Miedo A Perder
Miedo A Perder
El temor o miedo a perder es quizás uno de los tranquilizantes más fuertes que la persona promedio se inyecta a sí mismo.
Esto lo digo, debido a que es algo que los detiene de actuar, y los mantiene en una posición de confort o comodidad a pesar de que no es esta la situación ideal para sí mismo.
Sinceramente, si más personas tuvieran menos miedo a perder, habrían más ganadores y triunfadores en el mundo.
El temor a perder el dinero (luego de ganarlo), el temor a fracasar en los emprendimientos, y el miedo rotundo a moverse y actuar… sencillamente acaba con millones de sueños año tras año.
El chico que por miedo a un rechazo no se acerca a la chica de sus sueños (incluso con todas las posibilidades a su favor) termina solo y triste.
El emprendedor que a pesar de tener todo el conocimiento (y llevar años preparándose) pero nunca crea su empresa por temor, jamás logra saborear una verdadera victoria.
Y la persona normal, que jamás sale de su casa o su trabajo por temor a fracasar económicamente y pasar hambre o quedarse sin un techo, nunca llega a disfrutar los beneficios de la riqueza y la abundancia económica.
El miedo a perder es una cárcel, es un bloqueo mental más poderoso que cualquier cadena de cualquier material y cualquier tamaño en este planeta.
Sin embargo, es tan fácil de romper, que algunas personas creen que es imposible (curiosa paradoja).
Dejar el miedo a perder, es tan fácil, como atreverse la primera vez con algo simple. Que tenga riesgo, pero que sea simple, y cuya pérdida potencial no sea tan sustancial.
En ocasiones nuestros miedos son tan irracionales, que sólo necesitamos un poco de objetividad y de razón para caer en cuenta de los errores que cometemos al detenernos por temor a que pase lo peor.
Estamos programado para que algo malo pase siempre… cuando entra una llamada tarde en la noche, la gente está programada para pensar que ocurrió una tragedia.
Nunca a nadie se le ocurre llamar para saludar cariñosamente y recordar lo mucho que siente por otra persona. Esto es simplemente algo inaceptable socialmente, y cosas como las penas de pocos años para algunos terribles criminales, son juzgadas como legales.
Sin salirnos del tema, esperar siempre lo peor es una programación que llevamos dentro, es algo de lo que hemos escuchado y aprendido siempre. Si empezáramos a esperar lo mejor y a arriesgarnos de vez en cuando, triunfar sería mucho más fácil.
Todo esto, porque simplemente nos habríamos librado del mayor obstáculo que se nos presenta en nuestro camino al éxito: Nosotros mismos.