El Nivel Exacto De Optimismo Que Necesitas Para Triunfar
Autor: Sebas Celis
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Se dice que debemos tener optimismo…
Que es ideal pensar positivo ver el vaso «Medio Lleno».
Sin embargo, hay dos extremos:
- El optimismo ciego, en donde pensamos que todo va a salir bien y olvidamos las realidades de la vida.
- El realismo enfermizo, en donde, si pensamos «de forma realista», no se podría crear nada nuevo porque dichas cosas no forman parte de la realidad.
Así que debe haber un nivel exacto de optimismo que nos permita cumplir nuestros propósitos, pero siendo conscientes de la realidad.
Para nadie es un secreto.
La vida tiene sus fallas, sus altibajos y sus dificultades…
No importa lo que otras personas quieran hacernos creer.
En realidad es muy posible que haya problemas, imprevistos, dificultades o que algo salga mal.
Sencillamente los fracasos son muy difíciles de evitar.
Entonces pensar siempre que «todo va a salir bien» y olvidarse de los riesgos, es la receta para la decepción total.
Ahora, no quiero que pienses que no hay que ser optimista o pensar positivo, todo lo contrario.
El éxito es perfectamente posible y de hecho los fracasos no van tanto en contra del triunfo como uno podría imaginarse…
Todo lo contrario:
Contribuyen hacia ese éxito porque son aprendizajes, generan nuevas ideas y nuevas estrategias.
E incluso nos motivan a actuar con más fortaleza en los momentos que lo necesitamos.
Entonces si en tu vida has tenido pequeños fracasos (como todos)…
…y también has tenido éxitos, lo importante es fijarte en el promedio.
No cegarte por las caídas, sino pensar que así como a veces ha salido mal, hay otras en que ha resultado bien…
Y de tus caídas, puedes mejorar la técnica para lograrlo en el próximo round.
El Equilibrio Perfecto De Optimismo Es Este:
Según las investigaciones científicas más recientes, el nivel de optimismo exacto que debemos tener, es el siguiente:
Esperar lo mejor, pero prepararnos para lo peor.
Obviamente que todo salga lo mejor posible, es una de las posibilidades.
Digamos que en tu objetivo más próximo, las posibilidades de que todo salga perfecto sean 20%…
Entonces vas a querer apuntarle a eso con todos tus esfuerzos.
Pero no vas a dejar de lado el 80%, en donde algo puede salir mal.
La idea es no tener un plan B (porque los «planes B» son simplemente excusas para no hacer un plan A verdaderamente fuerte)…
…sino contar con planes de contingencia pequeños para todas y cada una de las cosas que podrían salir mal en el plan A.
Sería como tener un plan A con esteroides, con vitaminas, con proteínas y con todo preparado para poder enfrentarte a lo que sea.
Resulta que cuando tú empiezas a tener en cuenta este tipo de estrategia de aproximación hacia tus metas…
…te conviertes en una persona más capaz de identificar cuáles son las posibles cosas que pueden salir mal.
Cuando no lo piensas, sencillamente no te das cuenta de los riesgos y si llegan a cumplirse, te frustras.
Cómo Implementarlo En Tu Vida
Ahora que tú eres consciente de esta estrategia, lo más seguro es que hagas esto:
Una lista de las cosas puntuales que puedan salir mal y analices cada uno de los aspectos del objetivo que tienes.
Ya luego estarás preparado para enfrentar tu objetivo con tu armadura puesta.
Al final, simplemente documentas ahí mismo con tu lista cuál fue el resultado, y si de pronto pasó algo que no tuviste en cuenta al inicio…
Esta retroalimentación te permite mejorar la próxima vez y tener en cuenta mayores riesgos para poder crearles un plan anticipado.
Así de sencillo puedes ser optimista, y luchar por tus metas sin que nada te detenga.
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