¿Nos Acercamos A Una Nueva Economía? – Criptomonedas Y El Fin De Las Divisas Tradicionales
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Con la sacudida financiera de 2020, muchas personas se han empezado a cuestionar si la economía mundial necesita un cambio o de hecho, si nos estamos acercando a ese cambio de manera inevitable.
¿Qué pasará con las divisas tradicionales?, ¿Serán reemplazadas con criptomonedas?
La verdad es que a pesar de que el dinero lleva formando parte prácticamente del 100% de nuestras vidas hace muchísimo tiempo, no siempre existió en la humanidad; de hecho, empezamos en términos de trueques a intercambiar bienes, productos o servicios, de manera que de alguna u otra manera las partes involucradas se vieran beneficiadas.
Si tú tienes carne y yo tengo granos, pues podemos intercambiarlos, ya que a mí me hace falta carne pero me sobran granos o alguna cosa parecida.
Claramente este fue el inicio y de allí empezamos a vivir una especie de transformación, porque era difícil encontrar a la persona correcta que tuviera exactamente lo que yo quería y necesitara exactamente lo que yo tenía.
Fue entonces cuando empezamos a buscar una manera de realizar estos intercambios a través de una especie de mecanismo intermediario de valor, que todos aceptáramos y reconociéramos de la misma manera.
Se utilizaron diferentes formas, diferentes cosas para representar este valor como tal, pero en últimas el rey de todos ellos, fue el oro.
Básicamente un metal precioso que tiene valor intrínseco, y que incluso hoy en día cualquier persona está dispuesta a aceptar.
Por supuesto también trajo sus desventajas, no era fácil de dividir, era complicado tenerlo sin que los vecinos quisieran acceder a él en cualquier momento y llevárselo o hacerse de su propiedad. También era difícil saber si era genuino, no si era otro metal, incluso una aleación de otros metales y no oro verdaderamente puro.
Entonces se empezaron a desarrollar ciertas profesiones y habilidades alrededor del oro, y hubo algo muy interesante que ocurrió…
Ciertos individuos empezaron a ofrecer el servicio de guardar nuestro oro en sus bóvedas seguras, dándonos un certificado por lo que hemos guardado, de manera que pudiéramos ir a reclamarlo en cualquier momento, para no tener que estar cargando con él para arriba y para abajo; y tampoco tener que lidiar con el riesgo de que en algún momento nos lo robaran.
Y con este permiso de que almacenaran nuestro oro, básicamente les dimos el poder de ser quizás las organizaciones más potentes, capaces y poderosas del mundo: Los bancos.
Junto con los gobiernos, básicamente cambiarían el destino de la humanidad para siempre.
Las personas ya luego no intercambiaban el oro directamente, ahora lo que hacían era dar sus certificados en forma de garantía o de depósito para obtener esos bienes, de manera que la otra persona pudiera ir a reclamar el oro cuando quisiera al banco.
Y así fue como nacieron básicamente los primeros billetes, y quizás de ahí fue desarrollándose la idea de las monedas. Pero como siempre, hay personas cuya avaricia verdaderamente no tiene límites y no tiene fin.
Algunos vivos, se dieron cuenta que ellos podían dar certificados, prestar dinero y en teoría dar un respaldo por oro que no tenían en sus bóvedas.
Porque si por ejemplo el banco tenía una cantidad de oro almacenado de gente que de todas maneras no iba a retirarlo, y alguien venía pidiendo dinero prestado u oro prestado para pagarlo luego, pues podían prestarlo y esa persona se podía llevar ese oro o el certificado, y pagarlo después.
Cómo tenía que pagarlo, el banco en teoría no estaba arriesgando realmente nada, el único riesgo era que todas las personas sacaran el oro al mismo tiempo, lo cual ocurrió, y ya ocurrió varias veces en la historia de la humanidad y ha sido un caos total.
Y así transcurrió la vida de los seres humanos durante mucho, mucho tiempo.
De hecho, hasta hace unos 100 años prácticamente todas las divisas estaban ligadas a fortunas reales y verdaderas en oro como tal.
Hasta que se empezaron a desligar del oro, se implementó la reserva fraccionaria y los gobiernos empezaron a emitir más y más divisas, desvalorizando el poder adquisitivo de cada centavo que disponemos; y la realidad es que hoy en día el dinero no es más que deuda y el valor del dinero prácticamente va tendiendo a cero.
De hecho el valor que tenemos hoy en día percibido del dinero, no es más que la confianza que nosotros depositamos en él.
El hecho de que tú tengas un papel que tenga un número escrito, y que sepas que con ese papel puedes ir a conseguir comida, no es más que la confianza en que puedes obtener tu comida a cambio de ese papel; y lo mismo para el supermercado que te la venda, la confianza que con ese papel puede ir a hacer otra cosa de valor.
Y estamos hablando de los billetes, peor aún con los números en pantallas y las bases de datos, y esos sí que se pueden imprimir, se pueden amplificar y se pueden inflar de manera artificial todo el tiempo.
Resulta que un estudio que analizó 775 divisas tradicionales diferentes, durante una cantidad de tiempo, demostró que el 20% de ellas fallaron, fracasaron debido a la hiperinflación; es decir que cada vez se desvalorizó tanto que en últimas, ni siquiera millones o miles de millones o billones alcanzaban para lo más básico.
El 21% se acabaron debido a la guerra, y el 24% tuvieron que ser reformadas mediante políticas monetarias centralizadas.
Así que básicamente la vasta mayoría de esas divisas tradicionales han fracasado de una u otra manera, y las que quedan activas hoy en día básicamente van para uno de esos destinos o alguno de esos caminos.
Algunas divisas han fracasado recientemente, por ejemplo los bolívares en Venezuela; pero incluso si analizamos una divisa que todos consideramos relativamente fuerte, una divisa que goza de la mayoría de gente alrededor del mundo, que es el dólar americano, vemos lo siguiente…
El dólar americano ha perdido el 95% de su valor desde la conformación de la Reserva Federal de los Estados Unidos en 1903.
Definitivamente estamos en un mundo en donde la economía está basada en principios que realmente no se sostienen sobre sí mismos, y no nos dan mucha confianza que en el futuro la situación vaya a estar un poco mejor.
Esto nos afecta a todas las personas que tenemos que ver algo con dinero, es decir prácticamente al 100% de los seres humanos. Y definitivamente vemos a futuro que va a haber un cambio y una transformación total, es casi inevitable.
La pregunta es: “¿Qué podemos tener en cuenta hoy en día para que esos cambios no nos tomen por sorpresa?”
Pues por un lado, no podemos desesperarnos y pensar que el mundo se va a acabar, y ser como esas personas que andan creando y propagando conspiraciones y cosas alrededor del mundo.
Por más que la gente diga que se va a acabar, sigue funcionando durante mucho tiempo, incluso a pesar de las crisis y las dificultades que nos encontremos todos los días.
Sin embargo, es bueno saber que hay ciertas cosas que van a tener valor hoy, mañana y probablemente durante mucho tiempo, y de todas maneras esas cosas que pueden ser un poco más tradicionales.
Por ejemplo una de las cosas tradicionales que va a tener valor y va a seguir teniendo valor, seguramente es el oro.
El oro prácticamente ha sido el mecanismo de almacenamiento de valor por excelencia durante toda la vida, durante prácticamente la historia de la humanidad.
Hoy en día a pesar de que fluctúa el valor, de que algunos lo consideran una inversión, en realidad a veces ni siquiera da para cubrir la inflación.
O en algunos países se valorizan más de lo que se valorizan algunas inversiones, o la inflación como tal independientemente de esto, en promedio, el valor del oro tiende a ser estable y a conservarse en el tiempo; por lo que yo, aunque no recomiendo tener todos los ahorros en oro como tal, sí recomiendo tener una parte y algo de garantía en oro para el futuro.
Y esto no es para vender en un año, sacar un beneficio y un rendimiento, sino para tenerlo realmente en el largo plazo, como una manera de garantizar nuestro futuro financiero.
Ahora, las criptomonedas como una solución a todo este problema o como un «adelantarme» a ese futuro, invertir y apostarle a un futuro digital, en donde realmente yo no tenga que preocuparme por todos estos problemas que nuestros mismos gobiernos incluso han causado.
Las criptomonedas como por ejemplo el “Bitcoin”, deben cumplir tres cosas para poder reemplazar las divisas tradicionales:
- La universalidad, que tanto mi abuela, como el tendero de la esquina, como el gran supermercado, como la tienda e-commerce, me reciban esta divisa. Y preferiblemente no solo a nivel local de mi ciudad, sino regional, nacional y mejor aún internacional. Si bien el Bitcoin o cualquier otra criptomoneda es aceptada a nivel mundial por muchas entidades, realmente no podemos ir a cualquier parte y pagar con Bitcoin, por lo cual este todavía es un reto que tenemos que superar como sociedad y falta más conocimiento y educación al respecto.
- La confianza, es decir, el hecho que yo sepa que esta criptomoneda no me la niegan en alguna parte, no me van a jaquear y me van a robar como ha ocurrido en muchas billeteras virtuales…
Mucha gente simplemente por desconocimiento del funcionamiento técnico de las criptomonedas, depositan sus criptomonedas en billeteras virtuales, servicios, apps y cualquier otra cosa que se las gestionen, y ellos no tienen nunca su llave privada.
Y si uno no tiene la llave privada de su criptomoneda, no es dueño de esa parte de la criptomoneda.
Como ha sido demostrado por pérdidas incluso multimillonarias en brechas de seguridad, en servicios que se supone que van a salvaguardar esa información y a salvaguardar el valor de nuestras monedas.
Esto en el tema de la confianza, además de que siempre han sido víctima de un uso masivo por parte de los criminales, de los estafadores, de los negocios turbios debido a su unanimidad, porque sencillamente las transacciones de Bitcoin aunque son públicas y cualquiera puede ver quien le pasa dinero a quien, ese “Quién” es realmente un número o un conjunto de números y letras que nos indica qué persona es.
Entonces aunque es público, en realidad es anónimo. Y no sabemos esas grandes o pequeñas cantidades de dinero cómo intercambian de mano, si no hay quien las regule tampoco.
Así mismo es como que muchos criminales y muchas organizaciones al margen de la ley han encontrado en las criptomonedas, una muy buena manera de evadir todo lo que es la legalidad; y por lo tanto, muchas personas hoy en día no confían tanto en este mecanismo como para reemplazar las divisas tradicionales.
No es que el efectivo haya sido mejor, pero definitivamente es todo un reto el hecho de cambiar esa estabilidad.
3. La estabilidad, eso o el dólar se puede desvalorizar, yo sé que hay inflación, que cada año las cosas suben un poco más de precio y así mismo los salarios se van adaptando.
El salario mínimo sube, por lo menos en Colombia, la última vez subió más que la inflación a pesar de que todo el mundo se quejó porque eso duró muy poquito, pues de alguna u otra manera yo tengo previsto cómo lidiar con esta inflación que incluso algunos macro-economistas dicen que es relativamente saludable, incluso para el progreso de un país.
Pero una criptomoneda como el Bitcoin, puede aumentar un 30% o caer un 40% en una semana, en dos semanas o en un mes.
Puede que una persona haya comprado Bitcoin hace cinco años y hoy en día tenga un retorno de inversión de más del 1000% o quien sabe qué cantidad así loca.
Pero así mismo, muchas personas han perdido mucho dinero porque compraron, su divisa bajó de precio, de valor y luego vendieron, entonces obviamente comprar caro para vender barato no tiene ningún sentido en absoluto.
Esta volatilidad de las criptomonedas, no solamente del Bitcoin, hace que muchas personas duden en que si tienen por decirte $1.000 dólares como referencia, que esos $1.000 dólares sean mil dólares hoy, mil dólares mañana; a menos que sean $995 dólares dentro de un año, no es tanto problema como que sean $600 o $500 y yo pierda ese dinero.
Por lo que muchas personas terminan viendo las criptomonedas más como una inversión o una apuesta, y no como un reemplazo, al menos ahora para las divisas tradicionales.
Y esto por lo pronto no es una solución a esta transformación económica que estamos viendo.
Indudablemente los gobiernos se van a inventar alguna solución o van a analizar esto,por lo general va a ser muy tarde pero depende de nosotros realmente qué tanto queramos formar parte de esas decisiones, eligiendo a los dirigentes correctos que realmente apoyen aquellas cosas que nosotros queremos que se hagan realidad.
Ya hay algunas iniciativas para poner a las mentes más brillantes del mundo a discutir cuál podría ser una buena solución, pero somos nosotros realmente los que tenemos que poner un granito de arena para que esta construcción de un mejor futuro sea realidad.
Las personas que están viendo las decisiones que se han tomado hoy en día a nivel económico y podrían haberse tomado mejores decisiones, deben analizar si botaron por esos políticos que están tomando esas decisiones y si fue o no un buen voto.
Y entonces qué planean hacer a futuro, con su poder y su capacidad de decisión.
Independientemente de toda la recomendación primordial es no desesperarse, no tomar decisiones apresuradas, no pensar que se vino el fin del mundo de repente y de un momento a otro, y nunca tener todos los huevos en la misma canasta.
Tener algo de oro, tener algo de criptomoneda, tener algo de divisas tradicionales, invertir en divisas tradicionales o internacionales; todo esto ayuda a diversificar el riesgo y a entender cada vez más la manera en que funciona el dinero, pues definitivamente es clave y eso sí, nunca confiar en que los gobiernos o los bancos nos van a venir a rescatar.
Ellos no van a darnos las claves de nuestro éxito financiero a futuro, no se van a encargar de asegurarnos que cuando estemos viejitos realmente tengamos absolutamente todo cubierto, de nuestra seguridad laboral, de nuestra seguridad pensional, nada de esto lo van a asegurar o lo van a garantizar.
Y es complicado realmente confiar. Es triste que muchas personas confíen y dependan de estas entidades para que su situación financiera realmente sea como mínimo estable. Somos nosotros los que tenemos que encargarnos de que nuestra situación financiera no solo sea estable sino que sea exitosa.