Si Haces Estas 7 Cosas Estás Quemando Tu Dinero
Autor: Sebas Celis
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Cada centavo cuenta, eso lo aprendí a través de mi propia experiencia.
No importa la cantidad de dinero que gastes en algo, a veces simplemente lo estás quemando, dependiendo en aquello a lo que le estés invirtiendo.
Aquí te comparto 7 cosas, que aunque aparentan sencillas e insignificantes, realmente representan el botar tu dinero de forma absurda.
#1 Comprar Sólo Lo Más Barato
Sólo porque es muy barato. A veces lo barato sale caro.
Muchas veces pasa que compramos ciertos productos que, a pesar de ser muy económicos, realmente nos terminan costando más, porque luego tenemos que comprar el mismo producto pero de buena calidad, o mandarlo a arreglar, o lo que sea.
En mi caso personal tengo un ejemplo, y son las gafas de sol.
Yo normalmente evitaba comprar gafas de sol costosas, y lo que hacía era buscar gafas que de todas maneras no fueran las más baratas del mercado, pero sí unas sencillas, con filtro UV y básicas.
Pero, en últimas me daba cuenta que no me duraban más de 3 a 6 meses, se me dañaban muy fácil.
Y terminé gastando mucho más dinero en gafas baratas, que lo que me costaron las costosas que ahora tengo, que están perfectas y llevo varios años con ellas.
#2 Comprar Sólo Lo Más Caro
Sin embargo, aún con el punto anterior, no significa que todo lo que compremos tenga que ser lo más caro del mundo.
Porque tenemos que ser realistas: No siempre hay que comprar cosas caras, pensando en que por ser caras, son de calidad.
No significa entonces que ahora vas a buscar lo más costoso en todas las categorías y a comprar eso, que porque es la mejor opción.
Llega un punto en que las marcas pueden permitirse cobrar más, sólo por su nivel de reconocimiento, no por el nivel de calidad, no por los materiales, no por la mano de obra, ni por los estándares de calidad.
Entonces, hay que ser inteligentes a la hora de correlacionar precio vs. calidad, y escoger de acuerdo a los productos, qué es lo que mejor se ajusta a tus necesidades.
#3 Tus Ahorros Están «Muy A La Mano»
Están allí cerquitica, fáciles de gastar.
Esto hace que si por ejemplo tienes un ahorro para una casa, o para unas vacaciones, y surge un imprevisto y no tienes un ahorro para emergencias o algo así, pues vas a tomar de ese dinero y vas a gastarte el dinero de tu casa, o de las vacaciones, o del carro, o de cualquiera que sea el objetivo financiero que tengas.
Primero que todo, se trata de tener un ahorro para imprevistos, un dinero del cual puedas disponer en caso de que surja un gasto que no tenías planeado.
Y segundo, que el dinero que estás ahorrando para un objetivo específico, no esté tan fácilmente accesible para ti.
Ya sea en un fondo de inversión a 90 días, en donde antes de los 90 días no puedas retirarlo, sino sólo al final.
O en un CDT si es algo más a corto plazo y no puedas tolerar variabilidades negativas, ya que las inversiones fluctúan.
O cualquier otro mecanismo que te impida en cualquier momento del día, retirar ese dinero para algo que no sea el objetivo que tienes planeado.
Hay que ser muy inteligente con tus ahorros.
#4 No Les Das Al Menos 30 Días De Consideración A Las Compras Grandes
«Grandes» es relativo, depende de cada persona qué es una compra grande.
Para ciertas personas podría ser una lavadora-secadora, o para otros podría ser una casa o un carro.
Dependiendo del nivel de sus finanzas, de sus ingresos, de sus gastos, de sus deudas y demás.
La cuestión es que cualquier compra que sea «considerablemente grande», sencillamente tenemos que analizarla con tiempo, con calma, sin dejarnos llevar emocionalmente por una decisión que de pronto esté determinada por una promoción o descuento que ya se va a agotar.
Esto pasa mucho en las ventas de carros, que siempre te salen con un descuento de última hora, o siempre te dicen que tienes estos días para comprar, y la gente termina comprando urgente, como si se fueran a acabar los carros en el mundo.
La idea es que siempre tengamos paciencia, calma, analices realmente la necesidad de hacer esa compra, analices las alternativas que tienes, las diferentes opciones, y quizás encuentres un mejor precio.
Puede que no, puede que después de estos 30 días digamos: «si, la decisión inicial era la correcta, perdí 30 días»; pero por lo menos en esos 30 días lo que sí ocurrió, es que sabes que la decisión que tomaste a nivel financiero, fue la correcta.
#5 No Hacer Una Lista De Compras o No Cumplirla
¿A qué me refiero? Que muchas personas van al supermercado, tienen más o menos idea de qué es lo que quieren comprar, pero llegan a su casa con un montón de cosas que no tenían planeadas.
Y esto normalmente pasa cuando nos vamos de compras con hambre.
Una tía siempre me ha recomendado dicho que vaya al supermercado después de almorzar, o después de cenar, con mi barriga llena, porque así no me voy a antojar de cosas.
Y el tener una lista, ayuda a que yo sepa exactamente a qué voy y para qué, qué es exactamente lo que voy a traer.
Si hay algo que no está escrito y lo considero necesario, tengo que pensar por qué no lo planeé, por qué no estaba anotado en la lista, y ser cada vez mejor en decir «esto es exactamente lo que necesito».
Todo lo demás, o son gastos hormiga, o son compras impulsivas.
#6 Comprar Cosas Que Rara Vez Vas A Usar
Solamente por el factor «WOW», por así decirlo.
A muchas personas les pasa por ejemplo con una cámara… Se compran una cámara digital, y terminan tomando fotos con su celular, y rara vez la utilizan.
O al comprarle cosas a los hijos, o incluso a las mascotas, que nunca van a utilizar, o que lo utilizan una o dos veces, y después nunca le vuelven a parar bolas.
Esto me recuerda cuando se le compra a los gatos un gimnasio espectacular, y terminan prefiriendo las cajas en la que venía empacado.
La cuestión es que al momento de comprar algo, debemos pensar si realmente lo vamos a usar más de una vez.
Un traje elegante por ejemplo, termina siendo usado 1 o 2 veces en 5 años, para lo que tendría más sentido alquilar o pedir prestado.
#7 No Vender Lo Que No Usas
Si no estás vendiendo lo que no usas, realmente estás quemando tu dinero.
Tienes dinero ahí, tienes una especie de activo que se puede liquidar, que puedes aprovechar de una mejor manera, pero lo tienes guardado por allá, bien refundido en donde nunca lo vuelves a ver.
Ni siquiera sabes el valor, no tienes conciencia de cuántas cosas hay en tu casa que podrías poner en una tienda online para venderlas y aprovechar mejor ese dinero que dejar el producto almacenando mugre en el último cuarto.
Incluso si no le recuperas mucho dinero, es mejor eso.
O por lo menos, si es una buena causa, mínimamente donarlo o regalarlo. Pero darle uso.
Muchas de estas cosas son realmente sentido común, prácticas fáciles de aplicar, y no tenemos que cambiar o darle un giro de 180º a nuestra vida para que empiecen a producir resultados positivos.
A veces son pequeñas decisiones las que nos llevan al éxito personal y financiero.
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