Ser Rico Es Tu Derecho
Ser Rico Es Tu Derecho
Independientemente de lo que puedan decir aquellos que defienden la pobreza, lo cierto es que no se puede vivir una vida completamente exitosa si no se obtiene verdadera abundancia.
Nadie puede desempeñarse en su máximo nivel si no cuenta con un poder que le permita acceder a todo cuanto le sea necesario en su camino.
Y dada la manera como está configurada nuestra sociedad y su funcionamiento respecto al dinero, desempeñarse al máximo nivel entonces, es realmente cuestión de saber si se tiene o no suficiente dinero para lograrlo.
Como seres humanos, nos desarrollamos en mente, alma y cuerpo haciendo uso de ciertas cosas. De ciertos objetos. Y la sociedad se encuentra organizada de tal manera que para que como personas podamos acceder a dichos objetos, necesitemos dinero.
Nuestro objetivo finalmente como especie es el de crecer, desarrollarnos y evolucionar. Y realmente, todo ser viviente está en su pleno derecho de poder desarrollarse todo cuanto le sea posible. Esto ocurre en la naturaleza. Los animales no tienen problema alguno en evolucionar llevando a cabo sus destrezas y habilidades en un punto máximo.
El derecho del ser humano a la vida significa su derecho de tener el libre e irrestricto uso de todas las cosas que puedan ser necesarias a su pleno desarrollo mental, espiritual, y físico; o, dicho en otras palabras, su derecho a ser rico.
Muchos consideran que ser rico es estar satisfecho y poder vivir con realmente poco. Pero tiendo generalmente a ir en contra de pensamientos como este. Ninguna persona debería darse por satisfecha con sólo un poco, si es capaz de aprovechar y gozar de mayor abundancia.
El objetivo de la Naturaleza es el avance y el desarrollo de la vida; y cada ser humano debería tener todo lo que pueda contribuir al poder, a la elegancia, belleza y riqueza de la vida; conformarse con menos es prácticamente pecaminoso.
Aquella persona que posea todo lo que quiera poseer durante el tiempo que viva, es rico. Y realmente quien tenga poco dinero, tendrá pocas pocas posibilidades de tener todo lo que quiere.
Para alcanzar la plenitud entonces, es necesario vivir una vida llena de bienestar y abundancia. De hecho, así era como estaba pensado inicialmente. Este mundo tiene mucho más que suficiente para todos y cada uno de nosotros, aunque muchos simplemente quieran estar tan ciegos al no creerlo.
Las personas siempre queremos llegar a ser todo cuanto podamos lograr, siempre queremos ser los primeros, los mejores. Siempre querremos destacarnos. Es un deseo natural de poder realizarnos a nuestro punto máximo.
La cuestión es que a través de los años, la sociedad nos ha hecho creer, que de alguna manera u otra, o no lo merecemos, o simplemente no podemos lograrlo.
El éxito en la vida, consiste en lograr todo aquello que nos proponemos, y ciertamente, la mayoría de las cosas que podríamos proponernos en la vida requerirán dinero. En muchas ocasiones no directamente como para comprarlas, pero si posiblemente de manera indirecta.
Por ejemplo, si el éxito que te planteas es escribir un libro, entonces necesitarás un computador (y en su defecto, el dinero para comprarlo). Necesitarás estar sentado para escribir (la silla cuesta dinero). Necesitarás estar en algún lugar (ya sea tu casa, una biblioteca… etc), y ese lugar ha costado dinero, ya sea crearlo, o contar con el derecho de estar en él.
Si por el contrario lo que quieres es amor verdadero, necesitarás al menos estar vestido, de lo contrario ninguna persona del sexo opuesto te miraría con buenos ojos. Tu ropa cuesta dinero. Necesitarás estar bien presentado, y al menos un baño que puedas tomar, tiene un costo.
Comprende que todo en esta vida tiene su costo equivalente en dinero. Incluso los buenos momentos con una pareja sentimental, no fuesen posibles si no hubiese dinero de por medio. Pasar un buen rato en familia tampoco sería posible sin que ellos hayan logrado sobrevivir hasta el día de hoy, consumiendo alimentos que los han mantenido vivos. Alimentos que efectivamente han costado dinero en algún momento.
Creo que captas el punto al que quiero llegar.
El deseo de riqueza es, en realidad, el deseo de una vida más rica, más plena y abundante; y dicho deseo es digno de elogio. Quien no desee vivir con mayor abundancia no es normal; y, por lo tanto, la persona no desee tener suficiente dinero para comprar todo lo que quiere, puede ser considerada anormal.
Realmente nos movemos en diferentes planos en nuestra vida. Vivimos en el plano físico, en el plano mental y en el emocional. Ninguno es mejor que el otro, todos son igualmente gratos, y ninguno de ellos puede vivir plenamente si cualquiera de los otros es menospreciado.
No es justo ni noble vivir sólo para el alma y negar a la mente o al cuerpo; y también se equivoca uno si vive sólo para el intelecto y niega al cuerpo o al alma.
Todos conocemos las consecuencias desagradables de vivir para el cuerpo y negar tanto al alma como a la mente; y vemos que la vida verdadera significa la expresión completa de todo lo que el ser humano puede dar a través del cuerpo, de la mente y del alma.
Se diga lo que se diga, ningún ser humano puede ser realmente feliz o estar satisfecho, a no ser que su cuerpo esté viviendo plenamente para cada función, y a no ser que lo mismo ocurra con su mente y con su alma.
Realmente donde exista cierta limitación, cierta represión sobre alguna posibilidad no desarrollada o alguna función que no sea posible de llevar a cabo, habrá un deseo insatisfecho. El deseo es la posibilidad que busca expresarse, o la función que busca realizarse.
Y el ser humano no puede vivir plenamente si su cuerpo no tiene buen alimento, ropa cómoda, y un refugio abrigado, además de suficiente descanso. El descanso y la diversión son también necesarios para su vida física.
La mente de las personas no puede vivir en forma plena, sin el acceso a la información, mucho menos por estos días, tampoco sin la oportunidad de viajar o distraerse, y de incluso contar con compañía intelectual.
Para vivir una vida plena mentalmente, debemos contar con recreaciones intelectuales, y rodearnos de estímulos que nos permitan desarrollar nuestro intelecto.
Para que nuestra alma viva a plenitud, debemos contar con afecto, cariño y amor. Y el amor verdadero realmente es algo que con pobreza y escasez, difícilmente se encuentra. No importa cuánto la televisión y los medios nos intenten hacer creer lo contrario.
Logramos una gran felicidad cuando podemos conceder beneficios a nuestros seres queridos; el amor encuentra su expresión más natural y espontánea en el dar. La persona que no tiene nada para dar, que no tiene valor para proveer, no puede cumplir a satisfacción su función como cónyuge, como padre/madre o como ciudadano.
Es en el uso de las cosas materiales, cuando el ser humano encuentra la plenitud vivencial para su cuerpo, desarrolla su mente y revela su alma.
Por lo tanto, es de suma importancia que consideres como uno de tus objetivos de vida, ser rico.
Estás en el perfecto derecho de desear ser rico. Si eres una persona normal, no puedes desear menos que llegar a serlo.
Con la riqueza y la abundancia, es no sólo posible lograr desarrollar nuestro potencial al máximo y lograr una gran autorealización, sino que contribuir al mundo con los mejores aportes posibles.