cada diez y otro de cada 10 de esos (uno de cada diez de uno de cada diez); en otras palabras, uno de cada 100 logra llegar a un nivel de riqueza que solo el 1% de las personas tienen: consistente y constantemente.
Así que probablemente te estés preguntando exactamente por qué es que ocurre esto.
La Verdadera Razón
Esa es la verdadera razón (o el verdadero conjunto de razones) por la cual la gran mayoría de la personas nunca llegan a conseguir riqueza.
Lo primero por lo que tenemos que empezar es con la inflación al estilo de vida: los gastos siempre van a crecer a la par de los ingresos.
En otras palabras, si tú eras estudiante y te las arreglabas con algo de dinero que te daban tus padres, eventualmente llegas a conseguir un empleo y resulta que cuando consigues ese empleo el dinero que te genera probablemente es más que lo que te daban tus padres…
Pero aun así no te queda dinero restante porque ahora empiezas a comprar más cosas, ahora pagas un plan de celular que antes quizás no tenías, empiezas a comprar tu propia ropa y a adaptarte a esto.
Así como se vuelve muy normal que con esos ingresos más altos, empiezas a adquirir diferentes productos financieros como tarjetas de crédito y a ver la posibilidad de adquirir productos nuevos (un carro nuevo, una casa nueva, joyas o cualquier otra cantidad de lujos y demás) que posiblemente no estén a tu alcance en este momento.
Pero como lo veo desde el punto de vista o de las cuotas mensuales o de que me alcanza con mi sueldo, simplemente decido adquirirlos.
¿Qué pasa después?, hablemos ya del caso en que las personas están ganando una cantidad de dinero mayor al 99% de las personas (puede pasar en algún momento de tu vida, seguramente va a pasar, y quizás si no es más que el 99%, es más que el 60-70-80%; es una cantidad de dinero considerable que en algún momento de tu vida va a llegar si sigues educándote financieramente y trabajando por tu éxito).
¿Qué Va A Pasar En Ese Momento?
Lo que no debería pasar es que suban tus gastos de un momento a otro para poder adaptarte a eso: que si tú viajas, de repente necesites viajar en primera clase; si te quedas en hoteles, de repente necesites hoteles 5 estrellas; que si comías en restaurantes económicos, de repente necesites comer en restaurantes lujosos.
Cada cosa de estas que decido ir incrementando, ir aumentando conforme gano más, me va quitando más y más de mi dinero.
En este sentido, también está la falta de educación financiera, y en ocasiones implica que nosotros perdamos dinero y oportunidades solamente por ignorancia, como en los casos de aprender a utilizar las tarjetas de crédito y en maximizar las recompensas que se obtienen de ellas.
En mi caso, simplemente por utilizar estratégicamente mis tarjetas de crédito tengo unos cupos gratuitos al año, de unos 2 mil a 3 mil dólares aproximados para viajes, simplemente poniendo en las tarjetas de crédito lo que de todas maneras me voy a gastar (por ejemplo, si utilizara la tarjeta de crédito para ello).
O cuando yo utilizó los fondos de inversión para darle un poquito más de rentabilidad a la liquidez que me queda mensualmente; o cualquier decisión financiera (o acrobacia financiera, si fuera el caso) que yo pudiera realizar simplemente para manejar mejor mis finanzas personales.
Aparecen Necesidades O «Merecimientos» Que No Existían Antes
Por otra parte, está también la necesidad de que yo merezca lujos, de que yo siento que necesito disfrutar el dinero.
Quizás me esforcé bastante para ganarlo, entonces considere que ya es momento de cambiar el automóvil, de vivir en una casa más grande, etc.
A veces sí lo es, a veces el automóvil está siendo más un gasto que una conveniencia (simplemente porque está muy viejo y a cada rato se le daña algo), pero a veces la casa donde yo vivo quizás está bien por otros 2, 3 o 5 años, y mientras tanto puedo continuar ahorrando e invirtiendo.
De hecho, invertir es otra de las cosas que las personas que ganan mucho dinero, pero nunca alcanzan verdadera riqueza no hacen: No invierten su dinero, no lo multiplican, no buscan maximizarlo, no buscan adquirir propiedad de raíz (si es el caso); o utilizar fondos de inversión, comprar acciones o hasta criptomonedas; o evaluar cualquier posibilidad (la que sea).
Empezar a investigar cuál le gusta más, cuál se ajusta más a su estilo de vida, cuál se ajusta más a sus preferencias, deseos y necesidades que le permitan apalancarse en ese dinero que se ha ganado.
Definitivamente, también están los que simplemente en toda su vida han tenido como pensamiento que una casa siempre es una inversión (siempre, no importa nada, siempre es una inversión)…
Pero no piensan en cuáles son todos los costos ocultos relacionados a la compra de la casa: en principio lo que es la escrituración; la parte legal; la investigación de si la casa está en buen estado; pagar el avalúo por parte de un perito; los intereses mensuales de la cuota una vez se apruebe el crédito; los seguros que tengo que pagar, en principio, por el crédito; seguro de vida que cubre al banco en caso que yo fallezca en el momento en que todavía deba dinero; seguros de incendio y terremoto; cantidades de cosas, incluyendo reparaciones ocasionales (si hay alguna filtración de agua por el techo, si hay algún daño).
Esto sin contar con que, por ejemplo, alguien ande conduciendo borracho, se estrelle contra mi casa y no tenga cómo pagar.
Entonces, la verdad es que muchas de estas cosas no son consideradas a la hora de adquirir una nueva casa, o un carro en donde no solamente tengo el costo de la gasolina (que es prácticamente el más irrelevante de todos), sino el costo del mantenimiento (cambio de aceite, cambio de filtro, cambio de llantas y muchas otras cosas más).
Yo pienso que es una inversión y se me convierte en un gasto y tengo que evaluar conscientemente si vale la pena o no, porque puede que yo me amarre y me ahorque con gastos mensuales, año tras año, y me limite; y ese dinero lo podría estar utilizando en mi negocio, en invertir, en crecer, en apalancarme y en maximizar mis posibilidades de alcanzar riqueza.
Aquí es donde se necesita saber si una casa es mejor que otra en términos de inversión; si una casa (específicamente) o un apartamento es o no una inversión en principio; si vale la pena comprar un automóvil o
continuar transportándome en transporte público (o en una motocicleta, o en lo que sea).
Educación Financiera
Se necesita educación financiera, se necesita conocer de costos y gastos, evaluar el peor escenario posible y hacer presupuestos. Definitivamente no hay ninguna otra forma de lograrlo.
No es lo más divertido del mundo, no se trata de simplemente gozarse la vida haciendo presupuesto y abriendo hojas de Excel o teniendo aplicaciones en el celular para mirar los números.
Se trata de la riqueza que tú puedes conseguir como persona, del apalancamiento y de la proyección a largo plazo y el rendimiento que te puede dar tu dinero actualmente (incluso si lo que te queda actualmente son 100 dólares mensuales máximo, o 50, o 20, porque siempre por algo se empieza).
Muchas de las personas más ricas del mundo que conocemos hoy en día empezaron desde un nivel muy bajo. Muchas personas que han amasado grandes riquezas (quizás no los más ricos del mundo, pero sí grandes riquezas) empezaron desde un punto más bajo que el tuyo y que el mío.
Así que eso es para pensarlo y reflexionar realmente que no se trata de cuánto gano, sino de cómo manejo lo que gano, con cuánto realmente me quedo y cómo aprendo a duplicar, a generar más ingresos por otras partes o por las mismas y en general cómo a aprovechar todo el potencial que tiene el dinero que llega a mis manos, de manera que no se vaya simplemente, completamente, mensualmente.
En otras palabras, la mejor manera de crear riqueza es aumentar al máximo posible tus ingresos y reducir al mínimo posible tus gastos, toda la vida.
Siempre, cuando yo gane más, si estoy ganando $1000 dólares y empiezo a ganar $5000, surgen cosas de un momento a otro que me hacen gastar 4 mil dólares adicionales; si empiezo a ganar $10.000 pasa lo mismo, si empiezo a ganar $100.000, lo mismo.
Entonces, es tener siempre esa mentalidad de que los ingresos pueden subir, pero los gastos no tendrían por qué subir.
Es importante diferenciar gastos de costos operativos (si estamos hablando de que los ingresos son por parte de un negocio).
Esto por un lado, y por el otro el saber que tenemos que ser racionales con el dinero, no tomar decisiones emocionales.
Por ejemplo, «enamorarse de una casa» que es una mala inversión, o simplemente no querer vender un automóvil aunque te esté costando dinero mensualmente y te esté sacando el máximo provecho de tus ahorros en repuestos, en reparaciones y no vale la pena…
…pero por cuestiones emocionales no lo vendo, que porque «ese era el automóvil de mi abuelo» o cualquier otra cosa parecida; o el de la compra compulsiva, el que yo decido «está es una oportunidad que me voy a perder»; no sé, cualquier cosa que implique emociones respecto al dinero no está del todo bien.
Yo debería pensar siempre con cabeza fría (racionalmente) cada decisión que deba tomar.
No es fácil, pero yo tengo que acostumbrarme a ello si eventualmente quiero crear riqueza con cualquier cantidad de dinero que empiece.