Los 7 Pecados Capitales De Las Finanzas Personales
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En el cristianismo, los 7 pecados capitales eran definidos como los «vicios más comunes del hombre«, los cuales eran: pereza, lujuria, envidia, orgullo, gula, avaricia e ira.
En las finanzas personales, la mayoría de las personas también tiene ciertos vicios y comete algunos errores.
Si no tienes cuidado con tu dinero, estos pecados capitales de tus finanzas personales pueden llevarte a la ruina y a la dependencia financiera.
A continuación te hablaré más al respecto de estos pecados.
Primer Pecado: Consumo excesivo
Este pecado capital puede asemejarse un poco a la lujuria. Cuando una persona está incurriendo en esta falta es incapaz de controlar sus impulsos y termina gastando más dinero del que debería.
Las personas que cometen este pecado capital con sus finanzas personales destacan por ser consumistas, no llevar un control de sus gastos y comprar compulsivamente cualquier cosa que se les antoje, sin haber analizado si efectivamente se trataba de un producto necesario.
Cabe destacar que muchas personas que cometen este pecado terminan endeudados y no saben utilizar adecuadamente sus tarjetas de crédito.
Segundo Pecado: Falta de planificación
Este pecado tiene estrecha relación con el anterior, y puede ser comparado con la Gula: una persona que consume su dinero incontrolablemente.
Este tipo de personas no llevan un control presupuestario de sus finanzas, por lo que no se planifican en cuanto a gastos y el dinero termina desapareciendo incluso antes de llegar a final de mes.
Es indispensable visualizar tus finanzas con la creación de un presupuesto mensual que te permita categorizar tus gastos. De esta manera podrás ahorrar, detectar gastos hormiga, pagar adecuadamente tus deudas, etc.
Tercer Pecado: La codicia
Una frase muy famosa dice que «el dinero es la raíz de todos los problemas«; esto puede ser cierto si dejamos que controle nuestra vida.
El dinero en sí mismo no es malo; de hecho, nos abre la posibilidad de ser más generosos y aprovechar mejor nuestros talentos y capacidades. Sin embargo, si eres una persona codiciosa y avariciosa, el dinero puede potenciar estas características.
La codicia puede llevarte a tomar malas decisiones, e incluso a hacer cosas ilegales con tal de obtener la cantidad de dinero que desees. El deseo de volverse millonarios de la noche a la mañana ha hecho que muchas personas sean víctimas de estafas y engaños, sufriendo un gran impacto negativo en sus finanzas personales.
Cuarto Pecado: Postergar la toma de decisiones financieras
Muchas personas reconocen la importancia de llevar un control en sus finanzas y educarse más al respecto; sin embargo, constantemente postergan la toma de decisiones de aspectos que podrían ayudarle a mejorar su economía.
Por ejemplo, en vez de eliminar un gasto hormiga, constantemente dicen cosas como «esta será la última vez«. Otro ejemplo podría ser en la búsqueda de trabajo: en vez de buscar obtener mejores ingresos, retrasan esta decisión y se conforman con determinado puesto laboral.
La libertad financiera no es algo que se consigue de la noche a la mañana; por el contrario, requiere de trabajo constante y de tomas de decisiones oportunas. Este pecado financiero puede ser comparado con la pereza: en vez de tomar acción, la persona se queda de brazos cruzados y procrastina mientras observa cómo sus finanzas se vienen abajo.
Quinto Pecado: Impulsividad y emocionalismo
Este pecado capital de las finanzas personales se refiere a la toma de decisiones financieras de manera impulsiva y dejándose guiar por las emociones, en vez de realizar un análisis detallado de la situación.
Así, las personas con este pecado suelen perder grandes cantidades de dinero en apuestas, loterías o malas inversiones.
Sexto Pecado: Vivir por encima de tus posibilidades
¿Alguna vez has sentido que por más que aumente tu salario el dinero nunca te alcanza? Si es así, entonces muy probablemente has estado viviendo por encima de tus posibilidades.
Algunas personas viven rodeadas de lujos innecesarios, principalmente con el fin de mantener un alto estatus social y aparentar riquezas. Por eso, este pecado de las finanzas personales puede compararse un poco con la envidia.
Es importante que seas consciente de cuáles son tus posibilidades económicas para que no incurras en este pecado. Llevar un presupuesto mensual también puede ayudarte en este aspecto.
Séptimo Pecado: No aprender de los fracasos
En las finanzas personales también es importante ser humildes para reconocer nuestras faltas, a la vez que aprendemos de los errores que cometemos con nuestro dinero.
Por ejemplo, si decidiste invertir en un negocio y no dio el resultado que esperabas, lo mejor que puedes hacer es aprender de esa experiencia.
En algún momento de nuestra vida, todos nos hemos visto afectados por estos pecados capitales de las finanzas personales. Lo importante es que seas capaz de reconocer cuál está afectando tu vida y comiences a dar los pasos necesarios para superarlo y mejorar tu situación económica.