¿Metas Realistas? o «Ambiciosas»…
¿Metas Realistas? o «Ambiciosas»…
Quizás una de las preguntas más conocidas en el mundo del desarrollo personal es:
¿Debo fijar Metas Ambiciosas? o ¿Metas Realistas?
En ocasiones, calificamos como REALISTA, todo aquello que vemos a nuestro alcance, y un poco lejos de la incertidumbre. Sin embargo, no nos damos cuenta que la palabra realista, proviene de la palabra Realidad.
¿Y que podría ser más subjetivo que la realidad misma?
Si decimos que algo es realista, es porque lo consideramos dentro de nuestros marcos conceptuales y paradigmáticos como usual, cotidiano, o normal.
Sin embargo, y para beneficio de todos nosotros, han habido personas a través de la historia cuya visión no fue tan Limitada, y es gracias a ellos que hoy tenemos electricidad, aviones, telefonía celular, computación, Internet, cámaras fotográficas, puentes, calles, automóviles… etc.
¿Realmente crees que todas esas cosas que antes no existían hubiesen podido ser creadas bajo un concepto de Realismo?
El realismo antes de estas cosas le decía a las personas que esto no era posible, no existía, no había sido inventado, y por tanto no era real… no era realista.
¿Te parece una buena idea ser realista?
¿Crees que personas como Bill Gates alguna vez dijeron cosas como… Es Imposible, No lo lograremos, No lo intentemos más… etc?
Personalmente, veo a estas personas más como gente persistente, y que prefiere intentarlo muchas veces, y no como personas que se rinden, por el hecho de que sus metas no parecen muy realistas.
Si te fijas una Meta Ambiciosa y fallas, aprendes algo. Si te fijas una Meta Ambiciosa y la logras, obtienes los resultados Y aprendes algo. Sin embargo, si no te fijas ninguna meta, no logras nada, y no aprendes nada.
No existe nada inherente a este proceso, que genere estrés o incomodidad. Crear dicho estrés requiere una forma muy particular de pensar conocida como: La Predisposición Al Fracaso.
Muchas personas lamentablemente han sido condicionadas a través de los años, para estar predispuestas al fracaso. Trabajar en Metas Ambiciosas, es como si te dieran la oportunidad de obtener 1 dólar multiplicado por el número que saques en los dados. En la peor de las condiciones, puedes ganar 2 dólares si tiras dos dados, si te va bien, sin embargo puedes ganar hasta 12 dólares.
Pero sea como sea, nunca sales perdiendo. Fijarte Metas ambiciosas puede ayudar a incrementar tu perceptividad y refinar tus sentidos, estar atento a nuevas oportunidades y adquirir el autocontrol necesario para llevar a cabo las tareas que te permitirán logar tus lo que con Ambición te propones.
No debemos confundir la ambición con la avaricia, esta última se basa en el deseo de conseguir riquezas sin importar el medio para lograrlo, y luego atesorarlas sin motivo aparente.
El otro lado de la moneda, se puede evidenciar en el momento en que las personas eclipsan el término Realista, con respecto a lo que creen que pueden lograr. Es decir con respecto a sus habilidades adquiridas hasta ahora. Si nunca has tenido un automóvil, una meta realista podría ser no aprender a conducir nunca, pues es lo REAL, es un concepto realista pues se basa en la experiencia y en las habilidades con las que se cuenta REALMENTE.
La buena noticia para todos nosotros, es que ni siquiera nos damos por enterados de qué tanto podemos lograr como personas, apenas nos estamos conociendo un poco, y la ciencia ha hecho montones de avances y descubrimientos respecto al cerebro y la mente humana. ¿Porqué habrías de limitarte por aquello que crees que sabes o no sabes?
Una estrategia óptima en la cual invertir tu vida, debe incluir el fracaso. Consideremos el ejemplo de las inversiones financieras. Si adoptásemos una estrategia que garantizara que el 100% de las veces se va a ganar y que nunca se perderá dinero… ¿Crees que a largo plazo esa estrategia sería óptima?. No estaría ni cerca de serlo. De hecho, al no invertir en cuestiones que no garanticen un éxito sin riesgos, podrías pasarte la vida sin invertir en absolutamente nada. Nada te interesaría, y finalmente, la inflación haría que tu dinero disminuyera su valor, y resultaras perdiendo.
Lo mismo ocurre con tu cuerpo, si nunca llevas a tus músculos más allá de lo que pueden dar, jamás tendrás el nivel de energía y fuerza necesario, y no se fortalecerán de ninguna manera. Todo permanecerá igual, o disminuirá su calidad y su valor (como el dinero).
Y es precisamente esto lo que le ocurre a las personas que nunca se presionan a si mismas a nuevos niveles que les permitan lograr Metas Ambiciosas. Crecen con más debilidades a través del tiempo perdiendo cada vez más sus habilidades y capacidades.
Reconsidera por un momento tu vida, y trata de recordar aquellos momentos en los que realmente te has retado sin importar si tuvieses o no el éxito deseado. ¿Cómo te sentirías hoy si no hubieses vivido esas experiencias? ¿Más fuerte? o ¿Más debil?
Fijarse una meta y fallar, no tiene porque ser visto como algo terrible y que tiene que ser evitado a toda costa. En entrenamientos de levantamiento de peso, el fracaso es la meta diaria. Un pesista no dejaría de entrenar si puede levantar 50 kilogramos, cuando se plantea la meta de levantar 100 simplemente porque es muy difícil o «imposible». Eso sería descabellado. Por el contrario, buscaría fallar y fallar hasta lograrlo, esforzarse hasta que su cuerpo estuviese en condiciones de levantar los 100 kilogramos.
Simplemente, retrocede y analiza tu vida por un momento, plantéate levantar pesos mayores, hasta que adquieras la fuerza y el músculo necesario. No concluyas que nunca podrás lograrlo sólo porque no pudiste hoy.
Recuerda que el éxito no es un destino, sino que un camino. Trata de disfrutar ese camino, y no te detengas en tu búsqueda por el mejoramiento.
Define en tu vida Metas Ambiciosas y no temas, porque sea como sea, tienes las de ganar.