Mentalidad De Pobreza
Mentalidad De Pobreza
Se dice que nuestra mentalidad, produce nuestros resultados. Así que ya puedes imaginar lo mala que puede ser una mentalidad de pobreza.
Las personas podemos contar con diferentes mentalidades y formas de ver el mundo, dependiendo de las situaciones que hayamos vivido, el entorno en que nos encontremos y por supuesto, los paradigmas de la sociedad.
Debido a la relación directa de nuestra mente con nuestro cuerpo a través de nuestro cerebro, finalmente lo que pensamos y en aquello que nos enfocamos, es lo que terminamos haciendo. Es decir, tu mentalidad y visión del mundo, creará precisamente tu mundo.
Así como para muchos, el mundo es una porquería, para otros es un edén de oportunidades, abundancia y bienestar. Sea como sea, lo importante será –por un lado– detectar cuál es tu mentalidad, y por otro, realizar los ajustes necesarios en caso de que esta se encuentre orientada hacia la escasez, y no hacia la abundancia.
Es importante tener en cuenta que nuestra mentalidad no es cerrada como un interruptor. Es decir, no tenemos mentalidad de pobreza o Abundancia de manera absoluta.
Tampoco tenemos mentalidad de pobreza o abundancia en todo. Pues así como podemos ser millonarios, podemos ser no muy buenos interactuando socialmente. O así como podemos ser abundantes en términos sociales, quizás vivamos escasez en nuestras finanzas.
Son cuestiones completamente independientes, y si realmente quieres vivir una gran vida, y disfrutar al máximo el potencial que te ofrece tu mente, tu cuerpo y tu mundo, debes desarrollar la mentalidad correcta para cada ámbito de tu vida.
Desarrollando Una Mentalidad
Tanto si tienes una mentalidad de pobreza, como si tienes una mentalidad de abundancia, has debido de alguna manera u otra desarrollarla con el tiempo.
La manera más sencilla de desarrollar una mentalidad, es la observación y la repetición. Constantemente estamos bombardeados por los medios y personas cercanas respecto a temas que tienen que ver con abundancia o escasez.
No es de sorprenderse que finalmente la mentalidad que uno llegue a adquirir sea un conjunto de patrones mentales que ni siquiera nosotros mismos hemos creado sobre la marcha con base en la experiencia o de manera consciente.
Sino que por el contrario, lo más normal es que nuestra mentalidad sea el resultado del moldeamiento que ha producido nuestro entorno en nosotros mismos. Y podemos incluir en dicho entorno, los objetos, las situaciones y las personas.
Entonces, un primer paso para lograr desarrollar una buena mentalidad hacia la vida, es detectar cuál es tu mentalidad ahora mismo.
Detectando Tu Mentalidad
Vamos a tomar por separado cada aspecto de tu vida y a analizar de manera concienzuda, tu forma de ver el mundo en dicho aspecto.
Tomemos por ejemplo, las relaciones amorosas. Supongamos que en este momento no tienes pareja. Una mentalidad de pobreza podría dictaminar lo siguiente: «No tengo pareja porque la gente cree que soy feo, o porque temen acercárseme. Finalmente no soy muy bueno interactuando y temo quedar mal ante los demás, prefiero estar solo, a ser la burla de otros».
Y otro ejemplo podría ser: «Vengo de una familia donde la riqueza no ha sido la regla general, normalmente cuando tengo dinero intento gastarlo lo más pronto posible para evitar perderlo, el problema es que nunca me alcanza para lo que quiero, y nunca puedo ganar más dinero del que gano normalmente».
En ambos casos, a pesar de que se trata de conceptos completamente diferentes, existe una misma mentalidad. La Mentalidad de Pobreza.
Y claro, podría ser que en otro aspecto de tu vida, por ejemplo, tuvieses una gran mentalidad de abundancia: «En la universidad me va muy bien, siempre encuentro la manera de obtener muy buenas calificaciones. No necesariamente tengo que invertir mucho tiempo y esfuerzo en estudiar o investigar, porque aprendo rápido. Las buenas notas son una regla general en mi vida, sin importar mi situación».
Adecuando Tu Mentalidad
Como podemos ver, una mentalidad, es básicamente un conjunto de creencias respecto a cierto tema. Dependiendo del aspecto de tu vida a analizar, habrá que tener en cuenta distintos factores que influyen en el tener una mentalidad escasa, o abundante.
Habiendo detectado tu mentalidad –como primer paso– vamos entonces a proceder a moldearla de manera tal que gradualmente puedas realizar una transición exitosa.
Y dicha característica gradual será la clave para poder realizar un cambio eficaz. Todo consistirá en que empieces a pillarte siendo negativo o escaso frente a alguna situación. Cada vez que sientas que no tienes la capacidad de obtener abundantes y excelentes resultados, estás contando con una mentalidad de escasez.
Cada que creas que tu problema no tiene solución, estás siendo escaso. Pues soluciones y alternativas hay por montones, así como oportunidades. Descubre tus pensamientos y reemplázalos por unos que te permitan de forma «realista» cambiar tu manera de ver el mundo. El mundo es ilimitado, aprovecha y disfruta sus beneficios.