Vive Tu Vida Conscientemente
Vive Tu Vida Conscientemente
¡Despierta!
La vida es como un camino, hay caminos largos y cortos, planos y empinados, fáciles y difíciles. En nuestra vida, atravesaremos por muchos caminos conforme vayamos viviendo.
Hay caminos que llevan a la fama y la fortuna, hay caminos que llevan a la desolación y la pobreza, hay caminos que llevan al matrimonio, y hay caminos que llevan a la soltería.
Hay caminos de felicidad, y hay caminos de tristeza, caminos de victoria y júbilo y caminos de derrota y decepción.
Así como en cualquier camino, existen esquinas, giros y cruces en nuestras vidas. Quizás el camino más complejo que puedas encontrar en tu vida sea una bifurcación o un cruce de caminos, en el que debes tomar la decisión de ir por alguno de los dos.
Con sólo dos opciones para escoger y poco conocimiento sobre los resultados finales de ambas ¿Qué camino tomarías? ¿Cuál sería ese camino correcto que garantice tu éxito? Y en todo caso ¿Tomarías algún camino? O ¿Te quedarías donde estás sin moverte?.
Bueno, lo cierto es que no hay garantías.
No sabes a donde te llevará un camino hasta que empiezas a recorrerlo. No hay garantías, y a diferencia de la vida real, difícilmente podrás retornar en el tiempo y tomar otro camino distinto. El hecho de que no haya garantías sobre el éxito con casi cualquier opción que tomes, es una de las cosas más importantes que debes tener en cuenta para tu vida.
Nadie dijo que hacer lo correcto todo el tiempo te llevaría a la felicidad. Amar a alguien con todo tu corazón no te garantiza que seas correspondido. Ganar fama y fortuna no te garantiza la felicidad. Recibir consejos de los mejores en ciertas áreas no te hace igual que ellos y por tanto no tienes garantías de que harás las cosas igual de bien.
Existen muchos posibles resultados y todos ellos dependerán de lo que hagas al respecto en el presente. Todo se trata de tus pequeñas decisiones. Tu vida es el resultado de lo que has pensado y las decisiones que has tomado.
En lo único que si tienes pleno poder, es en cómo piensas y reaccionas ante las situaciones que se presenten en tu vida, y déjame decirte que sabiendo esto, cuentas con una gran ventaja con respecto a las personas que no lo saben. Estás por delante de los demás porque sabes cómo influenciar el mundo influenciándote primero a ti mismo.
Cuando tienes la potestad de autocontrolarte y efectivamente decidir cómo sentirte y reaccionar ante las eventualidades de la vida, puedes convertir tus resultados en exitosos independientemente de las situaciones y los caminos que tomes.
¿Si supieras que estás tomando una mala decisión, continuarías de todos modos? Posiblemente no. ¿Por qué escoger un camino que seguro te llevaría a la perdición? ¿Por qué tomar una decisión si desde un principio se sabe que no es la correcta?
Solamente luego de tomar una decisión y reflexionar sobre ella, es que te das cuenta si se encuentra acorde a tus deseos. Si las consecuencias o resultados son buenos para ti, entonces has decidido correctamente, sino, tu decisión estuvo mal tomada.
Sin embargo, debes tomar riesgos.
Con base en el hecho de que en la vida no existen garantías de éxito en todo camino que se escoja, por más que otros lo hayan vivido congruentemente, y sumándole a esto el hecho de que conscientemente puedes escoger dominar tus emociones, pensamientos y reacciones ante ciertos eventos en tu vida, una muy buena opción es tomar riesgos.
Suena extraño, pero lo mejor cuando se tienen dudas es arriesgarse. Es mucho mejor arrepentirse de lo que se hace, y no de lo que se deja de hacer. Finalmente, si tomaste tu decisión y te equivocaste, algo tuviste que haber aprendido. Y si fue la decisión correcta, gozaste y también aprendiste. El riesgo por consiguiente, se convierte en una excelente opción.
Pero hay que tener mucho cuidado con la palabra “riesgo”, pues no me refiero a vivir la vida aleatoriamente ni de manera errática. Me refiero a que cuando exista incertidumbre, es bueno tomar el riesgo de seguir por dicho camino, y enfocarse en generar éxito y buenas decisiones subsiguientes, todo desde un plano mental.
Tomar riesgos, es definitivamente mucho mejor que no hacer nada. Moverse a través de un camino es mucho más satisfactorio y te brinda mucho más aprendizaje que quedarte quieto sin hacer nada.
A pesar de que es cierto que cualquier pequeña decisión mal tomada puede cambiar el rumbo de las cosas y hacerte perder en el camino, también es cierto que muchas veces es posible convertir una mala decisión en una oportunidad. Lo mismo aplica con las adversidades y malos momentos.
Todo es cuestión de perspectivas. Tienes la opción de ser un viajero perdido, o un turista casual de la vida.
Toma precauciones de no vivir la vida a la ligera y escoger los primeros caminos que aparezcan, se aventurero, pero no corras peligros si no es lo que quieres. Toma riesgos calculados. Arriesgarse no es ser incauto o idiota.
Una buena manera de tomar riesgos es tener en cuenta lo siguiente:
- Obtén tanta información cómo te sea posible: Infórmate sobre las decisiones que vas a tomar, reúne todos los materiales necesarios para tomarlas, pero siempre tómalas.
- Identifica y crea opciones: ¿Con qué opciones cuentas? A veces la vida nos da pocas opciones para escoger, a veces tenemos un gran número de ellas. Pero ¿qué haces cuando la vida no te da opciones? Es en ese momento cuando tú mismo las creas. Pon tu mente creativa a trabajar, toma en cuenta todas las ideas que se te ocurran y si crees que tienes una buena, no dejes de pensar hasta que ya no se te ocurra nada más. Pregúntale a tus amigos y familiares, reúne opciones… etc. Finalmente toma la decisión y escoge la opción que has creado.
- Balancea los pros y contras de cada opción: Analiza cada opción y mira las ventajas y desventajas que te ofrece. De esta manera puedes tener una idea de los resultados y consecuencias de dicha opción al final del camino.
- Confía en ti mismo y toma la decisión: Ahora que has analizado tus opciones, es hora de que confíes en ti mismo. Recuerda que no hay garantías y las malas decisiones siempre se encuentran alrededor, pero recuerda también que debes tomar riesgos, así que decídete, confía en que luego de analizar tus opciones, estás tomando la mejor y mentalízate para los resultados y beneficios de la misma.
Ahora que has tomado tu decisión, prepárate para asumir sus consecuencias, positivas y negativas. Podría llevarte a la tierra prometida o al valle de los problemas. Pero lo importante es que has escogido vivir tu vida conscientemente en vez de formar parte de la audiencia del espectáculo de la vida misma.
Ya sea que tomes o no la decisión correcta, en algún momento te darás cuenta, pero estarás lo suficientemente preparado para lo que vivas en ese momento, pues habrás complementado dicha decisión con montones de pequeñas otras decisiones conscientes.
Nunca te arrepientas de tus resultados, en vez de lamentarte aprende de ellos y recuerda que siempre tienes la oportunidad de tomar mejores decisiones en el futuro.
De eso se trata el Desarrollo Personal, y ahora que te encuentras en este maravilloso camino, tu vida experimentará grandes cambios y tu éxito será cuestión de tiempo y enfoque.