¿Por Qué Dilatamos o Postergamos Nuestras Tareas?
¿Por Qué Dilatamos o Postergamos Nuestras Tareas?
Porque en ocasiones es tan fácil empezar a dilatar o postergar nuestras tareas? y aún así… es muy sencillo continuar en un círculo vicioso que no nos permite salir de manera sencilla tal y como entramos a el. Usualmente empezamos a procrastinar (dilatar o postergar) con la idea de tomar unos 5 minutos de descanso, sólo para darnos cuentas en ocasiones, que esos 5 minutos se convierten en varias horas malgastadas.
Una de las maneras más efectivas de minimizar la procrastinación es darse cuenta de cuales son los eventos que nos inician el ciclo anteriormente mencionado. Se trata de acciones específicas que disparan la postergación de tareas en principio bajo una premisa que nos permite imaginarnos dicho aplazamiento como algo viable, pero que en últimas sólo nos perjudica, pues aquí se aplica netamente el principio de bola de nieve.
Ejemplo: Pedro usualmente en las mañanas de todos los sábados acostumbra a asear la casa, lavar la ropa, ir al gimnasio y estudiar un poco en su computador. Ésta semana, en vez de hacer lo que debía hacer de manera rutinaria, procrastinó dichas actividades debido a que mientras desayunaba encendió su televisor y encontró que iban a presentar un recuento de los mejores capítulos de su serie favorita. Gastó así toda su mañana viendo televisión, para luego darse cuenta que no tenía ni siquiera el almuerzo listo.
Luego de dicho acontecimiento hay una pregunta importante que nos debemos hacer:
Cual fue específicamente el hecho que disparó la procrastinación?
O en otras palabras…
Que fue lo que causó tanta pérdida de tiempo?
Es obvio para algunos, que mientras Pedro tomaba su desayuno encender la televisión desencadenó la postergación del grupo de actividades restantes en su lista. Ésta simple acción tuvo mucho que ver con el hecho de que pedro desperdiciara su mañana completa.
En este sentido, encender el televisor es un disparador de postergación (o dilatación de actividades) porque es la acción específica que conlleva a diferir las tareas. Ahora que se sabe exactamente la causa, es posible evitar iniciar con tanto retraso. Fácilmente entonces, se puede evitar dilatar o postergar nuestras tareas identificando las causas y posteriormente eliminándolas de raiz.
La próxima vez que te des cuenta que has desperdiciado tu tiempo, detente y pregunta: «cual fue la acción que desencadenó la postergación?».
Esto te ayudará a identificar los desencadenadores de procrastinación, y una vez los tienes identificados, es más sencillo solucionar el problema de retrasar las tareas o quehaceres importantes y evitar así perder tiempo en actividades innecesarias. Con esto no solo logras mayor productividad, sino también más tiempo libre para lo que quieras!